Archive for agosto 2011
Pablo Milanés critica graves tendencias en Cuba en carta abierta…
El cantante cubano criticó el maltrato que sufren las Damas de Blanco en Cuba, la autocensura en la prensa y el silencio de los intelectuales en la isla.
Afp
Publicado: 30/08/2011 13:46
Miami. El cantante cubano Pablo Milanés, revolucionario por convicción, criticó el maltrato que sufren las Damas de Blanco en Cuba, la autocensura en la prensa y el silencio de los intelectuales en la isla, en una dura carta abierta a un periodista castrista en Miami, publicada este martes.
El cantautor, que se encuentra de gira por Estados Unidos, dirigió su carta al periodista Edmundo García, una personalidad de la radio en Miami gracias a su programa La Noche se Mueve, donde ataca al exilio de Miami y defiende a la revolución cubana.
García cuestionó la semana pasada en un artículo el comportamiento de Milanés en algunas entrevistas a medios internacionales en Estados Unidos, donde se dijo crítico del sistema, pero revolucionario y hombre de izquierdas.
"Mis 53 años de militancia revolucionaria me otorgan el derecho, que muy pocos ejercen en Cuba, de manifestarme con la libertad que requieran mis principios y esa libertad implica que no tengo ningún compromiso a muerte con los dirigentes cubanos, a los que he admirado y respetado, pero no son Dioses, ni yo soy fanático, y cuando siento que puedo hacer un reproche y decir no, lo digo, sin miedo y sin reservas", se defendió Milanés en una carta fechada en Miami.
"Cuando veo que unas señoras vestidas de blanco protestan en la calle y son maltratadas por hombres y mujeres, no puedo por menos que avergonzarme e indignarme y, de algún modo, aunque no estemos de acuerdo absolutamente, solidarizarme con ellas en su dolor", señaló Milanés sobre las Damas de Blanco, el grupo de mujeres que piden desde 2003 la libertad de los presos políticos.
"Porque lo más vil y lo más cobarde puede ser que una horda de supuestos revolucionarios ataque despiadadamente a estas mujeres. No hay ningún código que defienda eso en el mundo, es más, la violencia de género se queda corta al ver esas salvajes manifestaciones", agregó.
El cantante defendió sus entrevistas a la prensa en Estados Unidos y apuntó: "Soy yo el que me sirvo de esos periódicos para que difundan las entrevistas que en Cuba me están negadas y que sueño con que aparezcan en el Granma y las lea todo el pueblo y que un sólo periodista, uno sólo de los tantos miles que hay en la isla, tenga lo que hay que tener para dar a conocer lo que tantos años llevo expresando".
El trovador fue ovacionado al presentarse el sábado por primera vez en Miami, capital del exilio cubano, ante una audiencia de entre 2 mil 500 y 3 mil personas -muchos de ellos cubanos- en un auditorio preparado para 5 mil butacas.
Pablo Milanés también lanzó sus dardos contra la intelectualidad de su país.
A su regreso a La Habana, "le digo por este medio a la intelectualidad cubana, a los artistas, a los músicos y a los altos cargos del Estado, que no me susurren más al oído: ‘Estoy de acuerdo contigo, pero ¡imagínate!’." "Yo no estoy arrepentido de incinerarme solo en mi actitud, pero es triste y vergonzoso que haya un silencio cómplice tan funesto como tu manifestación, Edmundo. Estas dos conductas, una en Miami y otra en La Habana, increíblemente al final convergen en su propia contradicción".
Para concluir la dura crítica contra el periodista y los extremistas, el trovador remató: "Tú vas al blanco o al negro, (más al negro que al blanco) y no tienes matices y los años irremediablemente te van a hacer aprender lo que es un verdadero revolucionario o inexorablemente vas a ingresar en ese mundo en el que he visto a tantos como tú, vagando, perdido en la nada".
LA JORNADA.MX
Hablemos de sionismo…
El sionismo ya no parece ser un concepto escuchado en nuestros días, salvo en dos instancias: entre los que reivindican esta ideología en sus encuentros anuales, organizaciones y redes internacionales, y en las voces de quienes son contrarios a los efectos de la ocupación de Palestina y a las políticas del Estado de Israel. Tanto para el periodista que hace coyuntura como para la política internacional, términos como sionismo o bien simplemente no son parte del vocabulario, o bien son cosa del pasado, toda vez que el Estado de Israel parece haber adquirido una legalidad bajo una forma conceptual propia, más allá de la ideología sobre la que se sostiene. Pero en esto último parece haber algo interesante. ¿El Estado de Israel se creó por el sionismo político y luego dejó de ser sionista por definición? ¿Actualmente quienes son sionistas? ¿Sólo los colonos fundamentalistas o los partidos de extrema derecha israelí? .
Es normal, creo yo, que en la medida en que el conflicto palestino-israelí ha sido resignificado por los medios de comunicación masivos de acuerdo a los poderes fácticos que los atraviesan y constituyen, sea posible tergiversar los hechos para establecer una hegemonía que en el plano formal elimine los conceptos que aparecen contrarios a la época en que se tratan. La hegemonía se plantea así como la imposición por parte de un grupo dominante de una visión de mundo en la que son imperceptibles las dominaciones y más bien aparecen como universales los valores a los que se adscribe ese grupo. Por eso podemos entender que el concepto "sionismo" no se encuentre en boga, porque la estrategia de quienes ejercen poder ha sido validar un sistema de reglas que omite aquellos elementos que en otro contexto parecieran ser normales, pero que dado el fin del choque frontal entre las ideologías, hoy aparece anacrónico.
Estas rearticulaciones de las redes de poder han permitido invisibilizar aquello que se encuentra detrás de la ocupación militar, de los crímenes de lesa humanidad, de la confiscación del agua, de la anexión de tierras, de la colonización, de los campos de concentración, de los territorios de excepción. Sin el sionismo como concepto explicativo, anulado por los medios y la política oficial, estos hechos parecen enmarcados en la guerra milenaria, en el conflicto permanente entre iguales o desiguales a veces, en fin, se logra la reificación de la realidad como si esta hubiese sido siempre así, al tiempo que permite categorizar en tiempo estático las acciones, quitándoles su historia, los elementos de su devenir. Así aparece un palestino de Gaza, que ha vivido bajo ocupación militar toda su vida como un "terrorista" que puede ser aniquilado porque su vida es un obstáculo a algún proceso de paz levantado entre aquellos que no hablan de sionismo, pero sí de terrorismo.
El mayor logro del sionismo ha sido entonces su eliminación del vocablo. Ahora que los nazis, los comunistas y el mismo capitalismo (tan presente en nuestras vidas) ya no son objeto de discusión, el sionismo ha advertido su posibilidad de caer en el mismo descrédito. Sin embargo, así como el término capitalismo ha desaparecido del diccionario para establecer una hegemonía completa, el sionismo se nos aparece como invisible, orgullo de un Estado fundado por pioneros que con mochila y fusil habrían creado un hogar para el pueblo judío. Propongo entonces que tratemos de hablar de sionismo, de poner los conceptos relevantes sobre la mesa e indagar en su posibilidad actual de explicar el fenómeno de la cuestión palestina.
No es posible analizar el sionismo sin tener en cuenta el contexto en el que nace. Las persecuciones a los judíos en Europa, los progroms, las diferencias sociales justificadas en una supuesta extranjería permanente de quienes profesaban una religión, convirtieron a un grupo bastante grande de europeos en un "pueblo clase", cuya característica particular se encontraba en participar de las sociedades europeas de una manera tangencial, desde afuera, sin que existiera realmente ese afuera. Ante esa imposibilidad de existir a un costado de los discursos de la modernidad, sobre todo cuando los judíos habían sido importantes promotores de esa modernidad, aparecen opciones como la de asimilarse completamente a las sociedades de origen, o bien replantear la cuestión judía a partir de una nueva forma de nacionalismo. El fundador del sionismo político, Theodor Herzl, pasó por una etapa asimilacionista, pero fue el propio racismo europeo el que le hizo ver la realidad de otra manera.
Herzl terminó promoviendo la creación de un estado satélite del imperialismo en un territorio que se encontraba en manos del Islam turco otomano. La conquista de ese territorio por parte de la población judía de Europa serviría para redimir la imagen del judío, que pasaría a ser la punta de lanza del imperialismo occidental, al mismo tiempo que pondría una valla de seguridad que separaría definitivamente la historia de los judíos de la de Europa (1). Aquí hay elementos interesantes de tratar. El sionismo puede ser entendido como un hijo que asesina a su padre para fundar una nueva alianza, es el miembro de la familia que ‘se va’ para nacer de nuevo con las vestiduras del colonialismo y el imperialismo que, a fin de cuentas, son el universo simbólico posible bajo el cuál puede existir.
El sionismo nace del exterminio judío en Europa y como tal no pudo concebirse en otros términos más que como la redención de los judíos, pero al mismo tiempo también de la Europa colonial de la cuál habían formado parte. Por ello, la cuestión del sionismo en Palestina parte con lo esencial del imperialismo, la conquista territorial. Así mismo, en el imaginario sionista y por supuesto el israelí actual, Israel es un Estado moderno frente a una barbarie árabe y musulmana. Concebirse en estos términos no es gratuito y supone, como voy a plantear el problema más grave del sionismo y al mismo tiempo su propia crisis permanente.
Si usted observa el mapa de Palestina y Oriente Medio (hoy donde debiera decir Palestina dice Israel) no tardará en darse cuenta de la importancia estratégica de este territorio. La franja costera llamada Palestina es el puente que une Asia con África, y si agregamos los países que se ubican al norte, podemos llegar a conformar un paso completo entre tres continentes. Esta característica no es menor, pues si bien por haber sido un punto estratégico Palestina ha debido soportar invasiones continuas y prácticamente ninguna independencia absoluta, por otra parte, ese mismo hecho la convirtió históricamente en un lugar de encuentro entre distintas culturas. Lo que hace el sionismo al instalarse en Palestina es terminar con la idea de puente intercultural y convertir al territorio en el lugar privilegiado de un grupo con poder sobre el territorio.
El sionismo se postuló como el instrumento más eficaz del imperialismo occidental cuando este rebuscaba fórmulas para reposicionarse en Oriente Medio. Tanto el imperialismo en su forma tributaria, como imponían británicos y franceses en la zona, como de tipo sionista tienen por componente base el racismo en la medida en que generan un sistema político económico basado en la desigualdad moral y material de las naciones, lo que conlleva la sumisión y la explotación de los gobernados por parte de los gobernantes a través tanto del uso opresivo de la fuerza como por otros medios (2). La diferencia fundamental del sionismo con las otras formas de imperialismo es que al representarse así mismo como la vanguardia de la cultura occidental su búsqueda consiste en instalarse poblacionalmente, "trasladándose por completo" a la zona a la que aspira gobernar. Este hecho es particular del sionismo y no puede ser comparado ni siquiera con las cruzadas medievales, dado que estas enviaban población a vivir a los territorios ocupados que mantenían los lazos sanguíneos y culturales con sus países de origen (3).
Hay un devenir en el concepto de sionismo en la medida en que ciertos logros comienzan a concretarse. Desde el primer congreso sionista de Basilea (Suiza) en 1897 hasta la creación del Estado de Israel en 1948 hay un paso fundamental desde un sionismo en construcción que admitía incluso la posibilidad de habitar Palestina junto a los palestinos, a un sionismo cuyas prácticas delataban la influencia del racismo europeo más exacerbado. Sin esencializar al sionismo en una sola posición ideológica, es evidente que dentro del movimiento terminaron primando las visiones que no consideraban la posibilidad de incluir a los árabes dentro del proyecto nacional. El momento histórico de definición del sionismo, desde el congreso de Basilea hasta 1948, coincide también con la maduración de la idea de crear un Estado árabe en Palestina, un Estado que de formarse, con todos los vicios de clase inherentes a los Estados nacionales, al menos hubiese correspondido a los intereses y a las relaciones de poder internas de las comunidades que habitaban Palestina, como en la mayoría de los países del mundo.
El primer logro objetivo del sionismo fue la Declaración Balfour de 1917, enviada por el gobierno británico a uno de los organizadores del lobby sionista en Europa Lord Rothschild. Allí se planteaba que "El Gobierno de Su Majestad contempla favorablemente el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío y hará uso de sus mejores esfuerzos para facilitar la realización de este objetivo, quedando bien entendido que no se hará nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina ni los derechos y el estatuto político de que gocen los judíos en cualquier otro país." Si consideramos que las comunidades no judías de Palestina representaban en 1917 más del 80% de la población del país, comprenderemos la coherencia entre el discurso sionista y el imperialista británico, que a su vez había ya hecho un mapa divisorio en áreas de influencia con Francia (Tratado de Sikes-Picot de 1916) y también había prometido a los árabes la independencia a cambio de la ayuda para derrocar al imperio turco otomano.
Lo que hacen británicos y sionistas es lo que siempre han hecho los imperios: ignorar al otro con esa lógica hegeliana en la que sólo existe el que tiene poder. Y podría parecer extraño que Europa viese con buenos ojos traspasar un territorio probablemente ganado a otro grupo poblacional como los judíos embarcados en el proyecto sionista, pero debemos comprender también que el sionismo, ya en los años anteriores a la Primera Guerra Mundial disponía de estructuras políticas, de órganos financieros y económicos, que se orientaban con clara decisión a lograr la conquista del territorio palestino (4). Y esas organizaciones, fundamentales para el lobby, actuaban dentro de los Estados europeos, a diferencia del nacionalismo palestino, cuyos capitales de influencia se encontraban sólo en la posesión de las tierras que los británicos y sionistas buscaban controlar.
De ahí que el paso fundamental del sionismo fuese la compra de tierras a los grandes hacendados árabes (que de todas maneras no superó el 5% del total de tierras en control del sionismo antes de la creación de Israel) y la prohibición de vender o arrendar tierras a los árabes que quedaron viviendo dentro del Estado sionista, una vez que se fundara. La tierra en este sentido es un elemento potente para comprender el despojo al que fue sometido el pueblo palestino, pero al mismo tiempo para confirmar la importancia de la posesión de los medios productores de riqueza como forma de forzar al exilio a los ‘desterrados’.
Ahora bien, el sionismo obtuvo su carta triunfal con las masacres nazis de la Segunda Guerra Mundial. Para muchos esta afirmación suena demasiado fuerte considerando que millones de seres humanos fueron asesinados brutalmente. Sin embargo, es preciso aclarar que los gestores del sionismo compartían intereses con los verdugos de los judíos en Europa, toda vez que tanto el asesinato como la expulsión masiva daban lugar a una consolidación de su propuesta política de crear un Estado donde los judíos se encontraran a salvo del racismo. Sin embargo, como ya planteado, el sionismo nace en un contexto racista y por ello (aunque no es una causalidad) su universo simbólico también se nutre de estos elementos. No está de más indagar en las similitudes entre el sionismo y el propio nacionalsocialismo, como la teoría de un espacio vital (desde el Nilo al Éufrates) o asumirse en la categoría de pueblo con características superiores (el pueblo elegido).
El desarrollo del sionismo no se deshizo de estos elementos, sino que al contrario, al construirse discursivamente en contra de ellos (en contra de los nazis y el fascismo) logra establecer una hegemonía coherente para sus seguidores (incluso superando la barrera religiosa) y para el mundo en general, que sin embargo se sostiene, al igual que el nazismo, en la exclusión del otro como principio constitutivo de la propia identidad.
Pero el problema del sionismo radica fundamentalmente en que las tres etapas por las que ha pasado (fundacional, institucional y de crisis (5)) lo han llevado a reformular sus estrategias de acuerdo a una realidad práctica. Lo que vemos hoy en Palestina no es un cambio del sionismo en términos de valoraciones respecto a la población no judía, a la que sigue comprendiendo como un ‘otro’ y ‘bárbaro’, sino una readecuación de las estrategias sionistas de acuerdo al rol que juega el Estado de Israel en el concierto internacional. La disyuntiva que marca actualmente la crisis del sionismo se refiere fundamentalmente a: reforzar el carácter judío de Israel o perseverar en las aspiraciones territoriales que le dieron origen (la creación de un Gran Israel desde el Nilo hasta el Éufrates). En ambos casos, cualquiera que sea la determinación que sigan los grupos sionistas predominantes, el problema del sionismo seguirá siendo la oposición que entre la identidad judía basada en sus términos exclusivistas y la integración al contexto en el que está inserto. La solución de un solo Estado donde convivan las personas que deseen ser parte de él sin distinción ni discriminación étnica ni religiosa, no es la que promueve hoy el sionismo, en ninguna de sus vertientes, porque de ese modo se estaría perdiendo el principio de un espacio vital exclusivo para los judíos.
Actualmente la hegemonía del sionismo es importante en Israel. Sesenta años de educación institucionalizada dan resultados respecto a la manera en que los israelíes ven a sus vecinos. Una encuesta realizada por un instituto israelí este año reveló, por ejemplo, que el 70% de la población está en desacuerdo con devolver las Alturas del Golan que Israel ocupó a Siria en 1967 (6). Esto nos habla de la importancia que tiene hoy para la población común y corriente de Israel (7) la supuesta ‘indefensión’ de su Estado frente a sus vecinos árabes, así como la legitimidad que ha adquirido para la sociedad israelí la reticencia a entregar territorios que se han adquirido a través de las guerras. Esto en parte, porque la construcción del propio Israel es producto de guerras y su población altamente militarizada mira al mundo desde esta perspectiva, como si la realidad tuviese que construirse así.
Los problemas del sionismo no sólo afectan a los países con los que tiene fronteras, sino también lo es para los palestinos que viven dentro del propio Estado sionista. Un estudio de la Universidad de Haifa en 2007 reveló que el 75 por ciento de estudiantes judíos en Israel piensa que los árabes son ignorantes, incultos y sucios (8). Si consideramos que los árabes israelíes son un quinto de la población del Estado, el problema del racismo no puede ser visto sólo como una postura estatal hacia fuera o hacia los Territorios Ocupados en los que existe una jurisdicción militar. El problema se encuentra dentro y probablemente la solución se encuentre también ahí.
En los últimos años ha sonado con fuerza la idea de crear un Estado binacional en la Palestina Histórica. Algunos sectores de la izquierda israelí, que no se reconocen como sionistas, la han promovido en conjunto con grupos de palestinos de dentro y fuera del Estado. Esta posibilidad abriría, por cierto, algunas esperanzas de que en Palestina nuevamente se pudiese vivir como antaño, sin importar la religión o el origen étnico. Sin embargo para que ello ocurra los propios israelíes tendrían que superar la base constitutiva del sionismo: el racismo.
Para concluir, creo que es necesario plantear la necesidad de hablar con los términos más explicativos posibles, dándoles un significado que permita no sólo su comprensión sino también su aplicación a realidades concretas. El sionismo es una ideología nacionalista que nace en un contexto racista, que se construye simbólicamente a través de los elementos del antisemitismo europeo de los siglos XIX y XX, y actualmente es la base ideológica que sostiene a un Estado, que por consiguiente, ha institucionalizado a través de su marco jurídico interno y sus relaciones internacionales las prácticas racistas que le dan sentido. La responsabilidad de la comunidad internacional es evidente, pero en este juego de poder el sionismo ha establecido una hegemonía que hace que sus estrategias no sean del todo perceptibles. Ese es el triunfo del sionismo, pero quizás también la causa de su final.
1. Ver Herzl, Theodor: "El Estado judío", Ediciones La Semana , Jerusalén, 1982.
2. Al Kayyali, Abdul Wahhab: "Las raíces históricas de la alianza imperialista-sionista", Ponencia presentada en el Congreso Internacional sobre Sionismo y Racismo, Bagdad 1976. Trad. Beatriz Morales Bastos. URL disponible en: http://www.al-moharer.net
3. Aunque es innegable el parecido de ambas construcciones simbólicas y también de las consecuencias que tuvieron para Oriente Medio.
4. Ver José U. Martínez Carreras: "50 años del Estado de Israel", Cuadernos de Historia Contemporánea Nº 21, Madrid 1999, pp. 355-363.
5. Fundacional es el período de 1897 a 1948, donde se consolida la idea de fundar un Estado judío. La etapa institucional va de 1948 hasta 1967, momento de integración del Estado de Israel a la comunidad internacional y de consolidación de una estructura jurídica interna. Etapa de crisis es aquella que va de 1967 hasta la actualidad. Luego de ocupados los Territorios Palestinos Israel se ve presionado por la comunidad internacional para fijar sus fronteras de manera definitiva, generando un replanteamiento de los intereses del sionismo en el concierto internacional y respecto a los propios judíos.
6. Ver Nueva Sion Online. URL disponible en: http://nuevasion.com.ar/nota.asp?IDNoticia=0005668
7. Susceptible de ser manipulada por los medios, por supuesto.
8. Ver AOL Noticias. URL disponible en: http://www.aol.es/noticias/story/La-mitad-de-los-jud%C3%ADos-israel%C3%ADes-no-quiere-%C3%A1rabes-en-sus-barrios-seg%C3%BAn-una-encuesta/4141124/index.html.
Mauricio Amar es sociólogo de la Universidad de Chile y director de la Oficina de Información Chileno-Palestina
Publicado en Revista Hoja de Ruta Nº 18, julio/agosto de 2008. (www.hojaderuta.org)
Encuesta CEP (Julio 2011): Piñera alcanza sólo 26% de apoyo y 53% de rechazo…
Encuestas CEP Y ADIMARK mes de Julio
Encuesta CEP lo sitúa con sólo el 26% de apoyo
De mal en peor: movimientos sociales hacen caer a Piñera estrepitosamente en aprobación ciudadana
El resultado del sondeo enciende las alarmas en el oficialismo, considerando que hay un sector de la derecha tradicional que tampoco está conforme con el desempeño de la actual administración. El estudio, sin embargo, no registró el impacto en la opinión pública del cambio de gabinete. [Actualizada]
por Claudia Rivas Arenas, El Mostrador
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Hasta un 26% cayó la aprobación del Presidente de la República Sebastián Piñera según la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), convirtiéndose en la más baja de la historia de los sondeos realizadas por la entidad. Paralelamente, la desaprobación a la forma cómo está conduciendo el gobierno llegó al 53 por ciento.
De este modo, el jefe de Estado cayó 18 puntos respecto de la medición anterior de noviembre-diciembre de 2010. Hasta ahora el piso pertenecía al ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, quien tras la crisis asiática llegó a marcar 28% de aprobación en mayo de 1999.
Las cifras entregadas este jueves por el CEP no hacen más que ratificar los resultados que con anterioridad han mostrado otras encuestas, como la Adimark, y que sancionan con dureza la forma cómo se ha manejado la actual administración desde el mandatario hasta los ministros en un escenario de permanente conflicto y movilizaciones.
En este sentido, las coaliciones oficialista y opositora no resultan mejor paradas que el gobierno, por cuanto la Concertación alcanza sólo el 17% de respaldo por la forma en que está ejerciendo su labor, cayendo desde el 24% que recibió en la encuesta anterior. Lo propio ocurre con la Coalición por el Cambio, que empata con sus adversarios políticos en desaprobación y baja estrepitosamente su aprobación desde el 41 al 24%.
Tal como lo indica el estudio, la opinión pública tampoco está conforme con la forma cómo el gobierno está manejando la economía. Ello, porque el 53% la desaprueba, mientras que sólo el 25% le entrega su respaldo al manejo de la administración Piñera.
Caída en atributos
Respecto de sus cualidades, el jefe de Estado también fuertemente, no sólo en aquellas más débiles que siempre le han sido más esquivas, sino también las que durante mucho tiempo se destacaron como sus principales fortalezas. Es así como ante la pregunta “con relación a las presiones de instituciones, grupos y personas, “¿cree usted que el gobierno de Sebastián Piñera, ha actuado con firmeza o debilidad?”, los consultados se inclinan en 25% por que lo ha hecho con firmeza, y un elevado 64% a que ha actuado con debilidad.
En la misma línea, y siguiendo con la misma pregunta de base, consultados acerca de la destreza y habilidad o falta de ella con que ha actuado el mandatario, el 26 por ciento decreta que ha actuado con destreza y habilidad, mientras que el 62% restante, que lo ha hecho sin destreza y habilidad. Ante la pregunta sobre si el mandatario da confianza o no, el 31% estima que sí, y el 61% que no. Asimismo, el 21% de los encuestados lo considera cercano, el 70% lo ve lejano.
los factores educación e Hidroaysén
Frente a la consulta de cómo lo ha hecho el gobierno en distintas materias, donde se han producido las más fuertes alzas de insatisfacción es en educación, donde cayó de 32% en la última medición a 10% la cifra de quienes estiman que el gobierno lo ha hecho bien o muy bien. Por el contrario, el número de quienes creen que lo ha hecho mal o muy mal se disparó a 58%.
Al mismo tiempo, el 51% estima que el gobierno lo ha hecho “mal o muy mal” en su manejo del conflicto por la aprobación de Hidroaysén; el 48% que lo ha hecho mal o muy mal en el manejo de la delincuencia; el 47% estima lo propio en materia de reconstrucción, y el 57% que lo ha hecho “mal o muy mal” en pobreza.
Los mejor evaluados
En esta encuesta CEP la ex presidenta Michelle Bachelet tiene el mérito de ser la mejor evaluada entre los personajes políticos, con el 79 por ciento de evaluación positiva y sólo 8,0 de negativa. Le sigue el ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, con 71% de positiva y 7,0% de negativa.
En tercer lugar aparece con 46% la senadora DC Soledad Alevear, quien obtiene el tercer lugar. Le siguen Carolina Tohá, Andrés Velasco, Ricardo Lagos Escobar, Evelyn Matthei, Joaquín Lavín, Marco Enríquez-Ominami, Ricardo Lagos Weber, Ena von Baer, Rodrigo Hinzpeter, y en el 13º lugar aparece el Presidente Sebastián Piñera con 34% de evaluación positiva y 35% de negativa.
Por ultimo, las figuras más importantes de la Concertación según el estudio son la ex presidenta Michelle Bachelet, con 38%, seguida de lejos por Ricardo Lagos Escobar y Ricardo Lagos Weber (con 3,0% cada uno) y Carolina Tohá y Marco Enríquez Ominami con (2,0% cada uno).
En el oficialismo, en tanto, la figura más importante, exceptuando al Presidente Piñera, es Golborne (26%), seguido mucho más atrás por Joaquín Lavín (11%), Hinzpeter y Pablo Longueira –este último recién integrado al gabinete- con dos por ciento cada uno, y Evelyn Matthei con el uno por ciento.
Metodología
El trabajo en terreno de la encuesta CEP se realizó entre el 24 de junio y el 24 de julio, siendo entrevistadas 1.554 personas mayores de 18 años que residen en sectores urbanos y rurales de todo el país, con 95% de confianza y un error muestral de tres por ciento.
Encuesta Adimark: Presidente Piñera obtiene un 30% de aprobación contra un 62% de rechazo
El rechazo al Mandatario sube dos puntos y los niveles de aprobación bajan uno en comparación con el mes anterior, cuando obtuvo un 31% de aceptación y un 60% de desaprobación. Estos son los peores resultados en lo que va de la administración Piñera. Los atributos del Presidente también caen.
por Javier Canales – 02/08/2011 – 10:24/La Tercera
LOS ATRIBUTOS TAMBIEN CAEN
En materia de atributos, el Mandatario experimenta una baja en todos, a excepción de ‘es querido por los chilenos’, que se mantiene en 37% al igual que el mes pasado, luego de caer nueve puntos.
El atributo ‘es activo y energético’, que históricamente ha sido uno de los mejores evaluados, disminuye ocho puntos, cayendo de 62% a 54%. La misma cantidad de puntos bajó la ‘capacidad para enfrentar situaciones de crisis’, que cae de 59% a 51%.
Lo siguen los atributos de ‘cuenta con autoridad’, que cae cinco puntos (de 53% a 48%); ‘cuenta con liderazgo’, que cae tres (de 50% a 47%); y ‘cuenta con capacidad para solucionar problemas del país’, que baja siete puntos (de 51% a 44%).
Más abajo, ‘es respetado por los chilenos’ baja cinco puntos (de 44% a 39%), y ‘es querido por los chilenos’ se mantiene en 37%.
Entre los peores evaluados se ubican ‘genera confianza’, que baja tres puntos, de 39% a 36%; y ‘es creíble’, que cae seis puntos, de 39% a 33%.
La gestión del Presidente Sebastián Piñera obtiene un 30% de aprobación y un 62% de rechazo. Así lo dio a conocer hoy la encuesta Adimark, correspondiente a la evaluación del mes de julio, cuyos resultados fueron publicados esta mañana.
Los niveles de evaluación positiva del Mandatario experimentan así una leve baja en comparación con los registrados por la misma encuesta el mes pasado, cuando alcanzó un 31% de aprobación contra un 60% de rechazo.
En tanto, la evaluación general al gobierno baja dos puntos su aprobación, cayendo del 31% que registraba en junio al 29% obtenido ahora en la medición de julio. La desaprobación al gobierno sube también dos puntos: de 62% en junio a 64%. Así, la evaluación a Piñera es superior a la del gobierno en su conjunto.
Luego del peak de popularidad obtenido por el Presidente tras el exitoso rescate de los mineros en octubre pasado -cuando registró un 63% de aprobación contra un 26% de rechazo- los niveles de evaluación positiva han ido bajando poco a poco, mientras han aumentado los de desaprobación.
Esta tendencia a la baja se acrecentó durante los últimos tres meses, que se han visto marcados por las masivas protestas ciudadanas por diversos motivos. Durante junio, además, se registraron protestas en las zonas afectadas por el terremoto, el gobierno debió enfrentar cuestionamientos al proceso de reconstrucción, y se mantuvo en agenda el conflicto estudiantil.
El mes recién pasado, además, se registró el segundo y mayor ajuste de gabinete efectuado por el Mandatario en lo que va de su gestión, cuando concretó un cambio de ministros en ocho de las 22 carteras.
Se espera que este jueves sea dada a conocer la encuesta realizada por el Centro de Estudios Públicos (CEP), una de las más reputadas a nivel nacional, la que, según se prevé, registraría niveles similares a los obtenidos por la Adimark.