Archive for abril 2010
Encuesta Adimark (abril, 2010): Piñera cae al 50% de adhesión y 31% de rechazo
/ Lanacion.cl
Sondeo revela además un descenso en la aprobación del gobierno en su conjunto: en marzo llegó a un 60% y en abril cayó a un 51%. Encuestadora atribuye los números al factor terremoto.
-Revise la encuesta Adimark de abril
A un 50% llegó la aprobación ciudadana al Presidente Sebastián Piñera, de acuerdo a la encuesta Adimark aplicada entre el 8 y el 26 de abril, y que fue difundida este jueves.
Si bien la cifra no representa una diferencia “estadísticamente significativa” con la de marzo pasado, donde alcanzó una adhesión de 52 puntos, donde sí hay cambios evidentes es en el nivel de rechazo al Mandatario. En este ítem, Piñera llega a 31%, lo que representa un salto de 13 puntos respecto a la medición de marzo.
También cae la aprobación al gobierno en su conjunto. En abril, la adhesión alcanzó a un 51%, mientras en marzo esta cifra llegaba a un 60%.
Al desglosar los números, la aprobación a Piñera baja en todos los estratos, sufriendo un más marcado descenso en el grupo C3. En términos de género, la popularidad de Piñera baja entre las mujeres, registrando entre ellas un 48% de aprobación, 12 puntos menos respecto al sondeo de marzo. En cambio, en los hombres, sube de un 50 a un 53%. En cuanto a edades, la baja más evidente es en el sector joven. Piñera desciende de un 64 por ciento a un 59%, en el segmento de 25 a 35 años.
FACTOR TERREMOTO
Adimark explica las cifras a partir del manejo del gobierno frente al tema de la superación de los efectos del terremoto y tsunami del 27 de febrero pasado.
De hecho, las opiniones en esta materia “se deterioran en este mes”, mientras en otras áreas “el gobierno de Piñera logra mejoras en su evaluación”, indica la encuestadora.
Prueba de ello es que en “Relaciones internacionales”, la aprobación llega a un 67%, aumentando en 8 puntos respecto a marzo. “Educación” subió a 63%, creciendo 7 puntos y en “Control de la delincuencia” alcanzó un 50%, elevándose también 7 puntos desde marzo.
En cambio, respecto al terremoto, hay caídas. Un 55% aprueba cómo el gobierno está gestionando la ayuda hacia las personas afectadas, en contraste con el 70% de marzo. En tanto, un 54% valora cómo se está desarrollando el proceso de reconstrucción. En marzo pasado, ante esta misma consulta, la aprobación ciudadana llegaba a 65 puntos.
En esta misma línea, cuando se consulta a los entrevistados si Piñera “cuenta con capacidad para solucionar problemas del país”, las respuestas positivas caen 10 puntos respecto a la medición de marzo, registrando un 69% en la actual medición.
ATRIBUTOS DE PIÑERA
También, en materia de atributos de Piñera, “la tendencia este mes es a un deterioro de estas percepciones”, dice Adimark, pese a que se ubica en casi todos ellos sobre el 60% de opiniones positivas.
La ciudadanía considera al Presidente “activo y enérgico” (76%), “cuenta con autoridad” (73%), “capacidad para enfrentar situaciones de crisis” (71%) y “respetado por los chilenos” (71%).
Sin embargo, cuando se consulta si es “creíble” o “genera confianza”, las respuestas positivas caen a 61 y 59 por ciento, respectivamente. En este último punto baja desde un 66 por ciento de la medición de marzo.
FICHA TÉCNICA
El estudio realizado entre el 8 y el 26 de abril es cuantitativo con aplicación de encuestas telefónicas. Fueron entrevistadas a 1.128 personas, de los cuales 406 entrevistas fueron realizadas en Santiago y 722 se obtuvieron en regiones.
Adimark informa que la muestra es del tipo probabilístico con selección aleatoria de hogares y de entrevistados. El universo está compuesto por hogares que disponen de teléfono en las principales ciudades del país. El error se estima en +/- 3,0%.
Krugman: cómo construir una economía ‘verde’
Sabemos cómo frenar el calentamiento de la Tierra, y los costes son asumibles. Hace falta voluntad política, según expone el premio Nobel de Economía de 2008
Si escuchan a los climatólogos -y a pesar de la implacable campaña para desacreditar su trabajo, deberían escucharlos-, hace ya mucho que habría que haber hecho algo respecto a las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. Aseguran que, si seguimos como hasta ahora, nos enfrentamos a una subida de las temperaturas mundiales que será poco menos que apocalíptica. Y para evitar ese Apocalipsis tenemos que acostumbrar a la economía a dejar de usar combustibles fósiles, sobre todo carbón.
¿Pero es posible realizar recortes drásticos en las emisiones de gases de efecto invernadero sin destruir la economía? Al igual que el debate sobre el cambio climático, el debate sobre la economía climática tiene un aspecto muy distinto visto desde dentro, en comparación con el aspecto que suele tener en los medios de comunicación populares. El lector ocasional podría tener la impresión de que hay dudas reales sobre si las emisiones pueden reducirse sin infligir un daño grave a la economía. De hecho, una vez que uno filtra las interferencias generadas por los grupos de presión, descubre que los economistas medioambientales en general coinciden en que con un programa basado en el mercado para hacer frente a la amenaza del cambio climático -uno que limite las emisiones poniéndoles un precio- se pueden obtener grandes resultados con un coste módico, aunque no despreciable. Sin embargo, hay mucho menos consenso en cuanto a la rapidez con la que deberíamos actuar, si los esfuerzos de conservación importantes deben ponerse en marcha casi de inmediato o intensificarse gradualmente a lo largo de muchas décadas.
En los párrafos siguientes presentaré un breve informe sobre la economía del cambio climático, o más exactamente, la economía de la reducción del cambio climático. Trataré de exponer los asuntos sobre los que hay un acuerdo amplio, así como aquellos que siguen siendo objeto de importantes disputas. Pero primero, una introducción a la economía básica de la protección medioambiental.
ECONOMÍA MEDIOAMBIENTAL 101
Si hay una única verdad fundamental en la economía, es esta: las transacciones entre personas mayores de edad generan beneficios mutuos. Si el precio consensuado de un artilugio es de 10 dólares y compro uno, debe de ser porque ese artilugio vale más de 10 dólares para mí. Si uno vende un artilugio a ese precio, debe de ser porque fabricarlo le cuesta menos de 10 dólares. Por tanto, comprar y vender en el mercado de los artilugios redunda en beneficio tanto de los compradores como de los vendedores. Es más, un análisis pormenorizado demuestra que si hay una competencia real en el mercado de los artilugios, de tal modo que el precio termine por hacer coincidir el número de artilugios que la gente quiere comprar con el de artilugios que otra gente quiere vender, la consecuencia es que los beneficios de productores y consumidores se maximizan. Los mercados libres son eficientes (lo que en jerga económica, al contrario que en el lenguaje coloquial, significa que nadie puede mejorar su situación sin empeorar la situación de otro).
Pero la eficiencia no lo es todo. En concreto, no hay razón para suponer que los mercados libres generarán un resultado que consideraremos justo o equitativo. De modo que el argumento de la eficiencia del mercado no dice nada sobre si deberíamos tener, por ejemplo, alguna forma de seguro sanitario garantizado, ayuda a los pobres y demás. Pero la lógica de la economía básica dice que deberíamos tratar de alcanzar objetivos sociales mediante intervenciones posmercado. Es decir, deberíamos dejar que los mercados cumplan su función, haciendo un uso eficiente de los recursos del país, y luego emplear los impuestos y las transferencias para ayudar a aquellos a quienes el mercado pasa por alto.
Pero, ¿y si un acuerdo entre personas mayores de edad supone un coste para personas que no forman parte del intercambio? ¿Qué pasa si alguien fabrica un artilugio y yo lo compro, con beneficios para ambos, pero el proceso de producir ese artilugio conlleva verter residuos tóxicos en el agua potable de otras personas? Cuando hay "efectos externos negativos" -costes que los agentes económicos imponen a otros sin pagar un precio por sus acciones- se esfuma cualquier suposición de que la economía de mercado, si se la deja a su aire, hará lo que debe. Entonces, ¿qué hacemos? La economía medioambiental trata de dar respuesta a esa pregunta.
Un modo de hacer frente a los efectos externos negativos es dictar normas que prohíban o al menos limiten los comportamientos que impongan costes especialmente altos a otros. Eso es lo que hicimos durante la primera gran oleada de legislación medioambiental a principios de los años setenta: se exigió que los coches cumpliesen unas normas sobre las emisiones de los compuestos que provocan la niebla tóxica, se exigió a las fábricas que limitasen el volumen de residuos que vertían a los ríos, y así sucesivamente. Y ese método dio sus frutos; el aire y el agua de Estados Unidos se volvieron mucho más limpios durante las décadas siguientes.
Pero aunque la regulación directa de las actividades contaminantes tiene sentido en algunos casos, es enormemente defectuosa en otros, porque no deja ningún margen para la flexibilidad o la creatividad. Pensemos en el mayor problema medioambiental de los años ochenta: la lluvia ácida. Resultó que las emisiones de dióxido de azufre de las centrales eléctricas tendían a combinarse con el agua siguiendo la dirección del viento y a generar ácido sulfúrico, que destruía la flora (y la fauna). En 1977, el Gobierno hizo su primer intento de abordar el problema y recomendó que todas las centrales nuevas alimentadas con carbón tuviesen depuradoras que eliminasen el dióxido de azufre de sus emisiones. Imponer una norma estricta a todas las centrales era problemático, porque modernizar algunas centrales más antiguas habría resultado extremadamente caro. Sin embargo, al regular únicamente las centrales nuevas, el Gobierno desaprovechó la oportunidad de lograr un control de la contaminación bastante barato en centrales que eran, de hecho, fáciles de modernizar. Salvo mediante una adquisición federal de facto del sector eléctrico, con funcionarios federales dictando instrucciones específicas para cada central, ¿cómo podía resolverse este dilema?
Entra en escena Arthur Cecil Pigou, un catedrático británico de principios del siglo XX cuyo libro de 1920, The economics of welfare (La economía del bienestar), suele considerarse la base de la economía medioambiental.
Aunque en cierto modo resulte sorprendente, teniendo en cuenta su actual condición de padrino de la ciencia medioambiental altamente desarrollada desde un punto de vista económico, Pigou no hizo verdaderamente hincapié en el problema de la contaminación. Más que centrarse en, por ejemplo, la famosa niebla de Londres (en realidad, niebla tóxica acre, provocada por millones de fuegos de carbón), abría su disertación con un ejemplo que debió de parecer cursi incluso en 1920, un caso hipotético en el que "las actividades de conservación de la caza menor de un ocupante conllevan la invasión de las tierras de un ocupante vecino por los conejos". Pero da igual. Lo que Pigou enunciaba era un principio: las actividades económicas que imponen costes no recíprocos a otras personas no siempre deben prohibirse, pero deben desaconsejarse. Y la forma correcta de frenar una actividad, en la mayoría de los casos, es ponerle un precio. Por eso, Pigou proponía que las personas que generan efectos externos negativos pagasen una cuota que reflejara los costes que imponen a otros (lo que ha llegado a conocerse como impuesto pigouviano). La versión más simple del impuesto pigouviano es una cuota sobre las aguas residuales: cualquiera que vierta contaminantes en un río, o los libere en el aire, debe pagar una suma proporcional a la cantidad vertida.
El análisis de Pigou quedó en gran parte olvidado durante casi un siglo, mientras los economistas dedicaban su tiempo a luchar contra problemas que parecían más acuciantes, como la Gran Depresión. Pero con el auge de la normativa medioambiental, los economistas desempolvaron a Pigou y empezaron a defender un planteamiento "basado en el mercado" que ofreciese al sector privado incentivos, por medio de los precios, para limitar la contaminación, en lugar de un remedio a base de "órdenes y control" que dictase instrucciones específicas en forma de normas.
La reacción inicial de muchos activistas medioambientales ante esta idea fue hostil, en gran parte por razones morales. Les parecía que la contaminación debía tratarse como un crimen, más que como algo que uno tiene derecho a hacer siempre que pague el dinero suficiente. Conflictos morales aparte, también había un escepticismo considerable en cuanto a si los incentivos mercantiles serían realmente eficaces para reducir la contaminación. Incluso, hoy, los impuestos pigouvianos tal como se idearon originalmente son relativamente raros. El ejemplo más provechoso que he podido encontrar es un impuesto holandés sobre los vertidos de agua que contienen materia orgánica.
La idea que sí ha cuajado, en cambio, es una variante que la mayoría de los economistas consideran más o menos equivalente: un sistema de permisos de emisiones comercializables, también conocido como tope y trueque. Según este modelo, se concede un número limitado de permisos para emitir un contaminante específico como el dióxido de azufre. Una empresa que quiera generar más contaminación de la que se le permite puede ir y comprar permisos adicionales de otras partes; una compañía que tenga más permisos de los que tiene intención de usar puede vender los que le sobran. Esto proporciona a todo el mundo un incentivo para reducir la contaminación, porque los compradores no tienen que adquirir tantos permisos si pueden recortar sus emisiones, y los vendedores pueden deshacerse de más permisos si hacen lo mismo. De hecho, desde un punto de vista económico, un sistema de tope y trueque produce los mismos incentivos para reducir la contaminación que un impuesto pigouviano, ya que, efectivamente, el precio de los permisos hace las veces de un impuesto sobre la contaminación.
En la práctica hay un par de diferencias importantes entre el tope y trueque y un impuesto sobre la contaminación. Una es que los dos sistemas generan tipos distintos de incertidumbre. Si el Gobierno establece un impuesto sobre la contaminación, los contaminadores saben qué precio tendrán que pagar, pero el Gobierno no sabe cuánta contaminación generarán. Si el Gobierno impone un tope, conoce la cantidad de contaminación, pero los contaminadores no saben cuál será el precio de las emisiones. Otra diferencia importante tiene que ver con los ingresos del Gobierno. Un impuesto sobre la contaminación es, bueno, un impuesto, el cual supone un coste para el sector privado mientras que genera ingresos para el Gobierno. El sistema de tope y trueque es un poco más complicado. Si el Gobierno se limita a emitir los permisos y recaudar los ingresos, entonces es exactamente igual que un impuesto. Sin embargo, el tope y trueque suele conllevar un intercambio de permisos entre los agentes existentes, por lo que los posibles ingresos van a parar a la industria en lugar de al Gobierno.
Desde el punto de vista político, repartir permisos entre la industria no es del todo malo, porque brinda un modo de compensar parcialmente a algunos de los grupos cuyos intereses sufrirían si se adoptase una política dura contra el cambio climático. Esto puede servir para que aprobar las leyes sea más factible.
Estas reflexiones políticas probablemente expliquen por qué la solución al dilema de la lluvia ácida adoptó la forma del tope y trueque y por qué los permisos para contaminar se distribuyeron gratuitamente entre las empresas eléctricas. También merece la pena señalar que el proyecto de ley Waxman-Markey, un sistema de tope y trueque para los gases de efecto invernadero que empieza concediendo muchos permisos al sector, pero saca a subasta un número creciente durante los años siguientes, fue de hecho aprobado por la Cámara de Representantes el año pasado; es difícil imaginar un impuesto generalizado sobre las emisiones que haga lo mismo durante muchos años.
Eso no significa que los impuestos sobre las emisiones no tengan ninguna posibilidad de éxito. Hace poco, algunos senadores han presentado una propuesta con una especie de solución híbrida, con tope y trueque para algunos sectores de la economía e impuestos sobre el carbono para otros (principalmente, el petróleo y el gas). La lógica política parece ser la de que el sector del petróleo piensa que los consumidores no le culparán por la subida de los precios si dichos precios reflejan un impuesto concreto.
En cualquier caso, la experiencia indica que el control de las emisiones basado en el mercado funciona. Nuestra historia reciente en relación con la lluvia ácida demuestra lo mismo. La Ley del Aire Limpio de 1990 introdujo un sistema de tope y trueque por el que las centrales eléctricas podían comprar y vender el derecho a emitir dióxido de azufre, y dejaba en manos de las empresas individuales la gestión de su actividad dentro de los nuevos límites. Como cabía esperar, con el paso del tiempo, las emisiones de dióxido de azufre de las centrales eléctricas se redujeron a casi la mitad, a un coste mucho más bajo de lo que incluso los optimistas esperaban; los precios de la electricidad bajaron en vez de subir. El problema de la lluvia ácida no desapareció, pero se redujo considerablemente. Se podría pensar que los resultados demostraban que podemos hacer frente a los problemas medioambientales cuando nos vemos obligados a hacerlo.
De modo que ahí lo tenemos, ¿no? La emisión de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero es un efecto externo negativo típico (el "mayor fallo del mercado que el mundo ha conocido jamás", en palabras de Nicholas Stern, autor de un informe sobre el tema para el Gobierno británico). La economía de los libros de texto y la experiencia del mundo real nos dicen que deberíamos tener políticas que desincentiven las actividades que generan efectos externos negativos y que, por lo general, es mejor depender de un enfoque basado en el mercado.
¿CLIMA DE DUDA?
Éste es un artículo sobre la economía del clima, no sobre la climatología. Pero antes de abordar la economía merece la pena aclarar tres cosas en relación con la situación del debate científico.
La primera es que, sin duda, el planeta se está calentando. La temperatura fluctúa y, en consecuencia, es bastante fácil encontrar un año inusualmente cálido en el pasado reciente, notar que ahora hace más frío y afirmar: "¡Ven, el planeta se está enfriando, no calentando!". Pero si se observan las pruebas como es debido -teniendo en cuenta las medias a lo largo de periodos lo bastante prolongados como para anular las fluctuaciones-, la tendencia ascendente es inequívoca: cada década sucesiva desde la de los setenta ha sido más cálida que la anterior.
En segundo lugar, los modelos climáticos predijeron esto con mucha antelación, e incluso adivinaron la magnitud del aumento de las temperaturas con bastante aproximación. Mientras que es relativamente fácil idear un análisis que haga coincidir datos conocidos, es mucho más complicado crear un modelo que prediga el futuro con exactitud. Así que el hecho de que los creadores de los modelos predijesen correctamente hace más de 20 años el calentamiento mundial futuro les da una enorme credibilidad.
Pero esa no es la conclusión que se podría extraer de los muchos informes de los medios de comunicación que se han centrado en asuntos como los mensajes de correo electrónico pirateados y los científicos que hablan de "hacer trampa" para "ocultar" una caída anómala en una serie de datos o expresan el deseo de que los artículos de los escépticos del cambio climático queden excluidos de las revisiones de investigación. La verdad, sin embargo, es que los supuestos escándalos se esfuman al analizarlos más de cerca, y solamente revelan que quienes investigan el clima también son seres humanos. Sí, los científicos procuran que sus resultados destaquen, pero no se ha suprimido ningún dato. Sí, a los científicos no les gusta que se publiquen trabajos que, en su opinión, crean deliberadamente confusión respecto a los problemas. ¿Qué tiene de extraño? No hay nada que dé a entender que no se deba seguir apoyando firmemente la investigación sobre el clima.
Y esto me lleva al tercer punto: los modelos basados en esta investigación indican que si seguimos añadiendo gases de efecto invernadero a la atmósfera como hasta ahora, terminaremos enfrentándonos a cambios drásticos en el clima. Seamos claros. No estamos hablando de unos cuantos días más de calor en verano y de un poco menos de nieve en invierno; estamos hablando de acontecimientos enormemente perjudiciales, como la transformación del suroeste de Estados Unidos en una zona de gran sequía permanente durante las próximas décadas.
Sin embargo, a pesar de la alta credibilidad de los creadores de los modelos climáticos, sigue existiendo una tremenda incertidumbre en sus previsiones a largo plazo. Pero, como veremos en breve, la incertidumbre es un argumento a favor de medidas más fuertes, no más débiles. De modo que el cambio climático exige pasar a la acción. ¿Es un programa de tope y trueque similar al modelo utilizado para reducir el dióxido de azufre el sistema adecuado?
La oposición seria al tope y trueque suele presentarse bajo dos formas: el argumento de que una acción más directa -en concreto, una prohibición de las centrales eléctricas alimentadas con carbón- sería más efectiva, y el de que un impuesto sobre las emisiones sería mejor que la comercialización de las emisiones. (Dejemos a un lado a quienes rechazan la ciencia del clima en su totalidad y se oponen a cualquier limitación de las emisiones de gases de efecto invernadero, así como a quienes se oponen al uso de cualquier clase de solución basada en el mercado). Hay argumentos a favor de cada una de esas propuestas, aunque no tantos como sus defensores creen.
En lo que respecta a la acción directa, uno puede argumentar que los economistas aman los mercados de manera insensata y excesiva, que están demasiado dispuestos a suponer que cambiar los incentivos económicos de la gente resuelve todos los problemas. En concreto, no es posible ponerle precio a algo a menos que se pueda medir con precisión, y eso puede ser complicado a la par que caro. Por eso, a veces, es mejor limitarse a establecer algunas normas básicas sobre lo que la gente puede y no puede hacer.
Fíjense en las emisiones de los coches, por ejemplo. ¿Podríamos o deberíamos cobrar a cada propietario de un coche una cuota proporcional a las emisiones de su tubo de escape? Desde luego que no. Habría que instalar caros equipos de control en cada coche y también habría que preocuparse por el fraude. Casi con certeza, es mejor hacer lo que de hecho hacemos, que es imponer normas sobre las emisiones a todos los coches.
¿Se puede exponer un razonamiento similar respecto a las emisiones de gases de efecto invernadero? Mi reacción inicial, que sospecho que compartirían la mayoría de los economistas, es que la propia escala y complejidad de la situación requiere una solución basada en el mercado, ya sea el tope y trueque o un impuesto sobre las emisiones. Después de todo, los gases de efecto invernadero son un subproducto directo o indirecto de casi todo lo producido en una economía moderna, desde las casas en las que vivimos hasta los coches que conducimos. Para reducir las emisiones de esos gases será necesario lograr que la gente modificase su comportamiento de muchas maneras diferentes, algunas de ellas imposibles de identificar hasta que tengamos un dominio mucho mayor de la tecnología ecológica. Por tanto, ¿podemos realmente conseguir avances significativos diciéndole a la gente lo que está o no está concretamente permitido? Economía 101 nos dice -probablemente con acierto- que el único modo de conseguir que la gente cambie de comportamiento adecuadamente es ponerles un precio a las emisiones, de tal manera que este coste quede a su vez incorporado en todo lo demás de una forma que refleje los impactos medioambientales finales.
Cuando los compradores vayan a la frutería, por ejemplo, se encontrarán con que las frutas y las verduras que vienen de lejos tienen precios más altos que las locales, lo que será en parte un reflejo del coste de los permisos de emisión o impuestos pagados para enviar esos productos. Cuando las empresas decidan cuánto gastarse en aislamiento, tendrán en cuenta los costes de la calefacción y el aire acondicionado, que incluyen el precio de los permisos de emisión o los impuestos pagados por la generación de electricidad. Cuando las instalaciones eléctricas tengan que elegir entre distintas fuentes de energía, tendrán que tener en cuenta que el consumo de combustibles fósiles irá asociado a unos impuestos más altos o unos permisos más caros. Y así sucesivamente. Un sistema basado en el mercado crearía incentivos descentralizados para hacer lo correcto, y ésa es la única forma de hacerlo.
Dicho eso, podrían ser necesarias algunas normas específicas. James Hansen, el destacado climatólogo a quien se le debe atribuir gran parte del mérito de haber convertido el cambio climático en un problema prioritario, ha defendido enérgicamente que la mayor parte del problema del cambio climático se debe a una sola cosa, la combustión del carbón, y que hagamos lo que hagamos tenemos que dejar de quemar carbón de aquí a 20 años. Mi reacción como economista es que un canon caro disuadiría de usar carbón en cualquier caso. Pero es posible que un sistema basado en el mercado acabe teniendo lagunas, y las consecuencias serían terribles. Así que yo defendería que se complementasen las medidas disuasorias basadas en el mercado con controles directos del uso del carbón como combustible.
¿Y qué hay de la defensa de un impuesto sobre las emisiones en lugar de un sistema de tope y trueque? No cabe duda de que un impuesto directo tendría muchas ventajas frente a leyes como la de Waxman-Markey, que está llena de excepciones y situaciones especiales. Pero esa no es en realidad una comparación útil: por supuesto que un impuesto ideal sobre las emisiones tiene mejor aspecto que un sistema de tope y trueque que la Cámara ya ha aprobado con todas sus condiciones adicionales. La pregunta es si el impuesto sobre las emisiones que realmente podría aplicarse es mejor que el tope y trueque. No hay motivos para creer que lo sería; de hecho, no hay motivos para creer que un impuesto sobre las emisiones generalizado conseguiría la aprobación del Congreso.
Para ser justos, Hansen ha expuesto un interesante argumento moral contra el sistema de tope y trueque, uno mucho más elaborado que la vieja idea de que está mal permitir que quienes contaminan compren el derecho a contaminar. Hansen llama la atención sobre el hecho de que en un mundo de tope y trueque, las buenas acciones individuales no contribuyen a los objetivos sociales. Si uno opta por conducir un coche híbrido o comprar una casa con una huella de carbono pequeña, todo lo que está haciendo es liberar permisos de emisiones para otra persona, lo que significa que uno no ha hecho nada para reducir la amenaza del cambio climático. Tiene parte de razón. Pero el altruismo no puede resolver de forma efectiva el problema del cambio climático. Cualquier solución seria debe depender principalmente de la creación de un sistema que le dé a todo el mundo un motivo egoísta para generar menos emisiones. Es una lástima, pero el altruismo climático debe ponerse por detrás de la tarea de lograr que dicho sistema funcione.
La conclusión, por tanto, es que, aunque el cambio climático puede ser un problema muchísimo más grave que el de la lluvia ácida, la lógica de cómo responder ante él es en gran medida la misma. Lo que necesitamos son incentivos de mercado para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero -junto con algunos controles directos del uso del carbón-, y el sistema de tope y trueque es una forma razonable de crear esos incentivos.
¿Pero podemos permitirnos hacer eso? Y lo que es igual de importante, ¿podemos permitirnos no hacerlo?
EL PRECIO DE LA ACTUACIÓN
Del mismo modo que existe un consenso aproximado entre los creadores de los modelos climáticos en cuanto a la trayectoria probable de las temperaturas si no actuamos para recortar las emisiones de gases de efecto invernadero, hay un consenso aproximado entre los creadores de los modelos económicos en cuanto al precio de la actuación. Esa opinión general puede resumirse de la manera siguiente: limitar las emisiones frenará el crecimiento económico, pero no demasiado. La Oficina Presupuestaria del Congreso, basándose en un estudio de modelos, ha llegado a la conclusión de que la ley Waxman-Markey "reduciría la tasa media anual de crecimiento prevista del producto interior bruto entre 2010 y 2050 entre 0,03 y 0,09 puntos porcentuales". Es decir, en el peor de los casos, reduciría el crecimiento anual medio del 2,4% al 2,31%. Básicamente, la Oficina Presupuestaria llega a la conclusión de que unas medidas fuertes para abordar el cambio climático harían que la economía estadounidense fuese entre un 1,1% y un 3,4% más pequeña en 2050 de lo que lo sería sin ellas.
¿Y qué hay de la economía mundial? En general, los creadores de los modelos tienden a calcular que las políticas sobre cambio climático reducirían la producción mundial en un porcentaje algo menor que el correspondiente a Estados Unidos. El principal motivo es que las economías incipientes como China usan actualmente la energía de un modo bastante ineficiente, en parte como consecuencia de unas políticas nacionales que han mantenido los precios de los combustibles fósiles muy bajos, y por tanto podrían conseguir un gran ahorro energético a un precio módico. Una revisión reciente de los cálculos disponibles establece el coste de una política climática muy estricta -considerablemente más agresiva que la contemplada en las propuestas legislativas actuales- en un valor situado entre el 1% y el 3% del PIB.
Esas cifras suelen provenir de un modelo que combina todo tipo de cálculos procedentes de la ingeniería y del mercado. Entre ellos están, por ejemplo, los cálculos óptimos de los ingenieros sobre cuánto cuesta generar electricidad de distintas formas, a partir del carbón, el gas, la energía nuclear y la solar, con unos precios determinados de los recursos. A continuación se hacen cálculos, basados en la experiencia histórica, sobre cuánto recortarían los consumidores su consumo de electricidad si su precio subiese. El mismo proceso se sigue con otras fuentes de energía, como el carburante. Y el modelo supone que todo el mundo opta por la mejor alternativa en función del contexto económico; que los generadores de energía eligen las formas menos caras de producir electricidad, mientras que los consumidores conservan la energía siempre que el dinero que ahorren al comprar menos electricidad supere el coste de usar menos electricidad en forma de otro gasto o de pérdida de comodidad. Después de todos estos análisis, resulta posible predecir cómo los productores y los consumidores de energía reaccionarán ante políticas que les pongan un precio a las emisiones, y qué coste final tendrán esas reacciones para la economía en su conjunto.
Naturalmente, hay casos en los que esta clase de modelo podría equivocarse. Muchos de los cálculos subyacentes son necesariamente especulativos hasta cierto punto; por ejemplo, nadie sabe realmente lo que costará la energía solar una vez que finalmente se convierta en una opción a gran escala. También hay motivos para dudar de la suposición de que la gente realmente toma las decisiones correctas: muchos estudios han descubierto que los consumidores no eran capaces de tomar medidas para ahorrar energía, como mejorar el aislamiento, aun cuando podrían ahorrar dinero si lo hicieran.
Pero, aunque sea improbable que estos modelos acierten en todo, está bien que, en vez de infravalorarlos, exageren los costes económicos de las medidas para abordar el cambio climático. Eso es lo que la experiencia del programa de tope y trueque para la lluvia ácida indica: los costes resultaron estar bastante por debajo de las predicciones iniciales. Y en general, lo que los modelos no tienen ni pueden tener en cuenta es la creatividad; sin duda, frente a una economía en la que hay grandes recompensas monetarias por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, el sector privado encontrará formas de limitar las emisiones que todavía no están en ningún modelo.
Sin embargo, lo que oímos decir a los conservadores que se oponen a la política sobre cambio climático es que cualquier intento de limitar las emisiones sería económicamente devastador. La Fundación Heritage, por ejemplo, respondió a los cálculos de la Oficina Presupuestaria sobre la ley Waxman-Markey con un largo texto titulado "La OPC subestima enormemente los costes del sistema de tope y trueque". Los efectos reales, según la fundación, serían ruinosos para las familias y la creación de empleo.
Esta reacción -este pesimismo exagerado respecto a la capacidad de la economía para sobrellevar el tope y trueque- choca frontalmente con la retórica conservadora. Al fin y al cabo, los conservadores modernos dan muestras de una profunda y casi mística confianza en la efectividad de los incentivos mercantiles (a Ronald Reagan le gustaba hablar de la "magia del mercado"). Creen que el sistema capitalista puede hacer frente a todo tipo de limitaciones, que la tecnología, por ejemplo, puede superar fácilmente cualquier restricción impuesta al crecimiento por las reservas limitadas de petróleo o de otros recursos naturales. Pero ahora afirman que este mismo sector privado es absolutamente incapaz de soportar una limitación de las emisiones generales, aun cuando dicho tope funcionaría, desde el punto de vista del sector privado, de forma muy similar al suministro de un recurso limitado, como la tierra. ¿Por qué no creen que el dinamismo del capitalismo le inducirá a encontrar modos de arreglárselas en un mundo de emisiones de carbono reducidas? ¿Por qué piensan que el mercado pierde su magia en cuanto se invocan los incentivos mercantiles en favor de la conservación?
Está claro que los conservadores abandonan toda su fe en la capacidad de los mercados para adaptarse a la política sobre cambio climático porque no quieren que el Gobierno intervenga. Su pesimismo declarado respecto al coste de la política climática es esencialmente una estratagema política más que una opinión económica razonada. Lo que los delata es la marcada tendencia que tienen los conservadores que se oponen al tope y trueque a argumentar de mala fe. El extenso documento de la Fundación Heritage acusa a la Oficina Presupuestaria del Congreso de cometer errores lógicos elementales, pero si uno lee de hecho el informe de la oficina, está claro que la fundación lo está malinterpretando intencionadamente. Los políticos conservadores han sido aún más descarados. El Comité Nacional Republicano del Congreso, por ejemplo, publicó varios comunicados de prensa citando específicamente un estudio del Massachusetts Institute of Technology (MIT en sus siglas en inglés) como base para afirmar que el tope y trueque costaría 3.100 dólares a cada familia, a pesar de los repetidos intentos por parte de los autores del estudio de aclarar que la cifra real representaba aproximadamente sólo una cuarta parte de eso.
La verdad es que no hay investigaciones creíbles que indiquen que tomar medidas enérgicas contra el cambio climático esté fuera de las posibilidades de la economía. Incluso si uno no confía plenamente en los modelos -y no debería hacerlo-, la historia y la lógica indican que los modelos exageran, no subestiman, los costes de la actuación climática. Podemos permitirnos hacer algo respecto al cambio climático.
Pero eso no equivale a decir que debamos hacerlo. La actuación tendrá costes, y éstos deben compararse con los de la falta de actuación. Sin embargo, antes de llegar a ese punto, permítanme tocar un tema que se volverá esencial si realmente ponemos en marcha la política climática: cómo lograr que el resto del mundo nos acompañe en el esfuerzo.
EL SÍNDROME DE CHINA
Estados Unidos sigue siendo la mayor economía del mundo, lo que convierte al país en una de las mayores fuentes de gases de efecto invernadero. Pero no es la mayor. China, que quema mucho más carbón por dólar del producto interior bruto que Estados Unidos, lo superó según ese criterio hace unos tres años. En general, los países desarrollados -el club de los ricos del que forman parte Europa, América del Norte y Japón- son responsables de solamente la mitad más o menos de las emisiones de efecto invernadero, y esa es una fracción que se reducirá con el paso del tiempo. En resumen, no puede haber una solución para el cambio climático a menos que el resto del mundo, y las economías incipientes en particular, participen de forma importante.
Invariablemente, quienes se resisten a hacer frente al cambio climático señalan la naturaleza mundial de las emisiones como motivo para no actuar. Limitar las emisiones de Estados Unidos no servirá de mucho, sostienen, si China y otros no nos acompañan en el esfuerzo. Y subrayan la obstinación de China en las negociaciones de Copenhague como prueba de que otros países no cooperarán. De hecho, las economías incipientes consideran que tienen derecho a emitir libremente sin preocuparse por las consecuencias (eso es lo que los países que hoy son ricos pudieron hacer durante siglos). No es posible conseguir una cooperación mundial en relación con el cambio climático, prosigue el argumento, y eso significa que no tiene sentido tomar ninguna medida en absoluto.
Para quienes piensan que tomar medidas es esencial, la pregunta correcta es cómo convencer a China y a otros países emergentes de que participen en la limitación de las emisiones. Las zanahorias, o incentivos positivos, son una respuesta. Imaginen que se establecen sistemas de tope y trueque en China y Estados Unidos (pero permitiendo el trueque internacional de los permisos, de manera que las empresas chinas y estadounidenses puedan comprar y vender los derechos de emisiones). Al establecer topes generales a niveles pensados para garantizar que China nos venda un número considerable de permisos, estaríamos de hecho pagando a China para que recortase sus emisiones. Dado que las pruebas indican que el coste de recortar las emisiones sería más bajo en China que en Estados Unidos, esto podría ser un trato ventajoso para todos.
¿Pero qué pasa si los chinos (o los indios, o los brasileños, etcétera) no quieren participar en dicho sistema? Entonces hacen falta tanto varas como zanahorias. En concreto, hacen falta aranceles sobre el carbono.
Un arancel sobre el carbono sería un impuesto sobre los productos importados proporcional al carbón emitido al fabricar dichos productos. Supongamos que China se niega a reducir las emisiones, mientras que Estados Unidos adopta unas políticas que establecen un precio de 100 dólares por cada tonelada de emisiones de carbono. Si Estados Unidos impusiese ese arancel sobre el carbono, cualquier envío de productos chinos a Estados Unidos cuya producción conllevase la emisión de una tonelada de carbono estaría gravado con un impuesto de 100 dólares que se añadirían a cualquier otro impuesto. Esos aranceles, si fuesen impuestos por los actores más importantes -probablemente Estados Unidos y la Unión Europea-, ofrecerían a los países que no cooperan un incentivo considerable para que se replanteasen su postura.
A la objeción de que una política así sería proteccionista, una violación de los principios del libre comercio, una posible respuesta es: ¿y qué? Mantener los mercados mundiales abiertos es importante, pero evitar una catástrofe planetaria es mucho más importante. Sin embargo, se puede argumentar de todos modos que los aranceles sobre el carbono entran dentro de las normas de las relaciones comerciales normales. Siempre que el arancel impuesto al contenido de carbono de las importaciones sea comparable al precio de los permisos de carbono nacionales, la consecuencia es cobrar a los consumidores un coste que refleja el carbono emitido en lo que compran, independientemente de dónde se fabrique. Eso debería ser legal según las normas del comercio internacional. De hecho, hasta la Organización Mundial del Comercio, que se encarga de supervisar las políticas comerciales, ha publicado un estudio que indica que los aranceles sobre el carbono serían aceptables.
Huelga decir que las negociaciones reales para lograr que se coopere y se actúe a escala mundial contra el cambio climático serían mucho más complejas y tendenciosas de lo que esta exposición da a entender. Pero el problema no es tan inabordable como se suele afirmar. Si Estados Unidos y Europa decidiesen tomar medidas sobre política climática, casi seguro que serían capaces de engatusar y presionar al resto del mundo para que se una al esfuerzo. Podemos hacerlo.
EL PRECIO DE LA FALTA DE ACTUACIÓN
En los debates públicos, los escépticos del cambio climático han ganado terreno claramente durante los dos últimos años, aun cuando últimamente se ha visto que es probable que 2010 sea el año más caluroso de los registrados. Pero los propios creadores de los modelos climáticos se sienten cada vez más pesimistas. Lo que antes eran las peores situaciones posibles se han convertido en previsiones de partida, y algunas organizaciones han duplicado sus predicciones sobre el aumento de la temperatura en el transcurso del siglo XXI. Tras este nuevo pesimismo se oculta una preocupación cada vez mayor por los efectos de acoplamiento (por ejemplo, la liberación de metano, un importante gas de efecto invernadero, desde los lechos marinos y la tundra, a medida que el planeta se calienta).
En estos momentos, las previsiones sobre el cambio climático, suponiendo que sigamos como hasta ahora, se agrupan en torno al cálculo de que en 2100 las temperaturas medias serán unos cinco grados centígrados más altas de lo que lo eran en 2000. Eso es mucho (equivale a la diferencia de las temperaturas medias de Nueva York y el centro del Estado de Misisipi). Un cambio tan grande sería enormemente perjudicial. Y los problemas no terminarían aquí: las temperaturas seguirían subiendo.
Además, los cambios en la temperatura media no serán ni mucho menos la única alteración. Los patrones de precipitación cambiarán, y algunas regiones se volverán mucho más húmedas, y otras, mucho más secas. Muchos creadores de modelos también predicen tormentas más intensas. El nivel de los océanos subirá, y el impacto se verá intensificado por esas tormentas: la inundación costera, que ya es una fuente importante de desastres naturales, se volvería mucho más frecuente y grave. Y podría haber cambios drásticos en el clima de algunas regiones a medida que las corrientes oceánicas se modifiquen. Siempre merece la pena tener en cuenta que Londres tiene la misma latitud que Labrador; sin la corriente del Golfo, Europa Occidental apenas sería habitable.
Aunque un clima más cálido podría tener algunas ventajas, parece casi seguro que un trastorno de esta magnitud haría que Estados Unidos, y el mundo en su conjunto, fuese más pobre de lo que lo sería en otras circunstancias. ¿Cuánto más pobre? Si la nuestra fuese una sociedad preindustrial y principalmente agrícola, el cambio climático radical sería evidentemente catastrófico. Pero tenemos una economía avanzada, del tipo que históricamente ha demostrado tener gran capacidad para adaptarse a circunstancias cambiantes. Si esto suena parecido a mi argumento sobre que los costes de los límites de las emisiones serían soportables, así debe ser: la misma flexibilidad que debería permitirnos soportar unos precios del carbono mucho más altos también debería ayudarnos a hacer frente a una temperatura media algo más alta.
Pero hay al menos dos motivos para tomarse con precaución las valoraciones positivas de las consecuencias del cambio climático. Uno es que, como acabo de señalar, no se trata sólo de tener un clima más cálido: muchos de los costes del cambio climático es probable que se deban a las sequías, las inundaciones y las tormentas fuertes. El otro es que, mientras que las economías modernas pueden ser enormemente adaptables, a los ecosistemas puede que no les suceda lo mismo. La última vez que la Tierra experimentó un calentamiento cuyo ritmo era similar al que ahora esperamos fue durante el máximo térmico del Paleoceno-Eoceno, hace unos 55 millones de años, cuando las temperaturas aumentaron unos seis grados centígrados en el transcurso de unos 20.000 años (lo cual es un ritmo mucho más lento que el del calentamiento actual). Esa subida estuvo unida a extinciones masivas, lo cual, por decirlo suavemente, probablemente no sería bueno para el nivel de vida.
De modo que, ¿cómo podemos ponerle un precio a los efectos del calentamiento global? Los cálculos más citados, como los del Modelo Dinámico Integrado de Clima y Economía, conocido como DICE por sus siglas en inglés y empleado por William Nordhaus, de Yale, y sus compañeros, dependen de unas elaboradas conjeturas para atribuir un valor a los efectos negativos del calentamiento global para algunos sectores cruciales, especialmente la agricultura y la protección costera, y luego tratar de dejar cierto margen para otras posibles repercusiones. Nordhaus ha sostenido que un aumento de la temperatura mundial de 2,5 grados centígrados -que era antes la previsión aceptada para 2100- reduciría el producto mundial bruto en algo menos del 2%. ¿Pero qué pasaría si, como indica un número cada vez mayor de modelos, el aumento real de la temperatura fuese el doble? Nadie sabe realmente cómo hacer esa extrapolación. Acierte o no, el modelo de Nordhaus calcula que las pérdidas debidas a un aumento de cinco grados serían de alrededor del 5% del producto bruto mundial. Sin embargo, muchos críticos han sostenido que el coste sería mucho más alto.
A pesar de la incertidumbre, resulta tentador hacer una comparación directa entre las pérdidas calculadas y los cálculos de lo que costarían las políticas climáticas: el cambio climático reducirá el producto mundial bruto en un 5%; detenerlo costará el 2%, así que, adelante. Desgraciadamente, los cálculos no son tan sencillos por al menos cuatro motivos.
Primero, ya se está cociendo un considerable calentamiento global como consecuencia de las emisiones del pasado y porque, incluso con unas medidas fuertes contra el cambio climático, lo más probable es que la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera siga aumentando durante muchos años. Por tanto, incluso si los países de todo el mundo consiguen frenar el cambio climático, seguiremos teniendo que pagar por nuestra falta de actuación inicial. Como consecuencia, los cálculos de las pérdidas de Nordhaus pueden superar a los beneficios de la actuación.
Segundo, los costes económicos de los límites de las emisiones empezarían a producirse en cuanto la política entrase en vigor y, según la mayoría de las propuestas, serían considerables dentro de unos 20 años. Por otra parte, si no actuamos, los grandes costes probablemente llegarían a finales de este siglo (aunque algunas cosas, como la transformación del suroeste de Estados Unidos en una zona desértica, podrían llegar mucho antes). Así que la forma de comparar esos costes depende de cómo se valoren los costes en el futuro lejano en relación con los costes que se presentarán mucho antes.
Tercero, y yendo en dirección contraria, si no tomamos medidas, el calentamiento global no se detendrá en 2100: las temperaturas, y las pérdidas, seguirán aumentando. De modo que si uno le da importancia al futuro muy, muy lejano, las razones para actuar son más sólidas de lo que incluso los cálculos para 2100 dan a entender.
Por último, está el importantísimo problema de la incertidumbre. No sabemos a ciencia cierta la magnitud del cambio climático, lo cual es inevitable, porque hablamos de alcanzar niveles de dióxido de carbono en la atmósfera que no se han visto en millones de años. La reciente duplicación de las cifras previstas para 2100 por muchos modelos es en sí misma una muestra del alcance de esa incertidumbre; quién sabe qué revisiones podrían producirse en los próximos años. Aparte de eso, nadie sabe realmente cuánto daño causaría un aumento de las temperaturas del calibre que ahora se considera probable.
Podrían pensar que esta incertidumbre debilita el argumento en favor de la actuación, pero en realidad lo refuerza. Como ha sostenido Martin Weitzman, de Harvard, en varios artículos influyentes, si hay una posibilidad significativa de que se produzca una catástrofe absoluta, esa posibilidad -más que la cuestión de qué es más probable que suceda- debería dominar los cálculos de los costes frente a los beneficios. Y la de la catástrofe absoluta sí que parece una posibilidad realista, aun cuando no sea el resultado más probable.
Weitzman sostiene -y yo estoy de acuerdo- que este riesgo de una catástrofe, más que los detalles de los cálculos de los costes frente a los beneficios, es el argumento más poderoso a favor de una política climática rigurosa. Las previsiones actuales sobre el calentamiento global en ausencia de medidas para combatirlo están demasiado cerca de las clases de cifras que se asocian a las peores de las perspectivas. Sería irresponsable -resulta tentador decir que criminalmente irresponsable- no alejarse de lo que muy fácilmente podría resultar ser el borde de un precipicio.
Aun así, eso abre un gran debate sobre la velocidad de las actuaciones.
LA RAMPA CONTRA EL ‘BIG BANG’
Los economistas que analizan las políticas climáticas coinciden en algunos puntos clave. Hay un amplio consenso en cuanto a que tenemos que poner precio a las emisiones de carbono, y que este precio debe terminar siendo muy alto, pero que los efectos económicos negativos de esta política tendrán una magnitud abarcable. En otras palabras, podemos y debemos actuar para limitar el cambio climático. Pero hay un debate encarnizado entre los analistas expertos respecto al ritmo, la rapidez con que los precios del carbono deben subir hasta niveles significativos.
Por una parte están los economistas que llevan muchos años trabajando en los llamados modelos de evaluación integrada, que combinan modelos de cambio climático con modelos que describen tanto el daño debido al calentamiento global como los costes debidos al recorte de las emisiones. En su mayor parte, el mensaje de estos economistas es una especie de versión para el cambio climático de la famosa plegaria de san Agustín: "Dame castidad y continencia, pero no ahora". Así, el modelo DICE de Nordhaus afirma que el precio de las emisiones de carbono subirá finalmente hasta más de 200 dólares por tonelada, en la práctica más del cuádruple del coste del carbón, pero que la mayor parte de ese aumento debería llegar a finales de este siglo, y que la mucho más modesta tasa inicial debería ser de 30 dólares por tonelada. Nordhaus llama "rampa de la política climática" a esta recomendación de una política que se intensifica poco a poco durante un largo periodo.
Por otra parte, hay algunos más recientemente llegados al campo que trabajan con modelos similares, pero que llegan a conclusiones diferentes. El más conocido, Nicholas Stern, un economista de la London School of Economics, defendía en 2006 una actuación rápida y agresiva para limitar las emisiones, lo que muy probablemente conllevaría unos precios del carbono mucho más altos. Esta postura alternativa no parece tener un nombre consensuado, así que permítanme llamarla "big bang de la política climática".
Me resulta más fácil encontrarles el sentido a los argumentos si pienso en las políticas para reducir las emisiones de carbono como en una especie de proyecto de inversión pública: uno paga un precio ahora y obtiene unos beneficios en forma de un planeta menos dañado más tarde. Y cuando digo más tarde, me refiero a mucho más tarde; las emisiones de hoy influirán sobre la cantidad de carbono en la atmósfera durante décadas y posiblemente siglos futuros. Así que si quieren evaluar si merece la pena hacer una inversión determinada en la reducción de las emisiones tienen que calcular el daño que hará una tonelada adicional de carbono en la atmósfera no sólo este año, sino dentro de un siglo o más; y también tienen que decidir cuánta importancia le atribuyen a un daño que tardará mucho tiempo en materializarse.
Los defensores de la política rampa sostienen que el daño hecho por una tonelada adicional de carbono en la atmósfera es bastante bajo con las concentraciones actuales; el coste no será realmente grande hasta que haya mucho más dióxido de carbono en el aire, y eso no sucederá hasta finales de este siglo. Y sostienen que unos costes tan lejanos en el tiempo no deberían tener una gran influencia sobre la política actual. Señalan los tipos de rendimiento del mercado, que indican que los inversores dan poca importancia a los beneficios o pérdidas que experimentarán en un futuro lejano, y argumentan que las políticas oficiales, incluidas las políticas climáticas, deberían hacer lo mismo.
Los defensores del big bang sostienen que el Gobierno debería tener mucha más perspectiva que los inversores privados. Stern, concretamente, defiende que los responsables políticos deberían dar la misma importancia al bienestar de las generaciones futuras que al de las actuales. Además, los defensores de la acción rápida sostienen que el daño debido a las emisiones podría ser mucho mayor de lo que indican los análisis de la política rampa, ya sea porque las temperaturas globales son más sensibles a las emisiones de efecto invernadero de lo que se creía, o porque el daño económico debido a una gran subida de las temperaturas es mucho mayor de lo que afirman los cálculos aproximados de los modelos rampa.
Como economista profesional, este debate me resulta doloroso. Hay personas inteligentes y bienintencionadas en ambos lados -algunos de ellos, como suele ocurrir, viejos amigos y mentores míos-, y ambos lados se han apuntado algunos tantos importantes. Desgraciadamente, no podemos declarar un empate honorable, porque hay que tomar una decisión.
Personalmente, me inclino por la opinión del big bang. El argumento moral de Stern a favor de amar a las generaciones no nacidas igual que nos amamos a nosotros mismos puede resultar demasiado fuerte, pero se puede argumentar convincentemente que la política pública debe tener una perspectiva mucho más amplia que la de los mercados privados. Y lo que es más importante, las recomendaciones de la política rampa se parecen demasiado a la realización de un experimento muy arriesgado con el planeta entero. La política preferida por Nordhaus, por ejemplo, estabilizaría la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera a un nivel que es aproximadamente el doble de la media preindustrial. Según su modelo, esto sólo tendría unas consecuencias moderadas para el bienestar mundial; ¿pero hasta qué punto podemos confiar en esto? ¿Cómo podemos estar seguros de que esta clase de cambios en el medio ambiente no conduciría a una catástrofe? No lo bastante seguros, diría yo, especialmente porque, como he señalado antes, los creadores de modelos climáticos han elevado radicalmente sus cifras aproximadas de calentamiento futuro en tan sólo los dos últimos años.
Así que, básicamente, me quedo con el argumento de Martin Weitzman: la probabilidad no insignificante de un desastre absoluto es la que debe dominar nuestro análisis político. Y eso es un argumento a favor de las medidas agresivas para frenar las emisiones ya.
LA ATMÓSFERA POLÍTICA
Como he mencionado, la Cámara de Representantes de Estados Unidos ya ha aprobado el proyecto de ley Waxman-Markey, una legislación bastante sólida destinada a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. No es tan radical como lo que proponen los defensores del big bang, pero sus medidas parecen más rápidas que las propuestas por la política rampa. Pero la votación de la ley Waxman-Markey que se celebró el pasado junio puso de manifiesto la clara división que existe en el Congreso. Tan sólo 8 republicanos votaron a favor, mientras que 44 demócratas votaron en contra. Y todo indica que no se aprobaría si tuviese que ser sometido a votación hoy.
Las perspectivas en el Senado, donde hacen falta 60 votos para que se aprueben la mayoría de las leyes, son aún peores. Algunos senadores demócratas, representantes de Estados agrícolas y productores de energía, han hecho declaraciones en contra del sistema de tope y trueque (la agricultura estadounidense moderna es una gran consumidora de energía). En el pasado, algunos senadores republicanos han apoyado el tope y trueque. Pero con el partidismo en auge, la mayoría de ellos ha cambiado de tono. El cambio de actitud más sorprendente ha sido el de John McCain, que tuvo un papel protagonista en la promoción del tope y trueque y presentó un proyecto de ley similar al de Waxman-Markey en 2003. Hoy, McCain desprecia la idea en sí llamándola "tope e impuesto", para consternación de sus ex ayudantes.
Ah, y un invierno muy nevado en la Costa Este de Estados Unidos les ha brindado a los escépticos del cambio climático una buena oportunidad, aun cuando a escala mundial éste ha sido uno de los inviernos más cálidos que se han registrado.
Por tanto, las perspectivas inmediatas de las actuaciones climáticas no parecen prometedoras, a pesar del esfuerzo constante de tres senadores -Kerry, Lieberman y Graham- por presentar una propuesta negociada. (Tienen previsto presentar una ley a finales de este mes). Pero el problema no va a desaparecer. Es bastante probable que las temperaturas récord que el mundo situado fuera de Washington ha conocido en lo que llevamos de año continúen, lo que privaría a los escépticos de uno de sus principales argumentos. Y en un sentido más general, dados los vaivenes de la política estadounidense en los últimos años -desde 2005, la creencia generalizada ha pasado del dominio republicano permanente al dominio demócrata permanente y a Dios sabe qué-, tiene que haber una posibilidad real de que renazca el apoyo político a la actuación contra el cambio climático.
Si lo hace, el análisis económico estará preparado. Sabemos cómo limitar las emisiones de gases de efecto invernadero. Tenemos un buen conocimiento de los costes, y son asumibles. Todo lo que necesitamos ahora es la voluntad política. –
Paul Krugman es profesor de Economía de Princeton y premio Nobel de Economía en 2008. © New York Times Service. Traducción de News Clips.
EL PAIS.COM
Bolivia: planteo radical en la cumbre medioambiental…
Los firmantes se comprometieron a detener las explotaciones hidrocarburíferas y forestales en las selvas, respetar el derecho a la consulta en estas comunidades y la titulación de tierras a favor de comunidades y pueblos indígenas.
Por Sebastián Ochoa, desde Cochabamba
El vice boliviano García Linera, Evo Morales, Hugo Chávez y Tomás Borge en la cumbre ecológica de Cochabamba.
Imagen: EFE.
Los encuentros sociales para proponer alternativas al fin del mundo concluyeron con planteos radicales y ambiciosos. El cumplimiento del Acuerdo de Cochabamba obligaría a los países, incluido Bolivia, a olvidarse de extraer recursos naturales de selvas y territorios indígenas. O al menos consultar a las comunidades, como dicen varios tratados internacionales intrascendentes para los estados adheridos. Además los llevaría a cambiar sus matrices energéticas por otras que no contaminen la atmósfera. Miles de personas dejaron esta ciudad persuadidas de que sus consensos se concretarán en algo. Según ellos, toca ahora a los gobiernos encargarse del reclamo o pagar también esas consecuencias. Como señal de que tomará en cuenta el texto elaborado por 35 mil personas, el gobierno boliviano anunció la creación del Ministerio de la Madre Tierra.
Los documentos de las 17 mesas de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra (Cmpcc) no tienen grandes diferencias con la resolución de la Mesa 18, que sesionó también en Cochabamba sin el reconocimiento del gobierno. Muchas personas participaron en ambos espacios, muchas otras fueron con las mismas propuestas: detener las explotaciones forestales e hidrocarburíferas en las selvas, respetar el derecho a la consulta en estas comunidades y la titulación de tierras a favor de comunidades y pueblos indígenas.
“Este modelo capitalista impone megaproyectos de infraestructura, invade territorios con proyectos extractivistas, privatiza y mercantiliza el agua y militariza los territorios expulsando a los pueblos indígenas y campesinos de sus territorios, impidiendo la soberanía alimentaria y profundizando la crisis socioambiental”, denuncia el texto de la Cmpcc.
“Los gobiernos deben eliminar las concesiones forestales y apoyar la conservación del petróleo bajo la tierra y detener urgentemente la explotación de hidrocarburos en las selvas”, dice el acuerdo cochabambino.
En este sentido, sostiene que “la mejor estrategia y acción para evitar la deforestación y degradación y proteger los bosques nativos y la selva es reconocer y garantizar los derechos colectivos de las tierras y territorios, considerando especialmente que la mayoría de los bosques y selvas están en los territorios de pueblos y naciones indígenas, comunidades campesinas y tradicionales”.
También demanda “la plena y efectiva aplicación del derecho a la consulta, la participación y el consentimiento previo, libre e informado de los pueblos indígenas en todos los procesos de negociación, así como en el diseño e implementación de las medidas relativas al cambio climático”.
Para ello, exigen que se respeten instrumentos de derecho internacional, como el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), aprobado en la mayoría de los países de las Naciones Unidas; o la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, elaborado por la ONU pero constitucionalizado sólo por Bolivia.
El documento final reflejó la preocupación de los acreditados, venidos de 140 países, por la explotación acelerada de los recursos de este mundo. “En la actualidad ya se ha excedido en más de un 30 por ciento la capacidad del planeta para regenerarse. A este ritmo de sobreexplotación de nuestra Madre Tierra, se necesitarían dos planetas para el 2030”, según el acuerdo.
Ese motivo, entre otros, justificó la propuesta de hacerle derechos a la Tierra. “En un sistema interdependiente, del cual los seres humanos somos uno de sus componentes, no es posible reconocer derechos solamente a la parte humana sin provocar un desequilibrio en todo el sistema. Para garantizar los derechos humanos y restablecer la armonía con la naturaleza, es necesario reconocer y aplicar efectivamente los derechos de la Madre Tierra”, dice el texto.
Algunos de los derechos propuestos para la Tierra son “a la vida y a existir”, “a ser respetada”, “a la continuación de sus ciclos y procesos vitales libre de alteraciones humanas”, “al agua como fuente de vida”, “al aire limpio”, “a estar libre de la contaminación y polución de desechos tóxicos y radiactivos”.
De acuerdo con el Protocolo de Kioto, los 42 países más industrializados están obligados a disminuir sus emisiones de gases contaminantes en un cinco por ciento entre 2008 y 2012. En la Conferencia de Partes de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 15) realizada en diciembre pasado en Copenhague, se propuso que de aquí en adelante cada país emitiera menos gases en forma voluntaria, según las necesidades de sus negocios.
En la Cmpcc definieron que entre 2013 y 2020 los 42 países del llamado Anexo 1 reduzcan sus emisiones en un 50 por ciento. Esa posición defenderá Bolivia en la COP 16, que será a fin de año en Cancún, México. Posiblemente, algunos de los 48 gobiernos que enviaron delegaciones oficiales a esta conferencia apoyen este reclamo.
Con una reducción del 50 por ciento se espera que el aumento de la temperatura del planeta no sobrepase los dos grados en el próximo siglo y se estabilice en 1,5. El Entendimiento de Copenhague, deplorado por la concurrencia, plantea una tolerancia de hasta dos grados. Sin embargo, varios científicos presentes en la Cmpcc destacaron que ese entendimiento llevaría a que la Tierra tuviera cuatro grados más y muchas poblaciones costeras menos.
También definieron la creación de un Tribunal Internacional de Justicia Climática, encargado de juzgar a los estados y empresas que contaminen. Para que esta instancia funcione, en la Cmpcc exigieron una “profunda reforma” en la estructura de la ONU. Y convocaron a la constitución de un movimiento global que vigile la aplicación del Acuerdo de Cochabamba, cuyo texto entero se encuentra en http://www.cmpcc.org.
Calcularon que el costo de la deuda climática de los países industrializados hacia los empobrecidos ascendería al seis por ciento anual de sus PBI. “Esto es viable tomando en cuenta que gastan un monto similar en defensa nacional y destinaron cinco veces más para rescatar bancos y especuladores en quiebra, lo que cuestiona seriamente sus prioridades mundiales y su voluntad política”, se lee en el acuerdo.
El gobierno de Evo Morales quiso dar el primer paso para ese lado y proclamó la creación del Ministerio de la Madre Tierra. El vicepresidente, Alvaro García Linera, dijo que la nueva cartera recogerá “buena parte de lo que hoy es el Viceministerio de Medio Ambiente y Agua, pero también está claro que tendrá que asumir responsabilidades en función del documento de Cochabamba”.
Aprobar la ley de la Madre Tierra no debiera traer dificultades al actual gobierno, que controla dos tercios de votos en la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Como país capitalista atrasado, Bolivia debería desistir en sus intenciones de extraer petróleo del selvático norte de La Paz, según denuncia el pueblo indígena Leco a la empresa Petroandina, conformada por YPFB (del Estado Plurinacional) y Pdvsa (de capitales venezolanos). También tendría que respetar el derecho a la consulta de los indígenas que viven cerca de emprendimientos mineros, como reclaman los quechuas y aymaras reunidos en el Consejo Nacional de Markas y Ayllus de Qullasuyu (Conamaq). Esta organización, aunque aliada al gobierno de Morales, promovió la creación de la Mesa 18.
Este espacio, que contó con más de tres mil inscriptos, sesionó a tres cuadras de la conferencia, en la localidad de Tiquipaya, Cochabamba. Allí se explayaron sobre casos puntuales de contaminación en poblaciones y quitaron un poco de romanticismo al “proceso de cambio” que por un lado pronuncia discursos en defensa de la Pachamama, pero por otro avala la operación de transnacionales que rechaza la población. Además de conflictos bolivianos, aquí trataron sobre la lucha por la propiedad colectiva de la tierra de campesinos de Córdoba y los perjuicios que ocasionan empresas mineras en Catamarca y San Juan, entre otros.
Esclavos en tiempos de Evo
Por Santiago O’Donnell
En el Chaco boliviano, cerca de la frontera con Argentina y Paraguay, actualmente viven unas 600 familias guaraníes en condiciones que constituyen formas contemporáneas de esclavitud. Lo dice así, con todas las letras, un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) publicado esta semana.
Por supuesto que el Chaco boliviano no es el único lugar del mundo, ni de la región, ni siquiera de Bolivia, donde se practica la esclavitud. Según la Organización Internacional del Trabajo, en América latina y el Caribe la incidencia de trabajo forzoso es de 2,5 víctimas por cada mil habitantes. Pero el caso del Chaco boliviano es quizás el más flagrante y alevoso, o simplemente el mejor documentado. Según la comisión, las prácticas esclavistas en esa zona se vienen llevando adelante desde hace más de un siglo, “ante la pasividad de las autoridades regionales e internacionales”.
Lo llamativo es que cuatro años del gobierno más progresista de la región no han podido revertir esta situación. Se trata del gobierno del primer presidente indígena de América latina, símbolo y emergente de las luchas políticas de los movimientos sociales. Un gobierno indudablemente comprometido con los derechos de los pueblos originarios, que lleva adelante la reforma agraria más radical de toda la región.
Ese gobierno no ha podido erradicar la esclavitud en su propio país, ni generar las condiciones para que el pueblo guaraní del Chaco boliviano pueda subsistir dignamente. Y no es que no lo haya intentado.
El informe de la CIDH detalla la batería de iniciativas que adoptó el gobierno de Morales en favor de los guaraníes chaqueños, pero también cómo distintos factores y actores conspiran en contra de esas medidas hasta tornarlas poco menos que inútiles –y en algunos casos hasta contraproducentes– para los intereses de sus supuestos beneficiarios.
Por decirlo mal y pronto, los enclaves esclavistas están situados en territorio controlado por la oposición. Por esa razón, el interés de los latifundistas por mantener el statu quo se mimetiza con el reclamo autonomista que la oposición utiliza para obstaculizar las reformas del gobierno.
Embanderados en la causa opositora, los hacendados resisten por la fuerza cualquier intento del gobierno por comprobar los abusos in situ y por redistribuir tierras en favor de los guaraníes. La situación se complica porque esos hacendados además forman parte de la elite política que gobierna la región. Como la presencia del Estado boliviano en el Chaco es casi nula, son esos hacendados quienes controlan la administración de la justicia y de la seguridad.
La comisión pudo constatar que ese control se extiende a la circulación de los habitantes de la región, ya que la mayoría de los caminos están atravesados por tranqueras con cadena y candado, porque los hacendados los reclaman como propios.
Y a todo esto se suma el factor racial. Los esclavos son todos guaraníes y sus patrones son todos blancos. Esto, en un país que acaba de sancionar una Constitución plurinacional que reconoce la autonomía de los pueblos originarios.
Según la CIDH, las prácticas esclavistas en el Chaco fueron alentadas durante décadas por el Estado boliviano, que despojó a los habitantes originarios de sus tierras para entregárselas a grandes latifundistas. La reforma agraria de la década del ‘50, que transformó al resto del país, pasó casi inadvertida en el Chaco, donde la elite local consiguió preservar todos sus privilegios.
“Efectivamente, dicha reforma en algunos aspectos fortaleció el poder económico y político de los hacendados del Chaco, los cuales tenían fuertes vínculos con el partido del gobierno”, dice el informe. “Los guaraníes fueron forzados a someterse a las condiciones impuestas porque no tenían acceso a su propio territorio, que les hubiese permitido autosustentarse.”
Sin tierra en la región más pobre del país más pobre de Sudamérica, los guaraníes se vieron obligados a someterse a pagos miserables a cambio de jornadas interminables. “Las jornadas laborales son generalmente de más de 12 horas al día, y en muchos casos se les asigna realizar un trabajo específico que debe ser terminado en el día de faena, lo cual normalmente es de imposible cumplimiento. Un hombre guaraní de la comunidad de Itacuatía narraba lo siguiente: ‘Cuando yo era chico, me levantaba para ir a trabajar a las tres de la mañana porque antes era el toque de campana para trabajar a esa hora’… Otros testimonios confirmaban que el pago que recibían era ínfimo y el trato que recibían era degradante”, señala el documento.
Ese régimen lleva indefectiblemente al endeudamiento y al sometimiento. “La situación de endeudamiento se genera mediante el registro que tienen los patrones de sus trabajadores en un cuaderno donde anotan su nombre, las actividades que realizan, los adelantos entregados en especies o el dinero que se entrega en pago al trabajo desarrollado. Este cuaderno es el único documento para realizar los ‘arreglos’ que se efectúan, y en casi todos los casos los trabajadores resultan debiéndole al patrón. Esto genera las obligaciones de trabajar a futuro, situación que puede llegar a ser vitalicia e incluso heredarse de una generación a otra”, explica la comisión.
En esta situación, el castigo corporal y el trabajo infantil son moneda corriente, constató la comisión: “Durante las visitas del 2006 y 2008, la Comisión tomó conocimiento e incluso recibió testimonios relacionados con eventos de maltrato físico de guaraníes mediante ‘huasqueadas’ (latigazos), quema de sus cultivos y muerte de sus animales como castigo por ‘desobediencia’. En palabras de un hombre de Itacuatía, ‘nos tratan con garrotes y chicote… siempre nos sabían chicotear, maltratarnos. Estos actos de violencia siempre han existido’”.
Todo esto iba a revertirse con la llegada al poder del gobierno de Evo Morales. Ese gobierno sancionó en el 2006 una ley de Reforma Agraria por la cual los latifundios esclavistas debían ser confiscados y entregados a los pueblos originarios. Pero cuando los técnicos del Instituto Nacional de Reforma Agraria se presentaron en el Chaco para hacer el saneamiento de las tierras, fueron repelidos a balazos por los hacendados.
Igualmente, el INRA llegó a fallar en dos casos en favor de los guaraníes. La decisión del INRA fue avalada por el Tribunal Agrario creado por la nueva Constitución para dirimir pleitos de propiedad de tierras. Pero los hacendados recurrieron el fallo del Tribunal Agrario ante el Tribunal Constitucional, potestad también incluida en la nueva Constitución. Como el Tribunal Constitucional aún no se ha constituido, las tierras en disputa siguen en poder de los hacendados y las prácticas esclavistas continúan.
El bajo nivel de alfabetización de los guaraníes y las dificultades que tienen para acceder a los servicios de justicia son otro obstáculo que el gobierno aún no ha podido solucionar. En el 2007 Morales firmó un decreto para lanzar un plan con el fin de mejorar la salud, la educación y el acceso a la justicia en el Chaco boliviano, pero se trata de una acción cuyos resultados se podrán apreciar a mediano plazo.
La fiscalía encargada de la región se muestra permeable a la influencia política de los hacendados. Sólo inició una investigación de oficio sobre las prácticas esclavistas después de un duro informe de la CIDH en 2006. Pero en esa investigación el fiscal ingresó a las haciendas acompañado por políticos locales y en su presencia interrogó a las víctimas. Como en esas condiciones intimidatorias nadie se animó a decir esta boca es mía, el fiscal concluyó que todos los hacendados pagaban sueldo y aguinaldo y daban un trato digno a sus empleados. El caso fue archivado.
Según el informe publicado esta semana, las políticas del gobierno de Morales para revertir las prácticas esclavistas en el Chaco tuvieron el efecto indeseado de dividir y debilitar a la comunidad guaraní. Algunos se fueron de las haciendas y formaron comunidades independientes, donde subsisten en condiciones paupérrimas. Otros se quedaron en las haciendas por voluntad propia, otros se fueron a cambio del pago de sus supuestas deudas, otros quisieron irse pero no pudieron, otros fueron echados por querer organizarse.
“Según diversas fuentes, muchos guaraníes han sido expulsados por los hacendados como consecuencia del proceso de saneamiento que se realiza en sus respectivas zonas y como represalia por su participación en la Asamblea del Pueblo Guaraní. La Comisión recibió otros testimonios que indican que la situación de los guaraníes expulsados es muy precaria, debido a que carecen de lugar donde vivir y donde cultivar lo mínimo para garantizar su subsistencia”, dice el informe.
En la presente coyuntura, dada la relación de fuerzas, para expropiar las tierras de los hacendados esclavistas y devolvérselas a los guaraníes, Evo Morales debería mandar al ejército a invadir el Chaco, lo cual equivaldría a incendiar el país.
La alternativa es fijar políticas claras y dejar que las instituciones actúen, aun cuando muchas de esas instituciones están cooptadas, colonizadas, funcionan mal, no existen o figuran sólo en papel. Morales parece haber elegido ese camino, más largo y más incierto, en función del interés nacional.
Mientras tanto, todo está como era entonces para las familias esclavas del Chaco boliviano. O tal vez peor, por la brutal respuesta de los hacendados a las acciones reformistas del gobierno. Y por saberse esclavos aun en tiempos de Evo.
Página/12
Bolivia: un nuevo movimiento sobre el cambio climático, por N. Klein
Naomi Klein
Cochabamba, Bolivia. Eran las 11 de la mañana y Evo Morales había transformado el estadio de futbol en un gigantesco salón de clases, y había reunido una variedad de objetos de utilería: platos de cartón, vasos de plástico, impermeables desechables, jícaras hechas a mano, platos de madera y coloridos ponchos. Todos jugaron un papel para demostrar un punto principal: para luchar contra el cambio climático necesitamos recuperar los valores de los indígenas
.
Sin embargo, los países ricos tienen poco interés en aprender estas lecciones y, al contrario, promueven un plan que, en el mejor de los casos, incrementaría la temperatura global promedio en dos centígrados. Eso implicaría que se derritieran los glaciares de los Andes y los Himalaya
, le dijo Morales a las miles de personas reunidas en el estadio, como parte de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra. Lo que no necesitaba decir es que no importa cuán sustentablemente elija vivir el pueblo boliviano, pues no tiene el poder para salvar sus glaciares.
La cumbre climática en Bolivia ha tenido sus momentos de alegría, levedad y absurdos. Sin embargo, en el fondo, se siente la emoción que provocó este encuentro: rabia contra la impotencia.
No hay por qué sorprenderse. Bolivia está en medio de una dramática transformación política, una que nacionalizó las industrias clave y elevó como nunca antes las voces de los indígenas. Pero en lo que se refiere a su crisis existencial más apremiante –el hecho de que sus glaciares se derriten a un ritmo alarmante, lo cual amenaza el suministro de agua en dos de las principales ciudades–, los bolivianos no pueden cambiar su destino por sí solos.
Eso se debe a que las acciones que provocan el derretimiento no se realizan en Bolivia, sino en las autopistas y las zonas industriales de los países fuertemente industrializados. En Copenhague, los dirigentes de las naciones en peligro, como Bolivia y Tuvalu, argumentaron apasionadamente en favor del tipo de reducciones a las emisiones de gases que podrían evitar una catástrofe. Amablemente les dijeron que la voluntad política en el Norte simplemente no existía. Y más: Estados Unidos dejó claro que no necesitaba que países pequeños como Bolivia fueran parte de una solución climática. Negociaría un acuerdo con otros emisores pesados a puerta cerrada y el resto del mundo sería informado de los resultados e invitado a firmar, lo cual es precisamente lo que ocurrió con el Acuerdo de Copenhague. Cuando Bolivia y Ecuador rehusaron aprobarlo en automático, el gobierno estadunidense recortó su ayuda climática en 3 millones y 2.5 millones de dólares, respectivamente. No es un proceso de a gratis
, explicó Jonathan Pershing, negociador climático estadunidense. (Aquí está la respuesta para cualquiera que se pregunte por qué los activistas del Sur rechazan la idea del apoyo climático
y, en cambio, demandan el pago de deudas climáticas
.) El mensaje de Pershing era escalofriante: si eres pobre, no tienes derecho a priorizar tu propio supervivencia.
Cuando Morales invitó a los movimientos sociales y los defensores de la madre tierra, científicos, académicos, abogados y gobiernos
, a venir a Cochabamba a un nuevo tipo de cumbre climática, fue una revuelta contra esta sensación de impotencia, fue un intento por construir una base de poder en torno al derecho a sobrevivir.
El gobierno boliviano arrancó las discusiones proponiendo cuatro grandes ideas: que se debería otorgar derechos a la naturaleza, que protejan de la aniquilación a los ecosistemas (una declaración universal de los derechos de la madre tierra
); que aquellos que violen esos derechos y otros acuerdos ambientales internacionales deberían enfrentar consecuencias legales (un tribunal de justicia climática
); que los países pobres deberían recibir varios tipos de compensación por una crisis que ellos enfrentan pero tuvieron poco que ver en crear (deuda climática
), y que debería haber un mecanismo para que la gente en el mundo exprese sus puntos de vista sobre estos temas (un referéndum mundial de los pueblos sobre cambio climático
).
La siguiente etapa fue invitar a la sociedad civil global a ir discutiendo los detalles. Se instalaron 17 grupos de trabajo y después de semanas de discusión en línea se reunieron durante una semana en Cochabamba, con el fin de presentar sus recomendaciones finales al término de la cumbre. El proceso es fascinante pero lejos de ser perfecto (por ejemplo, como señaló Jim Shultz de Democracy Center, al parecer, el grupo de trabajo sobre el referendo invirtió más tiempo discutiendo si añadir una pregunta sobre abolir el capitalismo que discutiendo cómo se le hace para llevar a cabo una consulta global). Sin embargo, el entusiasta compromiso de Bolivia con la democracia participativa podría ser la contribución más importante de la cumbre.
Esto porque luego de la debacle de Copenhague un tema de discusión tremendamente peligroso se volvió viral: la verdadera culpable del fracaso era la democracia en sí. El proceso de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que da votos con el mismo peso a 192 países, simplemente era demasiado difícil de manejar. Era mejor encontrar soluciones en grupos pequeños. Hasta las voces ambientales de confianza, como James Lovelock, cayeron en la trampa: Tengo la sensación de que el cambio climático puede ser un tema tan severo como la guerra
, le dijo a The Guardian recientemente. Quizá sea necesario poner a la democracia en pausa durante un tiempo
. Pero en realidad son estos pequeños grupos, como el club privado que forzó el Acuerdo de Copenhague, los que han ocasionado que perdamos terreno y debilitado los acuerdos existentes, que de por sí son inadecuados. En cambio, la política de cambio climático llevada a Copenhague por Bolivia fue redactada por los movimientos sociales mediante un proceso participativo y el resultado final fue, hasta el momento, la visión más transformadora y radical.
Con la cumbre de Cochabamba, Bolivia intenta globalizar lo que logró a escala nacional e invitar al mundo a participar en redactar una agenda climática conjunta, antes del próximo encuentro sobre cambio climático de la ONU, en Cancún. En palabras del embajador de Bolivia ante Naciones Unidas, Pablo Solón, la única cosa que puede salvar a la humanidad de una tragedia es el ejercicio de la democracia global
.
Si está en lo correcto, el proceso boliviano podría no sólo salvar a nuestro planeta que está calentándose, sino también a nuestras democracias en vías del fracaso. No está mal el trato.
El texto fue publicado en The Nation. Traducción: Tania Molina Ramírez
Crisis climática: ya tiene cascabel el gato
Silvia Ribeiro *
Tiquipaya, Bolivia. Más de 35 mil personas respondieron a la convocatoria que lanzó Bolivia a la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra (CMPCC), en Cochabamba, del 19 al 22 de abril. La tercera parte vino de 142 países en cinco continentes. La mayoría de los participantes fueron movimientos sociales, campesinos, indígenas, organizaciones de mujeres, ambientalistas, pescadores. También acudieron representantes de gobierno de 47 naciones, académicos, intelectuales, activistas, artistas, músicos. Se debatió intensamente en 17 grupos de trabajo convocados por los organizadores y 127 talleres autorganizados.
Además, una de las grandes federaciones indígenas de Bolivia: el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), llamó con otras agrupaciones a la Mesa 18
para tratar temas que no veían reflejados en la agenda de la conferencia, como la crítica a proyectos mineros, de gas y petróleo.
La convocatoria a esta cumbre rebasó todas las expectativas, tanto en número como en contenido, convirtiéndose en un hito histórico en el debate internacional sobre la crisis climática. Ante las maniobras de los gobiernos poderosos en Copenhague, Bolivia convocó a las bases de las sociedades del mundo a manifestar sus posiciones y plantearlas a los gobiernos. Ambas cosas sucedieron en forma contudente. También se afirmaron las redes e interacciones entre los movimientos, con una sana distancia de las propuestas de crear nuevas redes globales, ahora sobre crisis climática. Esto quedó para discutir entre los movimientos: la mayoría no considera que se necesita una nueva estructura, sino más interacción y complementación.
Se creó sí, una base común para la compresión, el análisis crítico y las estrategias frente a la crisis climática, enriquecida por diversas perspectivas desde muchas culturas, pueblos, organizaciones temáticas y sectoriales del continente y el mundo. El Acuerdo de los Pueblos en Cochabamba refleja esto (www.cmpcc.org) .
Hubo rechazo enérgico y repetido al Entendimiento de Copenhague
que quiso imponer una veintena de países –los mayores responsables de la crisis climática– en diciembre pasado. Los cínicos compromisos
que allí se firman significarían un aumento de la temperatura hasta de cuatro grados, una catástrofe anunciada para los pueblos del Sur. La CMPCC exige detener el calentamiento descolonizando la atmósfera
, con una reducción de 50 por ciento de las emisiones de gases de los países industrializados en su fuente, no mediante mecanismos de mercados de carbono, a los cuales se opone en todas sus variantes. Rechaza también los mecanismos llamados REDD, que bajo el título de reducir la deforestación, en realidad la aumentarán y provocarán la alienación del manejo de los bosques por las comunidades y pueblos, además de promover los monocultivos de árboles, que no son bosques, sino agravantes de las crisis.
Enmarcando todo esto, se plantea una denuncia de las causas reales de la crisis climática planetaria. Confrontamos la crisis terminal del modelo civilizatorio patriarcal basado en el sometimiento y destrucción de seres humanos y naturaleza, que se aceleró con la revolución industrial. El sistema capitalista nos ha impuesto una lógica de competencia, progreso y crecimiento ilimitado. Este régimen de producción y consumo busca la ganancia sin límites, separando al ser humano de la naturaleza, estableciendo una lógica de dominación sobre ésta, convirtiendo todo en mercancía: el agua, la tierra, el genoma humano, las culturas ancestrales, la biodiversidad, la justicia, la ética, los derechos de los pueblos, la muerte y la vida misma
, expresa el Acuerdo de los Pueblos.
Condena la agricultura industrial y las corporaciones de los agronegocios –directamente responsables de cerca de la mitad de las emisiones que causan la crisis climática–, así como los mecanismos y propuestas que apoyan el avance de las trasnacionales y la devastación de la Madre Tierra, como los tratados de libre comercio y la introducción de nuevas y riesgosas tecnologías, como transgénicos, tecnología terminator, nanotecnología, geoingeniería y agrocombustibles.
Denunciamos cómo el modelo capitalista impone megaproyectos de infraestructura, invade territorios con proyectos extractivistas, privatiza y mercantiliza el agua y militariza los territorios, expulsando a los pueblos indígenas y campesinos de sus tierras, impidiendo la soberanía alimentaria y profundizando la crisis socioambiental
, continúa el Acuerdo de los Pueblos.
La declaración de la “Mesa 18“ enfatiza estos mismos aspectos, criticando políticas extractivistas y proyectos de explotación de hidrocarburos y mineros del gobierno boliviano. Aclara que su iniciativa no fue “una tribuna para desacreditar al gobierno ni para socavar la legitimidad de un cónclave del que nos sentimos parte… (se trata de) formular propuestas que ayuden a enderezar el rumbo del proceso de cambio, asumiendo la responsabilidad de defenderlo y protegerlo, porque ha sido concebido por el movimiento popular boliviano en muchos años de lucha”.
La CMPCC plantea también estrategias y propuestas, como el reclamo de la deuda ambiental, la creación de un tribunal internacional de justicia climática, la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra. La de más largo alcance sigue siendo implementar la soberanía alimentaria, basada en formas de vida y producción campesinas, indígenas y locales, que es el principal factor que enfría el planeta y el que puede volverlo al equilibrio, además de promover la justicia social y la biodiversidad.
Todo esto y más llegará a Cancún, donde las negociaciones oficiales sobre el clima sesionarán en diciembre. Pero sobre todo, ya está entre los movimientos sociales de todo el mundo.
*Investigadora del Grupo ETC
LA JORNADA.MX
Concluye cumbre en Bolivia: comprometidos en cuidar el planeta…
CERRO LA CONFERENCIA DE LOS PUEBLOS SOBRE CAMBIO CLIMATICO Y DERECHOS DE LA MADRE TIERRA
El encuentro concluyó con varios consensos: la necesidad de crear un Tribunal Internacional de Justicia Climática, hacer respetar los derechos de la Madre Tierra y preparar un referéndum mundial que indague sobre el modelo capitalista.
Por Sebastián Ochoa, desde Cochabamba
“Hoy, nuestra Madre Tierra está herida y el futuro de la humanidad está en peligro. De incrementarse el calentamiento global en más de 2º C, a lo que nos conduciría el llamado ‘Entendimiento de Copenhague’, existe el 50 por ciento de probabilidades de que los daños provocados a nuestra Madre Tierra sean totalmente irreversibles. Entre un 20 y un 30 por ciento de las especies estaría en peligro de desaparecer”, comienza el Acuerdo de los Pueblos, presentado ayer en esta ciudad. Los representantes de los gobiernos de varios países se comprometieron a defender este documento en la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 16), que se realizará a fin de año en México.
“Es nuestra obligación hacer respetar todos los documentos. Si los gobiernos, especialmente los países desarrollados, acatan y aplican nuestros documentos, habremos salvado al planeta y a la humanidad. Siento que ahora viene la próxima batalla: convencer, persuadir, explicar o finalmente, si no nos escuchan, ver cómo organizarnos y potenciarnos en todo el mundo para obligar a que los países desarrollados respeten las resoluciones de los movimientos sociales del mundo”, dijo el presidente Evo Morales en el acto de clausura de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra, que se realizó del 19 de abril hasta ayer.
El cierre se hizo en el estadio Félix Capriles, adonde concurrieron 40 mil personas para escuchar los resultados de las 17 mesas de trabajo que sesionaron en el municipio de Tiquipaya, a 10 kilómetros de esta ciudad. En ellas estuvieron acreditadas 35 mil personas (nueve mil extranjeros) de 146 países. También participaron las delegaciones oficiales de 47 naciones.
El encuentro concluyó con varios consensos: la necesidad de crear un Tribunal Internacional de Justicia Climática, hacer respetar los derechos de la Madre Tierra, montar un referéndum mundial para que dos mil millones de electores digan si están de acuerdo o no con vivir en un sistema capitalista. También exigieron que los países industrializados reduzcan sus emisiones de gases contaminantes en un 50 por ciento hasta 2020. A estas 42 naciones, comprometidas ante las Naciones Unidas a pagar los platos rotos de la crisis climática, solicitaron la entrega del seis por ciento de sus productos brutos internos para financiar el costo de la adaptación al calentamiento global en países empobrecidos.
Morales iba a estar acompañado de otros presidentes progresistas, pero sólo asistió el venezolano Hugo Chávez. El de Nicaragua, Daniel Ortega, suspendió el viaje porque tuvo problemas con sus opositores en la Asamblea Nacional (ver aparte). Fernando Lugo, de Paraguay, y Rafael Correa, de Ecuador, se ampararon en el grosor de sus agendas.
“La verdadera solución al tremendo problema de la crisis global que amenaza al mundo, que está matando hoy a millones, que causa hambre, falta de agua potable, miseria cada día más grande, exclusión, guerras, invasiones, violación masiva de derechos humanos fundamentales, mata ya a millones y amenaza nuestra existencia, la verdadera solución es abrir, construir el socialismo. Esa es la salvación de la humanidad: o socialismo o barbarie, socialismo o muerte”, dijo el presidente de Venezuela.
Dijo a Morales que sus gobiernos deberán financiar el viaje de los 35 mil acreditados a Cancún, México. Allí seguirá la COP 16, que seguirá a la 15, realizada en diciembre pasado en Dinamarca sin que se pudiera firmar un acuerdo. “En Cancún no podemos permitir que se imponga la llamada ‘dictadura imperial’ con el Acuerdo (Entendimiento) de Copenhague. Hubo una gran batalla, pero no hubo acuerdo. Ahora quieren presentar como que sí hubo acuerdo. El gobierno de (Barack) Obama está presionando, chantajeando para que se sumen al falso acuerdo. Desde ya decimos que vamos a Cancún a continuar con más furia y más fuerza la batalla de Copenhague. No nos vamos a dejar imponer ningún documento que no recoja las voces de los pueblos”, dijo Chávez.
PAGINA/12
El extractivismo “progresista” después de La Haya…
Raúl Zibechi
La sentencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya acaba de dictaminar que Uruguay violó el Tratado del río Uruguay al no comunicar a Argentina la instalación de la fábrica de celulosa de la firma finlandesa Botnia, en el cruce fronterizo, pero descarta la reclamación del gobierno de Cristina Fernández porque considera que no contamina ni causa perjuicios a las poblaciones ribereñas. Por ello no exige ni su reubicación ni su desmantelamiento, como piden los asambleístas de Gualeguaychú desde hace tres años. Aunque los gobiernos de ambas orillas han dicho que no hay ni vencidos ni vencedores, el tribunal avala de hecho a Uruguay, ya que la empresa seguirá adelante en tanto se confirma, una vez más, que la violación de un tratado internacional no acarrea sanciones.
Las deterioradas relaciones argentino-uruguayas experimentarán una sensible mejora, ya que ambos gobiernos se comprometieron a acatar la sentencia. Sin embargo, ese cambio se debe al empeño del presidente José Mujica, antes de resultar electo, al fijarse como objetivo de su gobierno la recomposición de las relaciones binacionales. El principal problema a resolver es el levantamiento del bloqueo que los ambientalistas argentinos mantienen sobre el puente internacional San Martín. El punto decisivo es cómo va a operar ahora un gobierno frágil como el de Fernández, ya que la represión a los piqueteros puede provocar una situación incontrolable capaz de desestabilizar a su gobierno.
Aunque el tema en debate, en ambos países, es quién ganó con la sentencia de La Haya, el foco de la cuestión es otro. Las principales beneficiadas son las multinacionales extractivistas que operan en toda la región; los monocultivos de eucaliptos y soya que se extienden a lo largo de millones de hectáreas, que usan y abusan de agrotóxicos, esquilman recursos y pagan muy bajos impuestos. La sentencia deja vía libre a estos emprendimientos: 20 millones de hectáreas plantadas con soya en Argentina, un millón de hectáreas de eucaliptos en Uruguay, decenas de emprendimientos mineros en toda la cordillera andina, avance del agronegocio sobre la Amazonia, todo en nombre del desarrollo y bajo el manto protector de la defensa del medio ambiente
, ya que ahora hasta las peores multinacionales descubrieron el discurso políticamente correcto.
Los promotores de las nuevas fábricas de celulosa que se anuncian en Uruguay, además de la mina a cielo abierto para extraer mineral de hierro en el centro del país, pueden dormir tranquilos porque en adelante no habrá obstáculos sociales a la acumulación de capital. La minería paga impuestos ridículos de 2 y 3 por ciento, siendo uno de los sectores que mayores ganancias ostentan en el casino de la especulación global.
Ninguno de estos emprendimientos puede considerarse inversiones: amortizan los desembolsos iniciales en pocos años, toda la producción se exporta sin industrializar y no fomentan el desarrollo endógeno. Pero todos los gobiernos de la región se han rendido al extractivismo, aun los de Rafael Correa y Evo Morales, con la peregrina tesis del desarrollo que se reduce en crecimiento del PIB.
En Brasil, el mismo día que se leía la sentencia por Botnia (ahora travestida con el nombre UPM) en La Haya, el gobierno de Lula adjudicó las obras de la usina hidroeléctrica de Belo Monte, sobre el río Xingú, en el estado de Pará. Será la tercera mayor del mundo, luego de la de Tres Gargantas, en China, y de Itaipú, en la frontera entre Brasil y Paraguay, con una capacidad de 11.233 megavatios. El faraónico emprendimiento costará 11 mil millones de dólares, inundará 50 mil hectáreas de selva donde viven 50 mil indios, campesinos y pescadores de 19 aldeas. Comenzará a funcionar en 2015 y, según el gobierno, resolverá los problemas de energía de un país que se postula como la quinta potencia global para esta década.
A la hora de defender su proyecto, el gobierno de Lula estimó que Belo Monte generará energía a casi la mitad del precio que una usina termoeléctrica y que dará empleo a 18 mil personas. El consorcio vencedor está integrado por una subsidiaria de la estatal Eletrobras y ocho empresas privadas, que se beneficiarán del descuento de 75 por ciento en el impuesto a la renta durante los 10 primeros años de operación y será financiada en 80 por ciento por el estatal BNDES, con plazos de hasta 30 años.
Lo más destacable es que la usina viene siendo rechazada por los movimientos desde hace más de 20 años. El primer proyecto es de la década de 1970, durante la dictadura militar. Las protestas de indígenas, ambientalistas y de la Iglesia forzaron la remodelación del proyecto original, en 1994, para disminuir las áreas a ser inundadas. La justicia de Pará intentó dos veces frenar la adjudicación y se produjeron múltiples protestas de todo el arco de movimientos sociales en todo el país. Sin embargo, Lula se mostró inflexible. Desarrollo, crecimiento, son palabras mágicas capaces de abrir los cofres de las financieras para dar impulso a obras y empresas que están dispuestas a pasar por encima de argumentos y pueblos.
El extractivismo o apropiación de los bienes comunes, la nueva fase del neoliberalismo ahora bajo comando de gobiernos progresistas, es para los pueblos originarios una forma novedosa de saqueo colonial. Sorprende el discurso oficial, porque revela creencias profundas: podría argumentarse que la extracción es el paso previo necesario, en la medida que puede aportar recursos para inversiones, para promover el desarrollo, que no puede, sino pasar por la industrialización. Pero se opta por defender el extractivismo con el argumento de las inversiones y el empleo, confundiendo el crecimiento del producto interno bruto con desarrollo. Aun cuando éste último sea cuestionable, suponer que el aumento del PIB es el camino para revertir la pobreza, implica demasiadas concesiones al simplismo y al discurso hegemónico.
LA JORNADA.MX
Marambio y Cuba: ¿por qué ese divorcio brutal?
Revolución, divisas y corrupción
C. Ominami sobre Cuba y Max Marambio
Las aristas que persiguen a Max Marambio en Cuba
Confesiones de Norberto Fuentes
El autor de "Dulces Guerreros Cubanos" y ex escritor favorito de las máximas autoridades cubanas detalló en una columna para el diario español ABC que Fidel Castro salvó al empresario chileno de la cárcel en varias ocasiones. Además asegura que en La Habana, hay entre setenta y cien implicados en las investigaciones de los negocios del ex jefe político de la campaña de Marco Enríquez-Ominami.
por EL MOSTRADOR, 17 DE ABRIL DE 2010
El escritor y periodista Norberto Fuentes sostiene que cualquiera de las acusaciones que La Habana entabla contra el empresario y ex jefe político de la campaña de Marco Enríquez-Ominami, Max Marambio, prevalecen sobre lo que es su única defensa, que Fidel Castro es su segundo padre.
“El Guatón, como se le conoce en la izquierda iberoamericana. Tiene una suerte, sin embargo, y es su ciudadanía chilena y que él físicamente está en Santiago de Chile, a salvo por lo pronto de la Seguridad del Estado. Cuba, por su parte, le ha enviado señales tan conciliatorias como peligrosas. Que vaya a La Habana para aclarar las cosas. Pero no traga, y parece anclado en Santiago”, sostiene el escritor en una columna en el diario español ABC que lleva como título El Segundo Hijo.
Además, precisa que su hermano Marcel, cuyo nombre de guerra cubano es “Ramón”, hace algunas semanas abortó un viaje suyo a la isla, porque “la prudencia, sin embargo, está demostrando su sólido fundamento”.
El primer descalabro del ex jefe de la campaña de ME-O fue en 1981 en el denominado caso “Millonario”, una basta red de compraventa ilícita de coches que tuvo unos 300 arrestos
Agrega que se está a las puertas de lo que promete ser el más grande caso de corrupción de la historia de la Revolución Cubana y que hasta ahora se reportan centenares de arrestos.
Según Fuentes, el área actual de las operaciones investigativas compromete a todos los servicios de la aeronáutica civil cubana y sus ramificaciones comerciales, aunque “la historia comenzó por Guatón y sus múltiples empresas en la isla”.
Afirma que fue el propio Fidel que lo sacó del “hueco y de la prisión en Cuba” por lo menos unas tres veces. Añadiendo que Max Marambio fue educado en la isla gracias a los oficios de su verdadero padre, Joel Marambio, diputado socialista chileno que Castro decidió “echarse en el bolsillo”.
Agrega que la escuela de Marambio fue “nada más y nada menos que las míticas Tropas Especiales del Ministerio del Interior”.
Sin embargo, explica que el primer descalabro del ex jefe de la campaña de ME-O fue en 1981 en el denominado caso “Millonario”, una basta red de compraventa ilícita de coches que tuvo unos 300 arrestos.
El “Guatón” libró, según Fuentes, por Fidel y el castigo fue “supervisar el estado técnico de la flotilla de patrulleros Ladas y Volgas de la Seguridad del Estado. No duraría mucho con las manos llenas de grasa. Fidel le envió un millón de dólares a través de su ministro del Azúcar, Diocles Torralba, como préstamo por quince años y sin intereses, para que «levantara cabeza»”.
Fuentes menciona que el inventó de inicio fue el negocio de la crianza de ocas y de ahí saltó a algo más lucrativo, ING (International Network Group), dedicado a la publicación de libros y revistas, y a producir filmes, incluso con narraciones de Gabriel García Márquez.
“Una de las revistas, Sol y Son, se destinó para los vuelos internacionales de Cubana de Aviación. Fue el inicio de su expansión con la aerolínea y todos sus negocios paralelos: tour operadores, tiendas de duty free, tiendas de divisas y hoteles”, señala.
Su segundo tropiezo lo tuvo en 1989, cuando lo arrestan en el transcurso de la Causa Número Uno, acusado esta vez por el mismo Raúl Castro de estar involucrado en el narcotráfico.
“Cuando se dice arrestado, es que salió esposado de su oficina y metido a empujones en un patrullero. De nuevo la mano piadosa de Fidel acude en su ayuda, extrañamente piadosa con Guatón nada más, según se ve. Tercer expediente”, menciona.
En 1996, Raúl vuelve a abrirle fuego, por un lógico empeño por controlar los negocios cubanos en manos de un extranjero -que además no es un hombre suyo y al que no le concede ninguna confianza-, cuando Fidel lo llamó a contar y le dice (textual): «Coño, Raúl, ¿ustedes no me van a dejar ningún amigo?».
El escritor cubano sostiene que las circunstancias se mantendrán invariables hasta el 14 de diciembre de 2009, cuando el candidato de la derecha Sebastián Piñera se presenta como vencedor en las elecciones presidenciales.
“Marambio, que había llevado la campaña de Marco Enríquez-Ominami, hijo de un histórico asociado a Cuba, Miguel Enríquez, no supo de inmediato que Raúl había encontrado el momento exacto para, de una vez y por todas, acabar con él. La argumentación -un tanto lírica- de que Marambio atentó contra la producción de leche destinada a los niños comenzó a circular por La Habana apenas concluida la primera ronda de las elecciones chilenas”.
Asimismo, hacer referencia que este es el habitual modus operandi del sistema judicial cubano. “Investigación en secreto, luego los rumores, y más tarde, en secuencia, las destituciones, los arrestos y las sentencias; si acaso, en algún momento, una breve nota oficial en Granma”.
El cambio de dirección del nuevo presidente cubano no podía realizarse con esta “especie de ministro plenipotenciario, arrogante y habilidoso, dislocado en Santiago”
Afirma que con Marambio se está saliendo de la etapa de los rumores, ya que “Cuba había solicitado una moratoria de los inversionistas amigos (¿y quién más amigo que Guatón, o al menos el que debía mostrarse agradecido dada la fortuna amasada gracias a Fidel y sus bendiciones) cuando, en un viaje a La Habana, suelta la frase amenazante de que si no le pagaban la deuda él quería ver cómo iban a tomar leche los niños en Cuba. La deuda, según el chileno, de 23 millones de dólares. Según Cuba, ocho”.
“Las investigaciones sobre los negocios de Marambio se están filtrando, y él ha tratado de ocultarlas en el círculo de sus asociados y de la prensa mientras maniobra por llamar la atención de Fidel. Nada escapa al meticuloso escrutinio: esto quiere decir cada pulgada de los archivos y estados de cuenta de su emporio cubano: International Network Group, las plantas de Tropical Island (jugos enlatados) y de leche evaporada y las TRD Caribe (tiendas recaudadoras de divisas). Entonces los directores de las plantas de leche evaporada llaman a Guatón y le informan de que las reservas de materia prima se han agotado y de que tienen detenida la producción. «Paren las plantas», dice Max Marambio. «Paren las plantas»”, acota Fuentes.
Sin embargo, el problema que tiene ahora es que los arrestos en la isla oscilan entre los setenta y los cien implicados, vinculados específicamente a sus negocios, “y es muy difícil de convencer de que la desmesurada acción policíaca es la fórmula empleada por Cuba para cubrirle las deudas”.
Explica que lo curioso de este caso es que ambos bandos coinciden en un mismo objetivo, el de presentar el episodio como un asunto de otra índole, nunca político.
Norberto Fuentes agrega que “Guatón, que es una minucia de deuda que seguramente pronto será resuelta, y sobre todo que él no puede tener ningún problema con la isla porque -ya saben- Fidel es su segundo padre. Y Cuba, como es costumbre, a la larga dirá que se las tuvo que ver con un delincuente internacional”.
En una parte de la columna de Fuentes, éste señala que el cambio de dirección del nuevo presidente cubano no podía realizarse con esta “especie de ministro plenipotenciario, arrogante y habilidoso, dislocado en Santiago”.
“Quizá al final sea demostrativo de la puja entre Fidel y Raúl. Pero sin duda que es en realidad la primera definición del Gobierno de Raúl Castro respecto al nuevo rumbo de la política chilena. De hecho, identifica un nuevo rumbo de los cubanos. Hasta ahora La Habana calla, pero hace correr los rumores. La leche de los niños. La traición de Guatón. Es impensable que Guatón hubiese tenido algún problema con Cuba de haber sido diferentes los resultados electorales chilenos. Está por ver si Guatón regresa a Cuba a enfrentar los cargos. Pero sobre todo está por ver si a su segundo padre le queda tiempo para perdonarlo por cuarta vez”, menciona.
Max Marambio: el segundo hijo
NORBERTO FUENTES
Sábado , 17-04-10
Si cualquiera de las acusaciones que La Habana enarbola actualmente contra Max Marambio -que van desde corrupto hasta traidor- prevalece sobre su única defensa -que Fidel es su segundo padre-, podemos considerar como liquidada la carrera del chileno, El Guatón, como se le conoce en la izquierda iberoamericana. Tiene una suerte, sin embargo, y es su ciudadanía chilena y que él físicamente está en Santiago de Chile, a salvo por lo pronto de la Seguridad del Estado. Cuba, por su parte, le ha enviado señales tan conciliatorias como peligrosas. Que vaya a La Habana para aclarar las cosas. Pero no traga, y parece anclado en Santiago. Incluso su hermano Marcel (nombre de guerra cubano «Ramón») hace semanas que abortó en México un viaje suyo a La Habana. La prudencia, sin embargo, está demostrando su sólido fundamento. Estamos a las puertas de lo que promete ser el más grande caso de corrupción de la historia de la Revolución Cubana y en el cual ya se reportan centenares de arrestos. El área actual de las operaciones compromete a todos los servicios de la aeronáutica civil cubana y sus ramificaciones comerciales. Aunque la historia comenzó por Guatón y sus múltiples empresas en la isla.
Podemos entender de cualquier manera el agravio de los cubanos, el de Fidel para empezar. Él mismo lo sacó del hueco y de la prisión en Cuba por lo menos tres veces. Educado en la isla gracias a los oficios de su verdadero padre, Joel Marambio, un diputado socialista chileno que Fidel decidió echarse en el bolsillo, la escuela de Guatón fue nada más y nada menos que las míticas Tropas Especiales del Ministerio del Interior.
El primer descalabro es en 1981. El caso «Millonario», el enredo de una basta red de compraventa ilícita de coches, con cerca de 300 arrestos. Guatón libró, desde luego, por Fidel. El castigo fue supervisar el estado técnico de la flotilla de patrulleros Ladas y Volgas de la Seguridad del Estado. No duraría mucho con las manos llenas de grasa. Fidel le envió un millón de dólares a través de su ministro del Azúcar, Diocles Torralba, como préstamo por quince años y sin intereses, para que «levantara cabeza». Inventó de inicio el negocio de la crianza de ocas y de ahí saltó para algo mucho más lucrativo: ING (International Network Group), dedicado a la publicación de libros y revistas, y a producir filmes, incluso con narraciones de Gabriel García Márquez. Una de las revistas, Sol y Son, se destinó para los vuelos internacionales de Cubana de Aviación. Fue el inicio de su expansión con la aerolínea y todos sus negocios paralelos: tour operadores, tiendas de duty free, tiendas de divisas y hoteles.
Su próximo tropiezo con la Justicia es en 1989. Lo arrestan en el transcurso de la Causa Número Uno, acusado esta vez por el mismo Raúl Castro de estar involucrado en el narcotráfico. Cuando se dice arrestado, es que salió esposado de su oficina y metido a empujones en un patrullero. De nuevo la mano piadosa de Fidel acude en su ayuda, extrañamente piadosa con Guatón nada más, según se ve. Tercer expediente. 1996. Raúl vuelve a abrirle fuego, por un lógico empeño por controlar los negocios cubanos en manos de un extranjero -que además no es un hombre suyo y al que no le concede ninguna confianza-, cuando Fidel lo llamó a contar y le dice (textual): «Coño, Raúl, ¿ustedes no me van a dejar ningún amigo?»
Las circunstancias se mostrarán invariables hasta el 14 de diciembre pasado, cuando Sebastián Piñera, el candidato conservador a la presidencia de Chile, se presenta claramente como vencedor. Marambio, que había llevado la campaña de Marco Enríquez-Ominami, hijo de un histórico asociado a Cuba, Miguel Enríquez, no supo de inmediato que Raúl había encontrado el momento exacto para, de una vez y por todas, acabar con él. La argumentación -un tanto lírica- de que Marambio atentó contra la producción de leche destinada a los niños comenzó a circular por La Habana apenas concluida la primera ronda de las elecciones chilenas. Recuérdese que éste es el habitual modus operandi del sistema judicial cubano. Investigación en secreto, luego los rumores, y más tarde, en secuencia, las destituciones, los arrestos y las sentencias; si acaso, en algún momento, una breve nota oficial en Granma. Con Guatón, ya estamos saliendo de la etapa de los rumores. Cuba había solicitado una moratoria de los inversionistas amigos (¿y quién más amigo que Guatón, o al menos el que debía mostrarse agradecido dada la fortuna amasada gracias a Fidel y sus bendiciones) cuando, en un viaje a La Habana, suelta la frase amenazante de que si no le pagaban la deuda él quería ver cómo iban a tomar leche los niños en Cuba. La deuda, según el chileno, de 23 millones de dólares. Según Cuba, ocho.
Las investigaciones sobre los negocios de Marambio se están filtrando, y él ha tratado de ocultarlas en el círculo de sus asociados y de la prensa mientras maniobra por llamar la atención de Fidel. Nada escapa al meticuloso escrutinio: esto quiere decir cada pulgada de los archivos y estados de cuenta de su emporio cubano: International Network Group, las plantas de Tropical Island (jugos enlatados) y de leche evaporada y las TRD Caribe (tiendas recaudadoras de divisas). Entonces los directores de las plantas de leche evaporada llaman a Guatón y le informan de que las reservas de materia prima se han agotado y de que tienen detenida la producción. «Paren las plantas», dice Max Marambio. «Paren las plantas».
El problema que tiene ahora es que los arrestos en Cuba oscilan ya entre los setenta y los cien implicados, vinculados específicamente a sus negocios, y es muy difícil de convencer de que la desmesurada acción policíaca es la fórmula empleada por Cuba para cubrirle las deudas. Lo curioso a todas estas es que ambos bandos coinciden en un mismo objetivo: presentar el episodio como un asunto de otra índole, nunca político. Guatón, que es una minucia de deuda que seguramente pronto será resuelta, y sobre todo que él no puede tener ningún problema con la isla porque -ya saben- Fidel es su segundo padre. Y Cuba, como es costumbre, a la larga dirá que se las tuvo que ver con un delincuente internacional.
El cambio de dirección del nuevo presidente cubano no podía llevarse a cabo con esta especie de ministro plenipotenciario, arrogante y habilidoso, dislocado en Santiago. Quizá al final sea demostrativo de la puja entre Fidel y Raúl. Pero sin duda que es en realidad la primera definición del Gobierno de Raúl Castro respecto al nuevo rumbo de la política chilena. De hecho, identifica un nuevo rumbo de los cubanos. Hasta ahora La Habana calla, pero hace correr los rumores. La leche de los niños. La traición de Guatón. Es impensable que Guatón hubiese tenido algún problema con Cuba de haber sido diferentes los resultados electorales chilenos. Está por ver si Guatón regresa a Cuba a enfrentar los cargos. Pero sobre todo está por ver si a su segundo padre le queda tiempo para perdonarlo por cuarta vez.
http://www.abc.es/20100417/opinion-tercera/segundo-hijo-20100417.html
Revolución, divisas y corrupción
Max Marambio se entrenó en los ’60 para guerrillero en las montañas cubanas y emergió en los ’90 de allí como un millonario multinacional. Sus empresas en la isla hoy están al centro de una megainvestigación por corrupción en ese país, que ya tiene a dos de sus empleados muertos en extrañas circunstancias y a decenas de detenidos, entre ellos a cinco empleados de sus compañías.
La enigmática muerte del gerente general y otro empleado de Río Zaza, una de las principales empresas de Max Marambio en Cuba, ambas ocurridas esta semana en La Habana, encendieron los focos sobre una escena que desde hace un tiempo se venía desenvolviendo a medialuz entre las páginas de blogeros isleños disidentes y el boca a boca de chilenos con algunos contactos en la isla de Fidel.
Max Marambio (63), el ex fundador del MIR y de la guardia personal del Presidente Allende, entrenado para la guerrilla en las montañas cubanas y emergido también desde allí como multimillonario empresario trasnacional, se encuentra hoy al medio de una trama de suspenso e intriga que gira en torno a una red de corrupción que tiene como el antecedente más inmediato el Caso Nº 1, que en 1989 llevó al paredón al héroe de guerra Arnaldo Ochoa y al coronel de Tropas Especiales Tony de la Guardia, otrora hombres clave del régimen e integrantes del círculo más estrecho de Fidel Castro.
El chileno Roberto Baundrand había llegado a Cuba hace 2 años para desempeñarse como el máximo ejecutivo de la empresa procesadora de jugos y leche que manejaba el monopolio de esta actividad en la isla. Este martes fue encontrado muerto en su dormitorio, en el departamento que compartía con su esposa, Elena Cavagnola, en un exclusivo barrio residencial de La Habana. Tras especulaciones de suicidio o de posibles excesos en los interrogatorios a los que fue sometido por la policía cubana, finalmente el informe de autopsia estableció como causa directa de la muerte una insuficiencia respiratoria aguda. “Dicha afección respiratoria ha sido asociada con la presencia de fármacos en el contenido gástrico de su cuerpo, combinada con una concentración de alcohol etílico en sangre”, informó el gobierno cubano en un artículo publicado este viernes en el diario Granma.
La misma nota señala que “en la empresa mixta Alimentos Río Zaza están en curso una verificación fiscal, una auditoría y otras investigaciones de los órganos competentes, para esclarecer la presunta comisión de irregularidades y violaciones de las leyes vigentes en las que están implicados un grupo de directivos chilenos que abandonaron el país o no se presentaron al inicio del proceso”. Sin embargo, no precisa el nombre ni el número de integrantes de dicho grupo.
Del otro fallecido, el cubano Ramiro del Río, en tanto, hasta ahora sólo se sabe -a través de la prensa internacional- que habría muerto en una prisión cubana durante este mes y que era hijo de un alto ex funcionario del mismo nombre, que tuvo cargos partidistas en la localidad cubana de Pinar del Río y también fue secretario de la Asamblea Nacional y embajador de Cuba en la República Democrática de Alemania.
“Él estaba trabajando en las empresas de Marambio, en la zona de Santo Espíritu, donde Alimentos Río Zaza tenía una sucursal. Lo que tenemos confirmado es que él era un empleado de Marambio y que tenía un cargo directivo”, contó a LND el periodista Wilfredo Cancio Isla, encargado del tema en El Nuevo Herald de Miami. El profesional agrega que Del Río estaba preso en la isla desde diciembre pasado.
5 detenidos
Según confirmó a LND Eduardo Contreras, abogado de Marambio, 5 personas vinculadas a las empresas de su cliente han sido detenidas en el marco de las pesquisas que iniciaron hace ya varios meses. “Tras las investigaciones abiertas por la Contraloría General de Cuba a las empresas para saber las formas de pago que se están haciendo, se notificó a la Fiscalía General de Cuba, el ente penal, de las mismas. Así se busca saber si las empresas están o no incurriendo en delitos o los funcionarios del Estado están incurriendo en violaciones al Código de Ética. En ese marco, son detenidos tres funcionarios de Río Zaza y dos de Sol y Son”, contó.
Sol y Son es una empresa de turismo en cuya constitución también participó Marambio, además del mismo Contreras, y que hoy está en manos del hermano de Max, Marcel Marambio. Al igual que en Río Zaza, en esta empresa también es copropietario el Estado cubano, con un 50% de su patrimonio.
Respecto a la identidad de los detenidos, Contreras dice que se trata de la contadora de Río Zaza, Lucy Leal, además de un técnico que trabajaba en la planta de jugos y leche y un chofer de esa firma y otros dos empleados de Sol y Son, de los cuales no maneja sus nombres.
Contreras cuenta que los primeros antecedentes directos de este caso los conoció de boca del propio Baundrand, cuando viajó a la isla a mediados de febrero de este año, comisionado por Marambio para tratar de destrabar allí divisas de la empresa retenidas por las autoridades locales y renegociar pagos a proveedores ya bastante atrasados.
“Roberto me contó que estaban investigando a la empresa, no a él, y que él estaba citado como testigo, no como inculpado, y naturalmente yo lo vi muy preocupado. Estaba en un país que no era el suyo, lo llamaron a declarar sobre cosas de las que no necesariamente tenía conocimiento, porque Roberto fue gerente en los últimos dos años y esta empresa tiene como 15 años de existencia. No puede atestiguar sobre cosas que no conoció. Y eso lo tenía abrumado. Me consta, porque lo vi nervioso, lo vi tenso”, dijo en entrevista con este medio.
Contreras agregó que el ingeniero le refirió los detalles de dos interrogatorios que ocurrieron mientras él estaba en La Habana. “El primer interrogatorio fue intenso para Roberto. Lo sentí nervioso al salir de él. El segundo día lo vi más tranquilo. Nunca me dijo que quisiera salir de Cuba pese a que estaba siendo citado en calidad de testigo, para certificar hechos, y estaba con orden de arraigo”, refirió.
Contreras precisa que no conoce el expediente, pero sabe que comenzó hace ya varios meses. “El año pasado se publicó que el Estado cubano llevaría a cabo un proceso de investigación y revisión en Contraloría de todas las empresas extranjeras y de todas las empresas mixtas existentes en Cuba para detectar posibles irregularidades. En ese marco se está haciendo la auditoría de la Contraloría y la Fiscalía en esta empresa”, explica.
Respecto a la naturaleza de la investigación, dice que no lo sabe con certeza, pero tiene una opinión formada: “¿Hacia adónde apunta la investigación? -se pregunta, para luego responder- Claramente, a casos de corrupción de los funcionarios cubanos”.
Chilenos en la isla
Algo parecido refiere Ángel Domper, otro empresario chileno en la isla, radicado allí ya hace varios años y casado con Cecilia Guevara, una de las hijas del “Che”. Domper dice que para él y otros empresarios chilenos que operan en Cuba es muy importante destacar que la situación que afecta a las empresas de Marambio no involucra a ninguna otra firma relacionada con chilenos. “Es una situación que afecta exclusivamente a esa empresa, que obedece a un proceso de investigación judicial que se está llevando a cabo en Cuba que, como en cualquier otro país del mundo, puede afectar a cualquier empresa, y que no afecta ni al resto de las empresas chilenas ni a las relaciones comerciales con Chile, para nada, absolutamente para nada”, enfatiza.
En conversación telefónica con LND desde La Habana, Domper cuenta que lo que sabe del caso es lo que ha escuchado a sus pares y a algunos funcionarios, porque casi no hay información oficial. “Aquí en la prensa no se dice nada. En el mundo empresarial chileno sabemos que hay un proceso de la Contraloría General de la República y de la Fiscalía General de la República, y también, por los años que llevamos acá, sabemos que todos estos procesos no se inician de un día para otro. O sea, las autoridades cubanas normalmente recaban una cantidad de información importante durante mucho tiempo antes de que ésta salga a la luz. Por lo que entendemos nosotros, ésta tiene que ver con una investigación bastante compleja y bastante complicada, con muchas aristas de las cuales desconocemos los pormenores”. Desde su experiencia en la isla, el empresario que tiene la representación de Watt’s en Cuba cree que la investigación incluso “podría llevar años desarrollándose y no es una situación sencilla ni para las empresas de Marambio, ni para las personas que están sujetas a investigación”.
De esa misma falta de información habló con LND la bloguera disidente del régimen Yoani Sánchez. “La prensa cubana ha guardado silencio absoluto con todo lo que está ocurriendo. La única nota oficial que ha aparecido es la de ladestitución de Rogelio Acevedo, que no era ministro, pero funcionaba como tal en la aeronáutica civil. Ésa ha sido la única información dada en los medios oficiales. Todo lo demás está a nivel de rumor popular, de especulaciones, de frases que uno escucha aquí y escucha por el otro lado”, comenta.
El general Rogelio Acevedo fue durante 21 años el director del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba (IACC), cargo que debió abandonar el 8 de marzo pasado, destituido por las autoridades. Desde ese organismo le correspondía la administración de Cubana de Aviación, empresa estatal que mantenía relaciones comerciales con la empresa turística de Marambio Sol y Son.
Prensa internacional
Al parecer, la investigación abarca varios rubros económicos y comerciales. El Nuevo Herald informó el 28 de marzo que el gobierno cubano había suspendido las licencias de 14 firmas extranjeras por presuntas actividades ilícitas. “Según fuentes del Ministerio de Comercio Exterior (Mincex) y la Cámara de Comercio de Cuba consultadas por El Nuevo Herald, la cancelación de las licencias fue notificada a los representantes comerciales extranjeros entre el 17 y 18 de marzo, luego de una investigación interna que arrojó irregularidades en los nexos establecidos con la compañía Tecnotex y la cadena de tiendas TRD Caribe, ambas administradas por Gaesa”, conignó la nota periodística.
Gaesa es la sigla del Grupo de Administración Empresarial S.A., dependiente del Ejército cubano, que desde febrero pasado es presidido por el mayor Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, yerno del gobernante Raúl Castro.
“Hubo un ‘explote’ (escándalo) en Tecnotex por relaciones turbias con empresarios extranjeros’’, dijo a ese periódico un empleado del Mincex, que pidió el anonimato. Entre las firmas investigadas, según El Nuevo Herlad, había algunas con capitales italianos y españoles.
Tecnotex es la principal compañía de importación y exportación del sistema empresarial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y tiene oficinas en China, donde concentra sus operaciones de adquisición de piezas de repuesto y accesorios de automóviles, materiales de construcción, equipos electrodomésticos y computadoras.
Siempre según ese diario, también se estarían investigando irregularidades en TRD Caribe, una cadena que opera más de 400 establecimientos de ventas en divisas a lo largo de la isla, con ingresos anuales que superan los 100 millones de dólares, dirigida por el militar retirado Alexis Mejías Zamarrón, quien también habría caído en desgracia con el régimen cubano en las últimas semanas.
Entre los detenidos por el caso, El Nuevo Herlad incluye a Ofelia Liptak, gerenta comercial de Río Zaza. Detención que Eduardo Contreras desmiente. “Yo la vi personalmente cuando estuve en marzo y sé que hoy día y todos estos días ha estado allí”, afirma, refiriéndose a las oficinas de la compañía en La Habana, porque la planta, ubicada fuera de la capital, está cerrada desde principios de año.
Zaza y Acevedo
Ofelia es la esposa del destituido general Rogelio Acevedo, quien además del cargo en el IACC ocupaba un puesto en el Consejo de Ministros. Acevedo también es un viejo conocido de Marambio.
“La relación entre Marambio y Acevedo data desde hace muchos años y es de mucha amistad”, refiere Ángel Domper, quien añade que el ex director de Aeronáutica “es una persona que tiene un historial de lucha revolucionaria, por decirlo así. Es una persona que participó en la columna guerrillera que dirigía Ernesto ‘Che’ Guevara y siempre fue una persona de altos cargos, muy importantes dentro de Cuba”.
Acevedo fue, en la segunda mitad de los ‘70, el jefe militar de la misión militar cubana en Angola, en donde Marambio también participó en su calidad de integrante de las Tropas Especiales, grupo de elite de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, dependiente directamente del Ministerio del Interior cubano.
A Tropas Especiales pertenecían también los hermanos De la Guardia, Patricio y Tony, procesados por traición a la revolución en 1989, acusados de oscuros negocios ilegales junto a otro héroe de la revolución, el general Arnaldo Ochoa. En dicha ocasión, Ochoa y Tony fueron condenados al paredón y Patricio recibió una pena de 30 años de cárcel.
A mediados de 1977, Marambio trabajó con Tony en la constitución de Cimex, empresa estatal que comenzó sus operaciones en la isla en 1978. El chileno dirigía Havanatour, agencia de viajes que se especializó en traer a cubanos de Miami a la isla, y el cubano se hizo cargo del Departamento Z, cuya misión era proveer de divisas a la isla. Ambas estructuras dependían de Cimex.
La hija de Tony de la Guardia, Ileana, es una testigo privilegiada de la relación entre su padre y Marambio. “Ellos se conocían desde la época de Salvador Allende. Cuando se produjo el golpe de Estado y cuando Marambio llegó a Cuba, estaba bastante cerca de ellos. Patricio y Tony lo ayudaron mucho en lo que eran las relaciones con la jerarquía cubana, también lo ayudaron bastante en relación a la residencia de él allá y creo que también con su ingreso a Tropas Especiales, que eran dirigidas por Tony y Patricio en la época y que eran las tropas de elite de Fidel Castro”, contó a LND desde Francia, donde actualmente reside.
Agrega que entre 1982 y 1984, su padre y su tío comenzaron a tener problemas con Marambio. “Yo nunca supe los detalles, me imagino que había mucha compartimentación y no lo iban a hablar delante de los hijos, yo era muy joven, tenía 20 años. Pero sí sé que ellos decían que él era un engañador, un poco mentiroso, que no era fiel, que no se le podía tener confianza, que podía decir una cosa y hacer otra por detrás, que ellos lo habían ayudado y él los había traicionado. También lo creían muy ambicioso. Marambio empezó a representar los negocios de Fidel Castro y, desde que empezaron a ver cómo se comportaba, dijeron cuidado. Pero allá no les hicieron ningún caso en esa época”, recuerda.
El esposo de Ileana, el argentino Jorge Masetti, ex guerrilero latinoamericanista y fundador de la agencia cubana Prensa Latina, también tuvo ocasión de conocer a Marambio en sus años verde olivo. “Es un oficial de Tropas Especiales, con grado de mayor, no sé si lo ascendieron después, y eso le permitía una llegada en Cuba que no tenía ningún otro. La manera en que se movió siempre en Cuba fue muy oportunista”, comenta para este medio.
Hombre de confianza
Los Masetti De la Guardia no son los únicos que conocen esos episodios de la vida del empresario chileno.“Marambio ha tenido contactos de altísimo nivel en Cuba desde siempre, en la medida en que él tiene la doble nacionalidad, chilena y cubana. Él llegó muy joven a Cuba y se formó allá. Cuba es donde ha desarrollado todas sus cualidades, tanto de militante político como de hombre de negocios, dos cosas que siempre se han mezclado en el entorno más cercano de Fidel Castro”, cuenta la antropóloga Elizabeth Burgos, ex esposa de Regis Debray y también ex luchadora de la causa latinoamericana, quien conoce a Marambio desde su adolescencia.
Burgos agrega que “hay que reconocerle que es un hombre con muchas habilidades, con una inteligencia extraordinaria para los negocios y un hombre de acción, que es el requisito principal para ascender en el régimen cubano. Esto es, tener osadía, ser pragmático, saber moverse en diferentes medios”.
De los atributos de Marambio también habló con LND la hija del comandante Fidel Castro, Alina Fernández, radicada en Miami, quien reconoce al chileno “un trabajo incondicional al servicio de los objetivos políticos”que encarnaba su padre. Fernández agrega que “siempre se han hecho en Cuba negocios al margen de lo que es el estamento oficial y siempre el objetivo, entre comillas, es burlar el embargo. Y Max Marambio siguió siendo un hombre de confianza, aparentemente, hasta hace muy poco, entre muchos hombres de confianza que se ha descubierto que también han empezado a meter las manos para su propio bolsillo”.
El ex oficial de la inteligencia cubana Roberto Hernández del Llano, pasado a la disidencia el 2003 y fuera de Cuba desde el 2007, sostiene que el nexo privilegiado entre Marambio y Fidel fue la madre de la esposa cubana del empresario chileno, Lupe María Núñez Velis. “La señora falleció hace poco y se llama Lupe Velis, esposa del capitán Antonio Núñez Jiménez (también fallecido y hay una fundación a su nombre que dirigió la esposa). Lupe Velis era amante de Fidel Castro de toda la vida, cuando era más joven”, contó en entrevista con LND.
Hernández también tiene una tesis sobre lo que está pasando en Cuba: “Raúl Castro le está pasando cuentas, facturas, a todo el que hizo negocios con Fidel, y está demostrando que a él hay que pagarle aparte”. Y sugiere una fórmula para saber si Marambio está o no involucrado en estos hechos. “Si dice que es tan amigo de Cuba, que vaya a Cuba a ver qué está pasando, si no va es porque está vinculado”, dice, para luego asegurar que “él no va a ir, porque él, mejor que nadie, conoce a los hermanos Castro”. //LND
Cuba a los ojos de la bloguera Yoani Sánchez
Yoani Sánchez también conversó con LND sobre la situación política y económica en la isla y contó que se define en una palabra: fragilidad. “La fragilidad se expresa en la crisis económica de la que no acabamos de salir, sino que todo lo contrario, parece que se profundiza a cada semana; también en un desgaste del discurso político que ya no logra generar las ilusiones de antaño y, por otro lado, una serie de brotes de inconformidad en la población que no solamente se reducen a lo que puedan expresar los partidos de oposición o grupos disidentes, sino que ya se extienden a todas las personas. Ya no se critica solamente la calidad del pan o los huecos en las calles o el tiempo que demora el omnibús en llegar, sino que se está pasando a críticas sistémicas en voz alta, lo cual es un indicador interesante de la fragilidad del sistema. Muchos productos en apenas un año han visto aumentar su costo en un 30% o un 50%, lo cual hace que las familias pierdan mucho poder adquisitivo, la calidad alimentaria, la calidad de la vida disminuye. Eso aumenta la falta de expectativas de los más jóvenes y aumenta por tanto la emigración.
-¿Cómo se expresan esa críticas?
-La inconformidad general ya ha pasado de guardarse en el interior a expresarse en la calle, todavía con mucho miedo. Pero yo noto que hay como un ciclo de silencio que se ha terminado y las personas empiezan a hablar en voz alta de lo que no les gusta.
-¿Hay también manifestaciones públicas?
-La gente se atreve a conversar en una cola, a decir frases que eran impensables hace un año, pero de ahí a manifestaciones públicas, hay un largo trecho porque sencillamente todavía el temor es muy grande. La proporción de policía política por cada ciudadano es enorme y, bueno, todo el mundo sabe a qué se enfrenta: a la estigmatización social, al silenciamiento y a la cárcel. De todas formas, lo que ha ocurrido en las últimas semanas con las damas de blanco, las huelgas de hambre, la muerte de Orlando Zapata Tamayo, también son indicadores de que la presión social está en un punto altísimo.
Por Equipo LND, LA NACION.CL
Ominami sobre Cuba y Max Marambio
Un pasaje de la entrevista a Carlos Ominami publicada esta semana en la edición de papel de The Clinic. En ella Ominami califica a Cuba como una dictadura; afirma que Max Marambio “no es un corrupto”; e inscribe la investigación de su empresa Río Zaza por parte las autoridades cubanas, dentro de la pugna interna entre la línea política de las Fuerzas Armas Revolucionarias, comandadas desde hace décadas por el actual mandatario Raúl Castro, y el Ministerio del Interior, antiguo reducto del fidelismo.
______
POR PATRICIO FERNÁNDEZ Y PABLO VERGARA
¿Consideras que Cuba es una dictadura o no?
Considero que Cuba es una dictadura. Pero no me van a ver nunca juntarme para hacer mi alegato sobre Cuba y su falta de democracia y su falta de libertad y su régimen de partido único con los Walker y los enemigos de la revolución cubana desde siempre.
Acá se juntaron enemigos históricos para ir a luchar con Pinochet.
Claro, pero teníamos algo en común que no se da. Leí la entrevista que le hicieron a la Presidenta Bachelet, que habló de la salud, de la educación. Bien, está. Pero creo que hay una cuestión en Cuba mucho más importante: la revolución cubana como intento de construir el comunismo en un país, no vale nada. Esto se lo dije a Piñeiro antes que muriera, se lo dije a Ricardo Alarcón, se lo he dicho a Lage, se lo he dicho a Felipe Pérez, a todos. Pero la revolución cubana tiene un gran mérito: que ha logrado construir un país allí donde había una burguesía que le hubiera gustado que Cuba fuera como Puerto Rico, un estado libre asociado.
¿Te resulta clarísimo que el resultado es mejor que Puerto Rico?
Nadie le puede criticar a la dirección política de la revolución el hecho que lograran armar un país. Si uno cree que la nación tiene un cierto valor, no puede negarle ese mérito.
Se cambió una burguesía por una casa reinante.
No es lo mismo.
Una casa reinante que hereda, incluso, el gobierno.
Creo que es un recurso simple que no da cuenta de todas las complejidades del proceso cubano. En Cuba hay un tremendo debate. Es cierto, las monarquías también se dividían entre los hijos.
Tu amigo Felipe Pérez y tu amigo Lage fueron sacados del camino en vez de ponerlos en algo.
De una manera que todavía me sigue doliendo.
Y ahora, tu amigo Marambio también. ¿Qué está sucediendo ahí?
Creo que es parte de lo mismo. Cuando estuvimos en Cuba el año pasado, nos tocó vivir los últimos días de un subsistema donde Fidel tenía posibilidad de un control todavía relativamente mayor que el que tiene hoy sobre los acontecimientos. Vivimos un período en que esto se empezaba a anunciar. No es casualidad que alguien que había tenido una vinculación muy estrecha con Chile, un personaje de primera línea como Carlos Lage, no apareciera en ningún acto público. Fuimos de las últimas personas que vimos a Felipe Pérez en su condición de canciller, porque a los pocos días fue defenestrado. Eso tiene que ver con que el subsistema Fidel Castro ha ido crecientemente perdiendo peso.
¿Y por qué están cagándose a Marambio?
Porque lo que era parte de este subsistema e incluso se valoraba, hoy se ha transformado en algo criticable.
¿Es una purga?
Pongo un ejemplo. Creo que lo de Max finalmente se inscribe en el mismo proceso que tuvo como últimas víctimas a Carlos Lage, a Felipe Pérez Roque y Gustavo Ramírez y Acevedo, que no es más ni menos de los últimos combatientes vivos que estuvo con el Che en la Sierra Maestra. Y no tengo la más mínima duda de que esas personas no son personas corruptas. Como no tengo la más mínima duda de que Max tampoco es corrupto. Lo que aquí ocurrió es que un cierto sistema que se puso en práctica para los efectos de darle una mínima eficiencia a la producción en Cuba, un país que por Dios lo necesita, y se generaron ciertos incentivos que en ese momento eran perfectamente comprensibles y que hoy aparecen como transgresiones a la legalidad cubana formal.
¿Esto por razones económicas o políticas?
Creo que hay razones políticas, que hay un ajuste de cuentas. Fidel y Raúl no se van a pelear nunca porque saben que en el minuto que lo hacen, la revolución cubana se desploma. Pero han dado lugar a subsistemas de poder que sí lo hacen. Y lo más claro es la línea de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, FAR, y la línea del Ministerio del Interior. En Cuba ambos liderazgos tienen tropas y son tropas que tienen rivalidades. Las Tropas Especiales del Minint tienen rivalidades con las FAR y finalmente lo que estás viviendo es la historia de ese conflicto.
¿Y esto cómo termina?
No sé. No hay opción política de recambio en Cuba y eso es lo que hace muy difícil pensar en un cambio. Si hubiera un desplome de la revolución, nadie sabe lo que pasa internamente. Cuando surgió el reemplazo de Raúl, uno decía lo que viene es un proceso de apertura controlada en torno a una institución sólida como son las FAR y tengo la sensación que Raúl ha tenido un gobierno mucho más inmóvil, con menos capacidad de reforma que la que él mismo anunció. Eso está llevando a Cuba a una situación extremadamente difícil, porque él es el único que puede hacer cambios porque es el único que tiene una estructura, empresas, disciplina, legitimidad.
Dices que no te sentarías con los enemigos de la revolución.
Es que no me confundo, creo que también hay algunos que utilizan los derechos humanos como pretexto para ajustar las cuentas de siempre con la revolución.
THE CLINIC.CL
Putas cuentas: mercado y nuevas formas de prostitución en Chile…
Sexo por pago de servicios básicos
Regalan su cuerpo y a cambio reciben dinero para la universidad, la luz y el gas. Son estudiantes que “se ofrecen” a cambio de inéditas retribuciones. Según el testimonio de los jóvenes, este contrato sexual cuesta mucho más de lo que parece.
"Profesional, buen nivel social y económico, ofrece ayuda económica a cambio de sexo. Las prefiero de cuerpo normal o delgadas. Abstenerse trabajadoras sexuales. Valor de la ayuda a conversar. Interesadas, por favor, contactarse".
"Soy joven de 24 años, ardiente y complaciente, sólo por una pequeña ayuda económica o de acuerdo a la satisfacción del hombre. No me interesa el estado civil. Disfrutaremos mucho".
Estos son avisos reales. Aparecen en internet escritos por anónimos oferentes jóvenes y adultos que no revelan su edad. Ofrecen sexo sin límites por el pago de alguna cuenta. Quienes ven en esta práctica una forma de vivir dicen que después de la primera vez ya no se puede volver atrás.
Marisa tiene 45 años, el pelo rubio ondulado y curvas prominentes. Recuerda que a los 14 años, cuando vivía en Talca, no había hombre que no se diera vuelta a mirarla. Sus vecinos la llamaban "la Miss Chile", pero su belleza fue a la vez su maldición. A los 15 aprendió a fingir en el amor y se casó con un profesor de 27 años para arrancar de las peleas con su madre. Ese mismo año tuvo a su hija, diez meses antes de terminar su matrimonio. Sola, y nada más que con el cuarto medio bajo el brazo, intentó probar suerte en Santiago. "Acá encontré un trabajo de secretaria en una notaría; mi jefe tenía 53 años, me trataba como un padre y con el tiempo le empecé a gustar, comenzó a conquistarme con cosas materiales y plata", recuerda Marisa. Esa fue la primera de varias oportunidades en que vendió su cuerpo por dinero. Después de ese encuentro vino un reloj de oro, plata para los pañales de su hija y para comprarse los pasajes a Talca cada vez que quisiera visitar a su familia. Así pasaron un par de años, hasta que la amistad y el dinero se acabaron. Ya había palpado el mundo del intercambio de sexo por ayuda económica.
Ella recuerda que cuando quedó cesante fueron esos "amigos sexuales" quienes le regalaban hasta un millón de pesos para pagar la cuenta de la luz, la comida y los cheques sin fondo que le quitaban el sueño. Hoy intenta una reflexión acerca de lo que vivió: "Los tipos creen que una se acuesta con ellos por amor y a veces eso es algo insoportable, debes pagar y tener sexo con esos ‘amigos’, a quienes les pides todo ‘prestado’, bien sumisa para que no se sientan tan utilizados", recuerda Marisa. Además, asegura que con el tiempo se acostumbró a los viajes, el gimnasio y la manicure francesa. Sabe que ya no retrocederá, menos ahora que "tiene" un norteamericano de 60 años que le paga las cuentas "El otro día me ofrecieron un puesto en un AFP, pero no lo acepté, no me alcanzaría la plata para el nivel de vida que tengo", asegura.
El estudio de prostitución juvenil urbana, realizado por el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) en el año 2000, califica este hecho como "prostitución invisible". Allí define este tipo de comercio sexual como una relación que tiene como principal característica que quienes la realizan no lo reconocen así, encubriéndola con otras acciones como salir juntos, participar en una cena de amigos, o una "relación".
En el informe, además, se señala que este tipo de prostitución puede estar presente en todos los estratos socioeconómicos, y que esta "ayuda económica" incorpora fundamentalmente el pago de cuentas o el pago de la universidad en el caso de niñas jóvenes. El mismo documento acusa que en sectores menos acomodados también son comunes las ayudas y regalos de hombres mayores y casados.
ALERTA EN LA RED
Andrés Góngora, subcomisario de Investigaciones, señala que los avisos de internet pueden tratarse de una forma de promoción del comercio sexual, aunque quien firma el mensaje sea mayor de edad. "En uno de los avisos se indica a colegialas que podría corresponder a personas menores", asegura. Para el subcomisario, el tenor del aviso de "ayuda económica a cambio de sexo" da la idea que éste va dirigido de manera encubierta a una persona menor de edad, puesto que la colaboración económica de esta naturaleza se le ofrece a personas menores y no así a una mujer trabajadora. Según el subcomisario, en el artículo 367 del Código Penal se sanciona a quien promueva o facilite la prostitución de menores de edad para satisfacer los deseos de otro. La pena puede ir de los tres años y un día a los cinco años, o bien de los cinco años y un día a los veinte años. Góngora agrega que si se llega a contactar a una persona mayor de 14 años y menor de 18 puede configurarse el delito de estupro porque se están aprovechando de una situación de vulnerabilidad del menor.
Yedra García, abogada española que realizó estudios sobre los tipos de prostitución femenina y trata de blancas en Chile, señala que la existencia de la prostitución tiene su origen en un sinnúmero de factores, entre ellos la cultura sexista de los países. García es enfática al explicar que todo tipo de comercio sexual existe porque para las mujeres el acceso al trabajo es mucho más limitado que para los hombres y, en ese sentido, las mujeres aún cuentan con menos formación académica. Yedra quien además quedó sorprendida del "fenómeno café con piernas" en Chile señala que lo primero que hay que evitar frente a cualquier tipo de prostitución es la estigmatización. Para ella, detrás de este tipo de prácticas, siempre hay una familia monoparental, una mujer sola con hijos y mucha necesidad económica "La mujer que tiene que mantener a sus hijos es vulnerable a este tipo de prostitución; vender el cuerpo de la forma que sea no es una elección", asegura.
Cristián estudia diseño y es garzón. Tiene 27 años y recuerda que el año pasado conoció a un hombre mayor en el restaurante donde trabaja. "Era un gringo de 45 años que trabajaba en Chile en el negocio del outsourcing". Él fue su salvación económica. Primero se pasearon por bares de Bellavista, y cuando el maduro galán quiso intimar con él, Cristián aceptó, pero con una condición: el pago del arriendo del departamento. "Sí, es una relación por interés, pero si los tipos te pasaran la plata directamente, de verdad serías puto; es mejor que te paguen de cuentas", asegura Cristián, y agrega que la práctica es más frecuente de lo que parece. "Entre los jóvenes gays es común salir con tipos más viejos para que te paguen las cuentas, es una relación entre comillas, los chicos viajan, les sacan hasta el último peso y terminan cuando están estables económicamente", asegura el joven.
EL CICLÓN MILLONARIO
Mientras habla para la entrevista, Carla, de 28 años y un cuerpo a punta de gimnasio, se prepara para la rinoplastia. Faltan 12 horas para la operación. En su bolso guarda la ropa interior y su perfume que llevará a la clínica. Vivía en Antofagasta y allá dejó a su único amor: su hija de siete años. Allá en el norte, sus padres cuidan a su niña y ella manda el dinero para que la eduquen. A pesar de su edad y de su apariencia madura, con su buzo blanco, pantuflas de Hello Kitty y el pelo recogido, parece una niña. Ella cree que su aire infantil es un plus a la hora de enfrentarse a hombres mayores, que ven en esto un encanto, incluso desde su adolescencia, cuando ya cazaba hombres con dinero. Esos "amigos especiales" le compraron perfumes, ropa y joyas a su antojo. En ese momento se dio cuenta que el sexo era su gallina de los huevos de oro.
Hoy sigue especializándose en danza en una academia de Providencia, y dice que aunque viene de una familia de clase media, ella siempre quiso más. Asegura que para "sacar plata" hay que tener un cierto nivel cultural. Ella habla inglés. "Esto no es para ‘rotas’, a lo hombres les gusta lucirte y hay que tener experiencia. Así fui desde niña con mis pololos y cuando cumplí los veinte ‘reventaba’ a los tipos que andaban conmigo", recuerda con una sonrisa maliciosa.
Hoy, los cinco "amigos" que ostenta tienen entre 30 y 45 años, y no pasa de esa edad porque dice que "entre más viejos, más mañosos". Asegura que aceptar los regalos, ropa y dinero para pagar sus cuentas, no la hace oficialmente una prostituta. Cuando sale a comer con ellos a los restaurantes de Borde Río, se pone nerviosa con los arrumacos y los besos largos, porque en un restaurante lleno de gente prefiere que piensen que esos señores maduros con los que va a comer son sus "tíos" o su papá. "¿Quién dijo que era plata fácil?, porque para sacarles cada peso hay que engañarlos y manipularlos como una profesional. He ‘matado’ y he llorado por mi abuelita diez veces para que me den plata. Y la verdad es que los hombres pueden ser bien huevones", asegura Carla. Recuerda que la suma de dinero más alta que cayó en sus sábanas fue un millón de pesos en efectivo. En esa ocasión su "amigo" le dijo que jugaran al "ciclón millonario": él lanzó los billetes al aire y ella atrapó con los brazos todos los billetes de 20 que pudo.
Carla cambia el tema y confiesa que esa felicidad se acaba de golpe con los gritos, los tironeos y las humillantes peticiones sexuales. Sus "amigos", tarde o temprano, se ponen posesivos y maltratadores con ella, y eso nadie lo sabe. Todos se creen su dueño. "Es difícil, tienes que tener sexo con un tipo que no te gusta, que siempre te saca en cara un ‘no se te olvide que yo soy el que pago’, una tiene que quedarse calladita y eso te va dañando sicológicamente. En un restaurante, a veces tienes que pedirles permiso hasta para ir al baño y te contestan con un ‘no, siéntate, ya fuiste muchas veces’, o te meten la mano en público. Esto no es amor, son sólo tipos a los que exprimes y luego dejas", asegura Carla. "Así es la vida", continúa, para convencerse a sí misma que no hay otra forma de tener lo que tiene: un departamento en Providencia, su celular rosado, busto de silicona y una liposucción. Vuelve a la risa para contar su última adquisición: un par de anteojos Armani que le sacó a su "amigo" de 45 años. "Con un puchero le dije que necesitaba unos lentes grandes, grandes, para taparme las ojeras que me quedarían después de la operación. Cuando quiero algo pongo cara de pena, lloro, me seco las lágrimas y les pregunto: ‘¿Pero la plata me la va a pasar ahora?’".
LA NACION.CL
Un terremoto de 7,1 grados sacude el noroeste de China
Redacción, BBC Mundo
Al menos 300 personas habrían muerto y unas 8.000 habrían resultado heridas tras un terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter ocurrido en la provincia occidental china de Qinghai, informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
Las autoridades aseguraron que puede haber bastantes víctimas bajo los escombros de los edificios que se han derrumbado.
Según explicó el corresponsal de la BBC en Pekín, Michael Bristow, el terremoto ocurrió sobre las 08:00 hora local, cuando la mayoría de las personas aún se encontraba en casa.
La Administración China de Terremotos informó de que temblor tuvo una magnitud de 7,1 grados. El sismo fue seguido por dos temblores de menor intensidad, de 5,3 y 5,2 grados en la escala de Richter.
Bristow informó que "varios medios locales reportaron que la mayoría de los edificios en el pueblo cercano al epicentro cayeron".
La Radio China aseguró que el 90% de las viviendas de la ciudad de Jiegu, una de las más afectadas, han quedado destruidas.
En tanto, la televisión local ha mostrado imágenes de los escombros.
Área remota
Las autoridades informaron que se ha establecido un "cuartel general de rescate en Jiegu" y que ya han sido enviado soldados a las zonas afectadas para rescatar a las personas atrapadas bajo los escombros.
El epicentro del sismo se ubicó en el distrito de Yushu, en la prefectura autónoma tibetana del mismo nombre, a 380 kilómetros al sur-sureste del pueblo minero de Golmud, en Qinghai, informaron las agencias de noticias.
El temblor se originó a una profundidad de 10 kilómetros.
La provincia de Qinghai, una de las zonas más remotas y pobres del país, está habitada por chinos de la etnia han, mongoles y pastores tibetanos.
Damian Grammaticas, periodista de la BBC en Pekín, dijo que los esfuerzos de rescate probablemente se vean obstaculizados por la lejanía de una región que carece de un aeropuerto cercano.
Según los expertos, la región del oeste de China, con grandes cadenas montañosas como el Himalaya, es un área de alta actividad sísmica.
En mayo de 2008, un fuerte terremoto devastó el norte de la vecina provincia de Sichuan, causando la muerte o desaparición de alrededor de 87,000 personas.
Cinco millones de personas perdieron sus casas y las autoridades estimaron que los trabajos de reconstrucción tardarían por lo menos tres años.
¿Por qué tantos terremotos?
BBC Ciencia
Podría parecer que los devastadores terremotos que han sacudido a la Tierra en los últimos meses, como el de Haití y Chile, reflejan un incremento en la actividad sísmica del planeta, pero no es así.
Según las estadísticas cada año ocurre el mismo número de terremotos.
En realidad, estos terremotos forman parte de un patrón constante que se ha visto desde los 1900, cuando comenzaron los registros geológicos.
Según el Servicio de Inspección Geológica de Estados Unidos (USGS) los registros muestran que desde 1900 ha habido cada año en el mundo unos 18 terremotos "importantes" (con una magnitud de entre 7,0 y 7,9) y un "gran" terremoto (de magnitud 8,0 o mayor).
"No ha habido más terremotos en el mundo" dijo a BBC Ciencia el profesor Francisco Vidal Sánchez, sismólogo investigador del Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada.
"Los terremotos son procesos condicionados en el tiempo en cada zona y si vemos la distribución a escala global podríamos considerarlos como un proceso aleatorio".
Lo que sí es un hecho, afirman los expertos, es que estos fenómenos son cada vez más devastadores. Pero no porque la Tierra se sacuda más, sino por el incremento en la densidad de población que vive en las zonas de riesgo.
Es decir, la percepción de que estos fenómenos están en aumento y que cada vez son más destructores se debe a que el público sólo se entera de los terremotos que devastan a zonas pobladas, como en el caso de Haití y Chile.
Y sin embargo el Centro Nacional de Información de Terremotos del USGS actualmente detecta entre 12.000 y 14.000 sismos cada año -unos 50 por día- y muchos de estos de grandes magnitudes.
clic Lea: Concepción, de ciudad a pueblo fantasma
Los que "hacen" noticia
"A escala global , los terremotos destructores -que son los que hacen "noticia"- a veces parecen agruparse en el tiempo porque ocurren en zonas pobladas" explica Francisco Vidal.
"Pero hay ocasiones en las que ocurren más terremotos y no necesariamente son tan destructores porque no tienen un efecto en las personas".
No ha habido más terremotos en el mundo. Los terremotos son procesos condicionados en el tiempo en cada zona y si vemos la distribución a escala global podríamos considerarlos como un proceso aleatorio
Prof. Francisco Vidal Sánchez
Otro factor es la mejora en la comunicación global.
Hace sólo unas décadas el mundo no se enteraba de un gran terremoto en China o Indonesia, por ejemplo, sino hasta unos días o semanas después de que había ocurrido. Y para entonces la noticia quedaba relegada a las páginas interiores de los diarios, si acaso se informaba de ella.
Hoy en día, gracias a internet, las redes sociales y los noticieros de 24 horas, la información puede llegar a todo el mundo de forma casi inmediata.
Otra explicación por la que parecería que los terremotos están en aumento es porque en los últimos 20 años se han logrado detectar más estos fenómenos debido al incremento en el número de estaciones de sismógrafos en el mundo y la mejora en la comunicación global.
Según el USGS, en 1931 operaban en el mundo 350 estaciones. Hoy en día, hay más de 4.000 sismógrafos y los datos que recogen pueden viajar rápidamente a través del planeta vía satélite, computadoras e internet.
"Las estadísticas geológicas nos dicen que los grandes terremotos, como este de Chile o el de Sumatra de 2004, son fenómenos que ocurren con una frecuencia de uno cada año", explica el profesor Vidal.
"Pero también pueden pasar cinco años sin ningún terremoto fuerte y después ocurran cuatro o cinco seguidos en diferentes partes del mundo".
Menos no es más
Según el experto, otra creencia común -y errada- sobre los terremotos es que si en una zona de riesgo no han ocurrido movimientos de la tierra durante mucho tiempo, pronto ocurrirá un sacudimiento de gran magnitud.
Hoy nos enteramos al instante de los desastres gracias a la mejor comunicación global.
La quiesencia -o falta de actividad sísmica- no necesariamente significa que tiene que ocurrir un gran terremoto. Porque un incremento o disminución en la actividad sísmica a menudo forma parte de la variación natural en la sismicidad de la zona.
"Se ha visto en una irregularidad en diferentes lugares del mundo", dice Francisco Vidal.
"En unos sitios se "relaja" energía antes de que se acumule toda la energía posible, en otros sitios se libera de una sola vez , es decir, es distinto de un sitio a otro".
Por ahora, los científicos no tienen forma de saber si un aumento o disminución en la actividad sísmica de una zona conducirá a un gran terremoto o a un sismo de menor magnitud.
Tal como expresa el sismólogo Francisco Vidal, lo único cierto hoy en día es que un terremoto será más devastador entre más poblada sea la zona afectada.
"Por eso se han establecido movimientos a nivel internacional para prevenir desastres naturales y fundamentalmente terremotos".
"Y esa prevención está orientada a reducir la vulnerabilidad de un país disminuyendo la densidad de la población expuesta al riesgo e incrementando las medidas preventivas de sismoresistencia y de atención después del desastre".
México: líder del cartel de Sinaloa y más importante narco mexicano…
- EL PABLO ESCOBAR DE LOS NARCOS MEXICANOS
- ISMAEL EL MAYO ZAMBADA, LIDER DEL CARTEL DE SINALOA, HABLO CON UN MEDIO LOCAL DESDE LA CLANDESTINIDAD
El Mayo Zambada no tiene duda: ni el presidente Calderón ni el ejército van a poder con el narcotráfico. “El narco está en la sociedad, arraigado como la corrupción”, asevera el hombre que siente pánico de que lo atrapen y lo encierren.
Por Gerardo Albarrán de Alba
Desde México, DF
Su cabeza vale millones de dólares para quien lo entregue. Es tan famoso como Joaquín El Chapo Guzmán, enlistado por la revista Forbes como uno de los hombres más acaudalados del mundo. Es tan poderoso como lo fue en su día Pablo Escobar Gaviria, el zar colombiano de la droga. Pero Ismael El Mayo Zambada vive a salto de mata, carga el miedo todo el tiempo.
Entrevistado por el periodista Julio Scherer García, cuya crónica se publicó en el semanario Proceso que él fundó en 1976, El Mayo Zambada asegura que la administración de Felipe Calderón tiene perdida la guerra contra el narcotráfico que desató hace tres años.
El narcotraficante deja saber que “llora” a su hijo Vicente, Vicentillo, su primogénito y mano derecha, capturado en la Ciudad de México y extraditado a Estados Unidos. No sabe en qué prisión se encuentra, si en Chicago o en Nueva York, pero se niega a hablar de él.
A cambio, dice que se dedica a la agricultura y a la ganadería, “pero si puedo hacer un negocio en los Estados Unidos, lo hago”. Cuenta que tiene esposa, otras cinco mujeres, quince nietos y un bisnieto. “Ellas, las seis, están aquí, en los ranchos, hijas del monte, como yo. El monte es mi casa, mi familia, mi protección, mi tierra, el agua que bebo. La tierra siempre es buena, el cielo no, a veces niega la lluvia.”
Del Chapo Guzmán dice que son amigos y compadres, que hablan frecuentemente por teléfono, pero niega haber tenido algo que ver en su fuga de prisión, hace algunos años, y califica como “tonterías” lo que publica Forbes sobre la fortuna del narcotraficante.
El Mayo Zambada no tiene duda: ni Calderón ni el ejército van a poder con el narcotráfico. A su juicio, “el gobierno llegó tarde a esta lucha y no hay quien pueda resolver en días problemas generados por años. Infiltrado el gobierno desde abajo, el tiempo hizo su ‘trabajo’ en el corazón del sistema y la corrupción se arraigó en el país. Al presidente, además, lo engañan sus colaboradores. Son embusteros y le informan de avances, que no se dan, en esta guerra perdida”.
Según el capo, el gobierno no tiene ninguna oportunidad de erradicar el problema, porque “el narco está en la sociedad, arraigado como la corrupción”. En la breve charla realizada en una guarida del narcotraficante, cuya ubicación no revela el periodista, El Mayo Zambada no objeta la persecución que el gobierno emprende para capturarlo. “Está en su derecho y es su deber.” Sin embargo, rechaza las “acciones bárbaras” del ejército.
“Los soldados, dice, rompen puertas y ventanas, penetran en la intimidad de las casas, siembran y esparcen el terror. En la guerra desatada encuentran inmediata respuesta a sus acometidas. El resultado es el número de víctimas que crece incesante. Los capos están en la mira, aunque ya no son las figuras únicas de otros tiempos”, escribe Scherer.
La cabeza del cartel de Sinaloa ironiza: “Un día decido entregarme al gobierno para que me fusile. Mi caso debe ser ejemplar, un escarmiento para todos. Me fusilan y estalla la euforia. Pero al cabo de los días vamos sabiendo que nada cambió”.
Nada va a pasar si él cae, asegura, porque “el problema del narco envuelve a millones. ¿Cómo dominarlos? En cuanto a los capos, encerrados, muertos o extraditados, sus reemplazos ya andan por ahí”.
De hecho, por lo menos cuatro veces el ejército ha estado muy cerca de El Mayo Zambada, cuenta él mismo y desliza que todavía más veces han estado a punto de atrapar al Chapo Guzmán. Huyó por el monte, “del que conozco los ramajes, los arroyos, las piedras, todo”, cuenta. Inevitable recordar a Pancho Villa, el legendario revolucionario que fue perseguido por tropas federales y hasta por el ejército estadounidense, al mando del general Pershing, pero nunca dieron con él, escondido en las cuevas que conocía como la palma de su mano en las sierras de Chihuahua.
–¿Teme que lo agarren? –le pregunta el periodista.
–Tengo pánico de que me encierren –responde sin chistar el narco.
–Si lo agarraran, ¿terminaría con su vida?
–No sé si tuviera los arrestos para matarme. Quiero pensar que sí, que me mataría.
Sabe que al final va a caer, igual que todos los demás capos del crimen organizado. O tal vez no. “¿Lo atraparán finalmente?”, le pregunta Scherer. “En cualquier momento o nunca”, le contesta.
Zambada tiene 60 años y se inició en el narco a los 16, según narra Scherer, y apunta que los 44 años que lleva en esa vida le dan una gran ventaja sobre sus persecutores de hoy. Sabe esconderse, sabe huir y se tiene por muy querido entre los hombres y las mujeres donde medio vive y medio muere a salto de mata.
“Hasta ahora no ha aparecido ningún traidor”, dice, como quien piensa en voz alta.
Página/12
Bolivia: una lectura crítica de los resultados electorales del 4 de abril…
Eduardo Paz Rada, Patria Grande
Varias son las lecturas e interpretaciones de los resultados electorales de las elecciones de Gobernadores y Asambleas Departamentales, primera experiencia en Bolivia, de Alcaldes y Concejos Municipales y de Asambleístas y representantes de los pueblos indígena originario campesinos elegidos de acuerdo a usos y costumbres, en un paso más en la aplicación de la Constitución Política del Estado que contempla las Autonomías Departamentales, Regionales, Municipales e Indígenas.
Durante los últimos cuatro años el gobierno recibió reiteradas manifestaciones de respaldo electoral, desde el 52 por ciento favorable a la dupla Morales-García en las elecciones presidenciales de 2005, hasta el 64 por ciento de los comicios de diciembre de 2009, sin tomar en cuenta las masivas movilizaciones, marchas, concentraciones y actos de respaldo popular en todas las regiones del país. Inclusive tuvo que remontar millonarias campañas y acciones de los sectores conservadores y de las oligarquías locales, apoyadas por las transnacionales y la embajada de Estados Unidos, en Sucre, Cobija, Santa Cruz, Trinidad, Tarija y otras poblaciones, los que impedían el arribo del Presidente y maltrataban a miembros de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional y hombres y mujeres de rasgos indígenas.
El Jefe de Estado, Evo Morales Ayma, ha manifestado, como interpretación oficial del gobierno, su “complacencia” por los resultados obtenidos por el Movimiento Al Socialismo (MAS), mientras que sus más estrechos colaboradores, como el Ministro de Gobierno, Sacha Llorente, y el Presidente de la Cámara de Diputados, Héctor Arce, mostraban rostros desencajados en la primera fila de asistentes a la explicación presidencial, la noche del 4 de abril.
Asumiendo que el MAS ha conseguido subir el número de concejales municipales en varios municipios, aumentar el número de alcaldías que estarán bajo su responsabilidad y ejemplificando que antes en la ciudad de La Paz tenía tres concejales y ahora consiguió cinco, Morales Ayma argumentaba que se han aumentado los porcentajes de la presencia del MAS en los departamentos del oriente, como Beni y Pando. El Presidente comparaba, con informaciones ciertas, el desempeño electoral del MAS en elecciones municipales y prefecturales del pasado con el del presente.
Pero, no tomaba en cuenta el proceso de consolidación y avance de los movimientos populares y sociales en los últimos cuatro años en todos los rincones del país. Como referencia, en las elecciones nacionales de diciembre de 2009 el MAS consiguió más del 80 por ciento de votos en los tres departamentos del occidente del país, en los que ahora no sobrepasa el 55 por ciento.
Los resultados señalan que los ahora Gobernadores opositores de Beni, Ernesto Suarez, Santa Cruz, Rubén Costas, y Tarija, Mario Cossio, consiguieron su reelección, mientras que en las Alcaldías de siete de las diez principales ciudades de Bolivia se producían sorprendentes resultados. Los opositores conservadores triunfaban en Santa Cruz con Percy Fernández, Tarija con Oscar Montes, Potosí con René Joaquino, Sucre con Jaime Barrón, Trinidad con Moisés Shirique, mientras que los candidatos del Movimiento Sin Miedo (MSM), antes aliado del MAS, triunfaban en Oruro con Rocío Pimentel y en La Paz (la mas importantes de Bolivia por ser centro político) con Luis Revilla.
Otra interpretación de los resultados electorales fue expresada señalando que la única fuerza efectivamente nacional y con presencia en todo el territorio es el MAS, en tanto que todas las otras fuerzas políticas son débiles y dispersas en las distintas regiones del país, sin tener un eje común que permita advertir la emergencia de una sólida oposición al proyecto implementado hasta hoy por Evo Morales y Alvaro García.
Esta perspectiva la han manifestado muchos participantes de programas radiales de Erbol, quienes han indicado que, después del arrollador avance del MAS y Morales durante los últimos años, el haberse reducido, en números absolutos y porcentajes, la votación oficialista el 4 de abril, es una señal de molestia y descontento por la política y el comportamiento vertical del gobierno.
Haber perdido en las importantes ciudades occidentales de La Paz, Oruro y Potosí, tenido un revés en Achacachi, considerado en centro aymara por excelencia y símbolo de la fuerza radical el gobierno, marca una tendencia crítica al gobierno, en tanto se advierte una polarización entre las zonas rurales y urbanas por la tendencia expresada en los resultados electorales.
La lectura exitista del gobierno no coincide, por lo tanto, con los resultados electorales y las opiniones y reflexiones emitidas por los participantes en los medios de comunicación reclaman una práctica diferente de parte de las autoridades y del Presidente Evo Morales.
Venezuela, Chávez y la realidad política actual…
Entrevista al sociólogo Juan Agulló
"Se habla mucho de Chávez pero poco de Venezuela"
Juan Agulló (Madrid, 1971), licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid (1995). Se doctoró en Sociología por la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales, París (EHESS, 2003). Actualmente es Académico a Tiempo Completo de la Universidad Iberoamericana de México. Está preparando un postdoctorado sobre movilización social y cambio político en la Venezuela contemporánea.
Con la periodista Manola Romalo (Frankfurt) habló sobre algunos desafíos y logros del gobierno bolivarianos en los últimos 12 años.
Manola Romalo: Desde su elección en 1998, los medios de comunicación neoliberales suelen calificar al Presidente Hugo Chávez de “dictador” ¿Por qué?
Juan Agulló: Atacar a Chávez, decir que se “informa” sobre lo que ocurre en Venezuela cuando en realidad se desinforma, es una forma de ocultar la realidad. Hasta 1998, Venezuela era uno de los países latinoamericanos sobre los que menos se hablaba en la prensa internacional. Actualmente sigue siendo así: se habla mucho de Chávez, pero poco de Venezuela. Cuando se habla de Chávez “se olvida”, por ejemplo, que en 11 años ha ganado 15 elecciones y ha perdido una. ¿A cuántos dictadores conoce usted que ganen elecciones internacionalmente vigiladas pero, sobre todo, que también las pierdan?
Lo que por otro lado se oculta en la prensa internacional al hablar poco de Venezuela, es que una agenda política y económica heterodoxa, contrapuesta a las recetas monetaristas habituales, no solo es viable sino que –como en el caso de Venezuela- puede transformar positivamente la realidad. Venezuela demuestra que la única alternativa para salir de situaciones económicamente desastrosas, no son planes de ajuste, como el que se le está imponiendo, en la actualidad, a Grecia…
MR: En 1996, en Venezuela, el índice de pobreza era de 70%; en 2009 había disminuido hasta un 23 %, cifras reconocidas por el Banco Mundial. ¿Cuáles son los principales logros?
JA : El principal logro del actual Gobierno venezolano es haber desarticulado una forma de segregación mucho más grave, típica de América Latina: la exclusión.
El caso de Venezuela es peculiar por el petróleo: en los años 70 su PIB llegó a ser similar al de Italia. La pobreza disminuyó. Pero en sólo 20 años, como consecuencia del descenso en los precios del petróleo, de la crisis de la deuda externa y de la aplicación de planes de ajuste estructural , su PIB se emparejó con el de Colombia. La pobreza volvió a dispararse precisamente porque estaba asociada a la exclusión.
De hecho, ése es el auténtico reto: no sólo se trata de luchar contra la pobreza, sino contra la exclusión. ¿Cómo se hace? Pues, en el caso de la Venezuela actual, institucionalizando derechos; llevando las políticas de bienestar hasta zonas a las que antes sólo llegaba la represión; pasando de lo policial a lo político. De gente que no podía acudir a hospitales o a Universidades excluyentes, a módulos sanitarios y misiones educativas en zonas periféricas (a las que los periodistas extranjeros, con la excusa de la “seguridad”, no suelen ir). El Gobierno bolivariano trata de integrar, de incorporar a todo el mundo: el número de estudiantes, en estos años, ha pasado ¡de medio millón a dos millones! Integrar, para el actual Gobierno venezolano es una opción de desarrollo: no se trata de seguir perpetuando un Apartheid sino de que 26 millones de personas piensen, intercambien, consuman, produzcan en un mismo circuito. Fuera de Venezuela poca gente entiende la verdadera filosofía de este proyecto político.
MR: Usted ha investigado en zonas rurales de Venezuela, ¿qué cambió la Revolución bolivariana para los campesinos?
JA: El principal logro del actual Gobierno venezolano en las zonas rurales es tan sencillo que abruma: se ha puesto a producir al campo que, desde el boom petrolero de los años 1960, no estaba produciendo. Prácticamente se importaba todo, ¡a precio de oro!
En la década de los 60 hubo una reforma agraria. Pero corrupción mediante y violando la legalidad, muchas tierras regresaron a sus antiguos propietarios, o a otros nuevos, ligados a la estructura clientelista. ¿Qué hacían los propietarios con esas tierras? Como mucho, dedicarlas a cultivos altamente rentables pero erosivos, como la caña de azúcar. Venezuela tiene uno de los mejores rones del mundo, pero al precio de erosionar tierras muy productivas. Muchos de esos propietarios estaban ligados a mafias importadoras.
Suena increíble pero cuando uno pisa el terreno se da cuenta de que, en ocasiones, poseer tierras era una forma de excluir, de condicionar, de dominar… Cuando dominas el estómago de la gente dominas su cabeza. De hecho es curioso pero, por una parte, La Ley de Tierras de 2001 fue uno de los detonantes del golpe contra Chávez y por la otra, precisamente los Estados más agrícolas, fueron los que más tardaron en apoyar políticamente a Chávez, aunque ahora son los más chavistas.
¿Qué ha ocurrido? Más allá de la reforma agraria, grandes procesos de empoderamiento colectivo. La concentración de tierras en el campo había propiciado grandes flujos migratorios hacia las ciudades. Pero el olvido, todavía, no había sido total: el campo seguía presente en la memoria colectiva, sobre todo de ciudades de provincia en las que vivían muchos de los “nuevos” campesinos (hijos y nietos de viejos agricultores, que en las ciudades se ganaban la vida como taxistas, electricistas, fontaneros, etc.). Ahora, no sólo han tenido que volver a aprender técnicas productivas, por demás orgánicas, sino que están retomando el control de sus propias vidas lejos de un salario, de un patrón, de un horario, de una computadora, etc.
Algo parecido está ocurriendo en las costas con la pesca artesanal. Además, lo mejor es que la reforma no se ha limitado al campo sino que se ha pensado globalmente. En la Venezuela actual, el Estado está haciéndose cargo de la distribución. Hay una cadena estatal de supermercados a precios muy accesibles para la población de productos básicos que, más que eliminar el hambre, lo que está eliminando es la posibilidad de limitar la capacidad de pensar de la gente mediante el control de sus canastas básicas y por ende, de sus estómagos…
MR: El 26 de septiembre se celebrarán elecciones parlamentarias. La misma oposición que promovió un golpe militar entre el 11 y el 13 de abril 2002 llama en sus medios de comunicación, -como en el canal tv Globovisión- a “una solución militar” contra el presidente Chávez. ¿Qué proyecto politico tiene la derecha?
Hay una complejidad ideológica muy grande en la oposición venezolana: gente que viene de la socialdemocracia, de la democracia cristiana, del liberalismo, del conservadurismo e incluso del propio chavismo. La falta de identad política es uno de sus mayores problemas. Además hay otro obstáculo: los proyectos políticos abiertamente neoliberales tienen muy mala fama en el país. Por esa razón, el discurso anti-Chávez, tan fuerte, es lo único que amalgama el universo opositor.
Por otro lado está la cuestión del liderazgo opositor, que en estos 12 años nunca ha sido el mismo. Al principio estuvo formado por la vieja clase política, socialmente "odiadísima". Su fracaso, después de la aprobación de la nueva Constitución (¡por un 71% de los votos!) propició el ascenso del empresariado que había sostenido a la vieja clase política. El empresariado demostró su impericia haciendo gala de un radicalismo muy torpe: promovió el golpe de Estado, el paro petrolero, el sabotaje. No hay que olvidar que el líder golpista, Pedro Carmona Estanga, era presidente de la Fedecamara, la organización patronal. Para los empresarios había que sacar a Chávez del poder como fuera, casi a cualquier precio. Por eso la oposición perdió el favor del pueblo y poco a poco el de sus propias bases. Eso propició la aparición de un tercer liderazgo, que es el actual. Está conformado, sobre todo, por antiguas clases medias: estudiantes, médicos, profesores, comerciantes, etc. Conoce mucho mejor el país y a su gente y por eso, en teoría, es menos radical. Pero tiene un problema: financieramente depende del empresariado y sobre todo del “exilio” de Miami e incluso de agencias extranjeras, con agendas propias, prisas e intereses radicales. Hasta ahora eso ha limitado mucho su independencia y ha lastrado su crecimiento.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
La nueva economía, por M. Castells…
por Manuel Castells, uno de los principales sociólogos de la actualidad, es autor de importantes estudios de socioeconomía
Hay un cambio económico. Estamos en una nueva economía.
El término que utilizo no es casual: en los medios de comunicación de todo el mundo se está aceptando la idea de esta "nueva economía" y como no se sabe muy bien lo que es, sólo que es nueva, se la llama así. Esta "nueva economía" está organizada por la interrelación de tres grandes características:
a. Una economía basada en la información y en el conocimiento
La "nueva economía" se caracteriza porque añade valor, genera productividad y consigue competitividad, esencialmente sobre la base de información y de conocimiento. La información y el conocimiento siempre han sido importantes en todas las economías y en todas las sociedades, esto no es nuevo. Sí es nueva la capacidad de procesamiento de esta información, en términos de velocidad y complejidad, gracias a nuevas tecnologías de información y nuevas tecnologías de red. Al aplicarse este poder de procesamiento a la propia información y al conocimiento, somos capaces de utilizar en tiempo real y en cualquier circunstancia la información y el conocimiento.
|
Tomemos como ejemplo la empresa española Zara. Esta empresa está teniendo un gran éxito comercial en su rama industrial, y es así porque cada vendedor de la firma lleva un pequeño ordenador donde procesa rápidamente las características fundamentales de cada transacción con cada cliente: selección, formas, diseños, colores, precios, etc. Esta información pasa inmediatamente a la base de datos , se procesa y, en dos semanas, Zara rectifica la línea de productos para cada mercado. Es lo mismo que, de forma más simple porque tenían menos tecnología en ese momento, hizo la cadena GAP para desplazar a Benetton de un segmento de mercado. El gran competidor de GAP en Europa es Zara que, en estos momentos, está entrando en Estados Unidos. Zara es una empresa familiar gallega con capacidad de utilización de las nuevas tecnologías de red de información y de incorporación al proceso de producción activo. Información y conocimiento como base de productividad. Información y competitividad constituyen la primera característica de la "nueva economía".
b. Una economía global.
Por global no quiero decir que sea una economía simplemente internacionalizada, pues ésta existe desde hace muchos siglos, sino una economía en la que las actividades centrales, las actividades estratégicas tienen la capacidad de funcionar en tiempo real, como una unidad , en ámbito planetario. Es decir, la nueva economía tiene la capacidad tecnológica necesaria (sin nuevas tecnologías no habría mercado financiero globalizado trabajando en tiempo real), la capacidad organizativa (las unidades económicas están organizadas para acceder directa o indirectamente a mercados globales y consumos globales) y la capacidad institucional (sin la ola de desregulación y liberalización que se ha producido en todo el mundo en los últimos diez o quince años, no habría tampoco esta capacidad de circulación global de dinero, personas, bienes y servicios).
|
La nueva economía es global en el sentido expuesto aunque , no todo el mundo está en el sistema global. La economía global condíciona todas las economías pero no integra a todo el mundo. La inmensa mayoría del empleo mundial, el 85 ó 90 %, es local y regional, ni siquiera nacional. Son mercados de trabajo muy localizados. La economía es global sólo en aquellas actividades condicionantes: por ejemplo, las grandes empresas multinacionales y sus redes auxiliares (53000 empresas multinacionales y 415000 subsidiarias) sólo emplean unos doscientos millones de trabajadores, cifra muy pequeña si se la comparara con los tres mil millones de fuerza laboral global. Pero esas empresas y sus redes constituyen el 30 % del producto bruto mundial y dos terceras partes del comercio mundial, del cual el 40 % es comercio intraempresa.
Frecuentemente se confunde la globalización con el desarrollo del comercio internacional. El comercio internacional es la consecuencia de la internacionalización de la producción de bienes y servicios y, por eso, lo fundamental es qué se produce, cómo se produce, quién lo produce y para qué se produce. El mayor porcentaje de comercio exterior, sobre su producto bruto corresponde, sorprendentemente, a Africa subsahariana, un 30 %, muy superior a la media de los países de la OCIDE (20-22 ). Pero Africa subsahariana no está en la producción transnacional, sino en el comercio de café, de cacao y de algodón, es decir, en el comercio de bajo nivel, y no está integrada en los circuitos de producción, de transferencia de tecnología, de inversión de capital productivo, etc. Por tanto, el corazón de la actividad económica sí está globalizado, pero ello no quiere decir que todo el mundo esté integrado en esa economía global. Es una economía altamente segmentada que funciona por conexión y desconexión de aquello que vale y que no vale en cada momento. Es también una economía muy dinámica , que sólo utiliza los recursos necesarios. Por tanto, el segundo elemento de la nueva economía es el cambio de la producción en términos de globalización.
c. Una economía organizada a través de empresas-red
|
La empresa en la sociedad de la información es una "empresa-red". Esto resulta fundamental en la transformación del proceso de trabajo y, por tanto, del proceso de aprendizaje. PRISA y Santillana son un buen ejemplo de esta organización en red.
– En primer lugar, las grandes empresas se han descentralizado en los últimos años constituyendo unidades cada vez más autónomas e independientes, que trabajan por objetivos y se relacionan entre ellas
– En segundo lugar, las pequeñas y medianas empresas son competitivas, dinámicas y flexibles, pero sólo si articulan sus recursos en redes de colaboración que permitan aunar recursos, porque, si no, serían demasiado pequeñas para entrar en el mercado.
-.En tercer lugar, las redes de pequeñas y medianas empresas trabajan para redes descentralizadas de grandes empresas.
Por último, las grandes empresas constituyen alianzas estratégicas, no permanentes sino en productos determinados o para una tarea específica.
Es decir, la organización económica actual se basa en redes de redes de redes, organizadas en torno a proyectos. La unidad ya no es la empresa; la empresa es la unidad de acumulación de capital, es la unidad de gestión general de segmentos de la red, pero hay un proyecto de negocio concreto que reúne elementos de distintas empresas y subempresas y , una vez ejecutado, esa red queda desmantelada para crearse otra en torno a otro proyecto. Esto es lo que caracteriza la nueva economía: la constante movilidad de los factores de producción, de capital. Esta "empresa-red" solamente es capaz de funcionar sobre la base de tecnologías de la información interactivas.
Las redes son una forma muy antigua de organización social. Su gran ventaja es la flexibilidad para adaptarse a un entorno cambiante. Su gran inconveniente es la articulación y coordinación de los distintos componentes de la red en una unidad de propósito. La tecnología de la información y de la comunicación de base microelectrónica permite mantener la flexibilidad y, además, asegura la coordinación del proyecto, el cumplimiento del objetivo. Queda claro, por tanto, la "empresa-red" es la forma de organización característica de nuestras sociedades.
Reproducido con autorización de Editorial Santillana de Venezuela
Bolivia: victoria de Evo en los comicios regionales…
El mapa político tuvo poca variación en la pelea oriente-occidente. El Movimiento Al Socialismo (MAS) se impuso en La Paz, Cochabamba, Oruro, Potosí y Chuquisaca. La oposición en Tarija, Santa Cruz, Beni y Pando, la llamada Media Luna.
Por Sebastián Ochoa
Desde Santa Cruz
El Movimiento Al Socialismo (MAS) ganó en cinco de los nueve departamentos del país: La Paz, Cochabamba, Oruro, Potosí y Chuquisaca. La oposición se impuso en Tarija, Santa Cruz, Beni y Pando, regiones del oriente donde se inventó la Media Luna. Los recuentos para los cargos de concejales y asambleístas departamentales todavía continuaban anoche. Pero en las alcaldías al MAS no le fue tan bien, ya que perdió en casi todas las ciudades capitales, incluidos los departamentos donde ganó la gobernación.
Aunque el peso del MAS en Bolivia es determinante –sobre todo en el occidente–, su ausencia en varias alcaldías centrales lo obligarán a lidiar y negociar con la oposición. Molestia que Morales hubiera preferido ahorrarse, lo que quedó claro durante los actos de cierre de campaña, cuando convocó a votar “todo azul” en las papeletas de ayer.
De nada sirvió que el presidente alertara con declarar “traidor al MAS” a quienes cruzaran su voto entre oficialistas y opositores. En el caso de los gobernadores se eligió mayoritariamente a los oficialistas, pero en las alcaldías los votantes optaron en muchos casos por agrupaciones locales ajenas a la órbita del MAS.
“Una cosa es el presidente, otra cosa son sus candidatos”, dijo Magalí Espinoza, que últimamente votó a ganador. A Morales en diciembre de 2009, cuando fue reelecto con el 64,2 por ciento. Y ayer, cuando votó como alcalde a Percy Fernández, opositor al MAS. “Está loco y es una bestia peluda, pero es el único que trabajó por la ciudad”, aseguró a este diario.
En La Paz, el candidato a gobernador César Cocarico se impuso con el 48,1 por ciento de los votos. Segundo quedó el sociólogo Simón Yampara, del Movimiento Sin Miedo (MSM), con el 23,9 por ciento. Luego de las elecciones generales de diciembre pasado, el partido el presidente Evo Morales había roto su alianza con los “sin miedo”, que se largaron a competir contra el MAS en varias alcaldías. Ayer se pudo constatar que la ruptura trajo más beneficios al MSM.
En Cochabamba ganó la gobernación el ex legislador del MAS Edmundo Novillo, con el 60,4 por ciento. Le siguió, con el 26,8 por ciento, Marvell José Leyes, de Unidad Nacional-Consenso Popular (UN-CP). En Potosí, el oficialista Félix Gonzales obtuvo el 60,4 por ciento de los votos. Segundo quedó Richard Alejo, de Alianza Social (AS), con el 14,9 por ciento.
En Oruro triunfó con el 54 por ciento el ex legislador del MAS Santos Tito. El 33,2 por ciento fue para Iver Pereira, del MSM. En Chuquisaca, el dirigente campesino Esteban Urquizu se convertía en gobernador con el 49,6 por ciento de votos. Detrás quedó John Cava, ex presidente del comité cívico departamental, de la agrupación Alianza Por Chuquisaca (APC), con el 38 por ciento de los votos.
La oposición logró mantener las gobernaciones de cuatro departamentos del oriente, que por su forma en el mapa se llama Media Luna. Aunque el MAS quedó segundo en todas estas regiones, todavía no le alcanzó para quebrar el dominio de los partidos de derecha en esta mitad de Bolivia.
En Tarija, Mario Cossío, de Camino Al Cambio (CAC), ganó con el 49,3 por ciento y seguirá como gobernador. El candidato masista Carlos Cabrera, ex rector de la Universidad Juan Misael Saracho, obtuvo el 44,5 por ciento. El líder de CAC denunció que el partido de Morales ayer trajo a gente de Argentina por las ciudades fronterizas de Yacuiba y Bermejo para votar a favor del MAS.
En Santa Cruz, Rubén Costas, de Verdad y Democracia (Verdes), consiguió el 51,5 por ciento. El masista Jerjes Justiniano sacó el 39 por ciento. En Beni también seguirá Ernesto Suárez, de Primero Beni, con el 43,4 por ciento. La modelo y ex Reina de Belleza Jessica Jordan, del MAS, quedó con el 38,4 por ciento.
En Pando ganó el ex legislador de derecha Paulo Bravo, de Concertación Popular (CP), con el 49,6 por ciento. El MAS, con Luis Flores, obtuvo el 48,8 por ciento.
En cuanto a las alcaldías, el MAS quedó con las manos vacías en las principales ciudades, incluso en las del occidente, donde consiguió todos los gobernadores. Así pudo comprobarse que el “proceso de cambio” impulsado por Morales tiene su principal apoyo en las áreas rurales.
En la ciudad de La Paz, el candidato a alcalde del MSM Luis Revilla ganó con el 48,7 por ciento. Mientras la ex legisladora del MAS Elizabeth Salguero llegó al 34,4 por ciento. Lo mismo en Oruro, donde la “sin miedo” Rossío Pimentel alcanzó el 40,2 por ciento, por encima del ex legislador Félix Rojas, del MAS, con el 31,2 por ciento.
En la ciudad de Potosí tampoco logró imponerse el MAS. Allí ganó René Joaquino, de Alianza Social (AS), con el 50,7 por ciento. Le siguió el ex legislador masista César Navarro, con el 33,6 por ciento. También se quedó sin la ciudad de Sucre, cuyo nuevo alcalde es Jaime Barrón, ex rector de la Universidad Mayor de San Xavier.
Anoche, el ex legislador de derecha Arturo Murillo luchaba voto a voto por la alcaldía de Cochabamba contra Edwin Castellanos, músico masista creador del grupo Tupay. Ambos empataban en 39 por ciento. Las alcaldías de las ciudades de Santa Cruz, Tarija y Trinidad (capital de Beni) continuarán dominadas por la oposición. Cobija, capital de Pando, es la única ciudad de la Media Luna donde se impuso el MAS, con el 54,4 por ciento. Segundo quedó CP con el 42,2 por ciento.
Al cierre de esta edición, en la plaza Murillo, centro de La Paz, se juntaban tímidamente algunos militantes del MAS, aunque no conocían los límites de su alegría. En el oriente los opositores celebraban desde temprano. Las gobernaciones, que antes se llamaban prefecturas, deberán regirse por estatutos autonómicos. Así quedó establecido en varios referéndum realizados durante los últimos años en todo el país. Algunos departamentos de la Media Luna ya tienen escritos sus textos. En otras regiones aún falta que los redacten. Además, es necesario que la Asamblea Legislativa Plurinacional apruebe una ley que enmarque los regímenes autonómicos. Para esa ocasión, los opositores dependerán enteramente de lo que deseen votar los diputados y senadores del MAS, que están sobre dos tercios de los asientos.
Aunque no terminaron de computarse los votos, posiblemente en Pando habrá segunda vuelta para definir si ese departamento queda bajo control del MAS o de la oposición, como ha sido hasta ahora.
PAGINA/12
Cronología de los escándalos de abuso sexual dentro de la Iglesia Católica
Redacción, BBC Mundo
El Vaticano ha sido afectado por las denuncias de abuso sexual de menores. Una serie de denuncias de abuso sexual de menores y ocultamiento han afectado seriamente a la Iglesia Católica en las últimas semanas.
El escándalo incluso ha salpicado la figura de la máxima autoridad eclesiástica, el Papa Benedicto XVI.
BBC Mundo presenta una cronología de algunos de los casos más destacados de los últimos años.
25 marzo 2010 – Estados Unidos
El diario New York Times da a conocer documentos que indican que el Cardenal Joseph Ratzinger no respondió a más de 200 quejas de abuso sexual contra Lawrence Murphy, que trabajó en una escuela católica para niños sordos en Wisconsin entre 1950 y 1974. La Iglesia rechazó la denuncia.
22 marzo 2010 – Alemania
La diócesis de Ratisbona, en Alemania, lanza nuevas acusaciones contra cuatro curas y dos monjas en incidentes que supuestamente ocurrieron en los años setenta.
20 marzo 2010 – Irlanda
El Papa Benedicto XVI pide disculpas a las víctimas de décadas de abuso sexual y maltrato por parte de sacerdotes de la Iglesia Católica en Irlanda.
En la misiva, Benedicto XVI dice que los líderes de la Iglesia irlandesa cometieron "serios errores" en la respuesta dada a los casos de pederastia y señala que el Vaticano intervendrá directamente para restaurar la confianza.
Las disculpas del Papa, sin embargo, no se hace extensiva a otros países.
16 marzo 2010 – Brasil, Chile, Irlanda
El cardenal irlandés Sean Brady no tomó medidas contra el cura pedófilo Brendan Smyth
En Irlanda se conoce que el máximo responsable de la jerarquía católica en Irlanda, el Cardenal Sean Brady, estuvo presente en reuniones en 1975 en las que niños víctimas de abusos firmaron juramentos de silencio sobre las quejas contra el cura pedófilo Brendan Smyth.
Por otra parte, el Vaticano reconoce la existencia de varios casos de abusos en Brasil después de que el programa de televisión Conexao Reporter recogiera las denuncias de varios alumnos contra religiosos.
En unas imágenes de cámara oculta aparece el padre brasileño Luis Marques Barbosa, de 82 años, manteniendo relaciones sexuales con un joven en el estado de Alagoas, al noreste del país.
En Chile, un religioso español es detenido por posesión de pornografía infantil y por haber abusado supuestamente de al menos 15 menores en colegios españoles donde trabajó entre 1992 y 2005. El religioso, que dictaba clases desde enero de 2008 en la universidad Santo Tomás de Santiago de Chile, fue detenido en la capital chilena y podría ser extraditado a España.
10 marzo 2010 – Holanda
Los obispos holandeses ordenan que se investiguen más de 200 denuncias de abusos sexuales de supuestos casos que ocurrieron entre 1950 y 1970.
Enero-marzo 2010 – Alemania
Desde principios de 2010 emergen más de 300 casos de acusaciones de abusos físicos y sexuales en Alemania, el país de procedencia del Papa.
Varios de los casos son planteados por quienes fueron miembros del coro de niños del colegio "Regensbug Domspatzen", que durante 30 años fue dirigido por el hermano del Papa, monseñor Georg Ratzinger.
Junio 2009 – Argentina
El sacerdote Julio César Grassi, responsable de la Fundación Felices los Niños, es condenado a 15 años de prisión en Argentina por 15 casos de abuso sexual de menores que estaban bajo su cargo.
Mayo 2009 – Irlanda
La Comisión Investigadora de Abusos de los Niños en Irlanda revela tras casi 10 años de investigación cifras escalofriantes: se habían recogido más de 2.000 testimonios que relatan abusos físicos y sexuales por parte de sacerdotes. Este es uno de los los mayores casos de reconocimiento de los abusos sexuales de la Iglesia Católica en una investigación que abarca más de 35.000 niños en un período de 60 años (de 1920 a 1980).
Cuatro obispos dimiten y toda la jerarquía de la Iglesia católica en Irlanda rinde cuentas ante el Papa.
Enero 2009 – Italia
La prensa italiana recoge acusaciones de hombres sordos que decían haber sufrido abusos entre las décadas de 1950 y 1980 en el Instituto para los Sordos Antonio Provolo, en Verona, al norte del país.
La diócesis de Veróna dijo en ese momento que tenía la intención de entrevistar a las víctimas después de que el Vaticano se lo requiriese.
Octubre 2005 – Irlanda
Una investigación del Gobierno irlandés en una diocésis del condado de Wexford revela más de cien abusos a menores por partes de curas. El informe Ferns contaba con más de 271 páginas de extensión en las que se hacían alegaciones contra 21 de los sacerdotes que habían estado trabajando en la diócesis entre 1966 y 2002.
Una de las conclusiones del informe señala que si bien todos los curas envueltos en el escándalo fueron transferidos a otras partes de la Iglesia muchos de ellos volvieron a la misma diocésis una vez transcurrido un tiempo.
Febrero 2004 – Estados Unidos
Una investigación encargada por la Iglesia revela que más de 4.000 sacerdotes en Estados Unidos se han visto envueltos en acusaciones de abusos sexuales en los últimos 50 años implicando a más de 10.000 niños, la mayoría chicos.
Abril 2002 – Estados Unidos
El Papa Juan Pablo II emite una histórica condena por los abusos sexuales revelados en Estados Unidos. "No hay lugar en la Iglesia Católica para sacerdotes que abusen sexualmente de menores", dijo el Pontífice.
Enero 2002 – Estados Unidos
Uno de los mayores escándalos de todos los tiempos se desató a comienzos del 2002 en Boston, Estados Unidos. El diario Boston Globe publicó una serie de reportajes desentramando los abusos sexuales cometidos por cinco sacerdotes de ese estado, lanzando a la luz pública la cuestión de los abusos sexuales de la Iglesia a menores de edad.
El hecho de que las acusaciones saliesen a la luz animó a muchas otras personas a seguir el ejemplo, desencadenando un efecto en cadena a ambos lados del Atlántico y a iniciar una serie de juicios reclamando compensaciones económicas, lo que sumió a la Iglesia Católica en una de sus peores crisis en los últimos decenios. Los juicios también se realizaron en contra de la Iglesia Católica y por haber cubierto supestamente los casos denunciados y por no haber hecho nada al respecto.
En diciembre, el cardenal Bernad Law a cargo de la diócesis de Boston dimite.
2002 – Otros países
Australia: La figura más importante de la Iglesia en Australia, el arzobispo de Sidney, George Pell, ofreció miles de dólares a las familias de los niños que supuestamente sufrieron abusos por parte de los curas. La Iglesia pidió disculpas oficialmente a los niños inmigrantes de origen británico y maltés que sufrieron abusos sexuales entre 1930 y 1960.
Austria: La Iglesia admitió que las acusaciones de pedofilia contra su antiguo líder, el arzobispo de Viena, Hans Hermann Groer, eran ciertas.
Sudáfrica: El líder de la Iglesia en el país admitió que más de una docena de sacerdotes habían sido acusados de abusar sexualmente a niños, aunque esto ocurrió "hace muchos años".
Brasil: Los oficiales católicos en el país donde la Iglesia Católica tiene una mayor presencia en todo el mundo admiten que la pedofilia es un problema.
México: La Iglesia es acusada de cubrir los casos de abuso e incluso de pagar dinero para comprar el silencio de las víctimas.
1993 – Estados Unidos
Primer caso de condena legal contra la diócesis de Dallas en cuestión de abuso a niños por parte del sacerdote Rudolph Kos. La diócesis se ve obligada a pagar más de 31 millones de dólares a las víctimas del párroco.
1985 Estados Unidos
El abuso sexual por parte de sacerdotes se convierte en una cuestión nacional por primera vez en Estados Unidos cuando el párroco de Luisiana, Gilbert Gauthe es encontrado culpable de once casos de abuso a menores.
Iglesia Católica: el oculto caso de violaciones de monjas por sacerdotes en más de 20 países…
El Vaticano confirma la existencia de violaciones
de monjas por sacerdotes
Navarro Valls asegura que "se está examinando el problema", que podría extenderse a veintitrés países.
El Vaticano confirmó ayer la existencia de abusos sexuales sufridos por religiosas por parte de sacerdotes y misioneros, un problema que se está "examinando".
El diario estadounidense National Catholic Reporter destapó un escándalo que podría darse en veintitrés países, en su mayoría africanos, y que supone las violaciones masivas e indiscriminadas de monjas por parte de sacerdotes y misioneros.
Se han dado casos de que en una congregación todas las mujeres, unas veinte, quedaron embarazadas.
EFE – CIUDAD DEL VATICANO
El portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, confirmó que "el problema es conocido y restringido a una zona geográfica determinada", aunque no precisó dónde. Sí aseguró que "se está tratando el problema en colaboración con los obispos, con la Unión de Superiores Generales y con la Unión Internacional de Superiores generales".
El "problema", como se denomina en Roma, se dio a conocer por el informe de una monja estadounidense, María O’Donohue, que fue presentado en 1995 al Vaticano, concretamente ante el español Eduardo Martínez Somalo, prefecto de la Congregación para la Vida Consagrada y Camarlengo de la Sacra Iglesia Romana.
Martínez Somalo creó un grupo de trabajo para estudiar los casos denunciados.
Estos son tan variados como increíbles: desde aspirantes a monjas violadas por los curas a los que presentaron la documentación hasta abortos realizados en hospitales de confianza de los sacerdotes, pasando por casos de comunidades en donde todas las monjas, unas veinte, quedaron embarazadas.
Incluso se denunció a un sacerdote que dejó embarazada a una monja, le preparó un aborto en tales condiciones que la misionera murió y el propio cura ofició su funeral.
La Voz de Galicia – Miércoles, 21 de Marzo de 2001
Sexo "seguro" ante el SIDA
En África muchos ojos se volvieron a las monjas por considerarlas seguras ante el avance imparable del SIDA. Según el informe de María O’Donohue, sacerdotes y misioneros cambiaron a las prostitutas por monjas.
A eso hay que sumar la presión social y económica que soportan las monjas y que es, en parte, el motivo de que esta escandalosa situación se mantenga en secreto.
María McDonald, superiora de una congregación misionera en África, denunció que los curas que se aprovechan de religiosas suelen financiar las congregaciones.
Otras veces es la presión social lo que impide la denuncia. En África, tener muchas mujeres e hijos es un signo de importancia y es muy difícil para una mujer decir "no" a las peticiones de un hombre.
El País – Miércoles, 21 de marzo de 2001 – SOCIEDAD
El Vaticano reconoce que cientos de monjas
han sido violadas por misioneros
El Vaticano admite el problema, comprobado en veintitrés países, y anuncia que se está afrontando
LOLA GALÁN.- Roma
Centenares de monjas en veintitrés países, la mayoría en África, han denunciado haber sufrido abusos sexuales, a veces sistemáticos, por parte de sacerdotes y misioneros.
Los datos figuran en varios informes de la religiosa Maria O’Donohue y en otro de Maura McDonald, publicados por la revista norteamericana National Catholic Reporter.
El portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, reconoció ayer que el problema es ‘conocido’ y que ‘se está afrontando’, pero lo circunscribió a ‘un área geográfica limitada’ refiriéndose a África, aunque sin mencionar el continente.
Los abusos sexuales dentro de las congregaciones religiosas comenzaron a denunciarse en los años noventa. El 18 de febrero de 1995 la religiosa Maura O’Donohue, coordinadora del programa sobre el SIDA de Caritas Internacional y del CAFOD (Fondo Católico de Ayuda al Desarrollo), presentó un informe sobrecogedor al presidente de los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, el cardenal español Eduardo Martínez Somalo.
El cardenal, sorprendido por las dimensiones del problema, encargó investigar la situación a un grupo de trabajo presidido por O’Donohue.
La nueva investigación dibujó un panorama aún más inquietante. La lista de abusos es variada y descorazonadora: el informe incluye casos de novicias violadas por los sacerdotes a quienes tienen que solicitar los certificados oportunos, habla de médicos de hospitales católicos que se ven asediados por sacerdotes que les llevan ‘a monjas y otras jóvenes para abortar’.
O’Donohue cita un caso extremo, el de ‘un sacerdote que obliga a abortar a una monja, ella muere y él oficia la misa de difuntos’ por la joven fallecida.
Peso de las culturas
Aunque el informe, recogido ayer por el diario italiano La Repubblica, recoge denuncias de abusos en veintitrés países, de Burundi a Filipinas, de India a Colombia, de Irlanda a Italia y a Estados Unidos, lo cierto es que el grueso de los casos se produce en África.
Los progresos de la Iglesia en ese continente, donde el aumento de las vocaciones y el incremento de fieles son incesantes, podrían ser tan grandes como superficiales a tenor de estos datos que reflejan el peso enorme de las culturas propias, incluso en los hombres y mujeres que han optado por la vida religiosa.
Sin especificar el nombre del país, el informe reconoce que determinadas culturas representan un serio inconveniente para el mantenimiento de los principios de la vida religiosa. En el continente africano, explica el texto, es ‘imposible para una mujer rechazar a un hombre, sobre todo si es anciano y en especial si es un sacerdote’, y la cultura está lejos de favorecer el celibato.
Son situaciones agravadas por la extensión del SIDA, como viene a demostrar otro informe redactado por la misma religiosa y entregado a las autoridades eclesiásticas en 1994. O’Donohue comprobó que el fenómeno del SIDA había convertido a las religiosas en un grupo ‘seguro’ desde el punto de vista sanitario, lo que aumentaba el interés de los sacerdotes por ellas.
A este respecto se cita el caso de la superiora de un convento que fue contactada por unos sacerdotes interesados en mantener relaciones sexuales seguras con las religiosas.
En el informe de O’Donohue se habla de religiosos que piden a las monjas que recurran a la píldora y, en concreto, se alude a una comunidad religiosa femenina en la que la superiora solicitó la intervención del obispo tras comprobar que una serie de sacerdotes de la diócesis habían dejado embarazadas a veintinueve monjas. La reacción del obispo fue fulminante: la superiora ‘fue suspendida’ y sustituida por otra religiosa.
Estos datos han sido avalados por otro informe presentado en 1998 por Marie McDonald, superiora de las Hermanas Misioneras de Nuestra Señora de África, en el que se pasa revista a las diferentes estrategias de acoso.
Unas veces son sacerdotes que reclaman una especie de contraprestación sexual a cambio de la confesión. Otras el abuso se produce a partir de ‘una dependencia financiera de las monjas de sacerdotes que pueden pedir a cambio favores sexuales’.
McDonald está convencida de que hay que actuar con rapidez para atajar un problema que aumenta, y no parece satisfecha de la línea de actuación más bien tímida iniciada por el Vaticano.
Una línea que Navarro Valls resumió ayer así: ‘La Santa Sede está tratando la cuestión en colaboración con los obispos, con la Unión Superior de Generales y con la Unión Internacional de Superiores generales. Se trabaja en la doble vertiente de la formación de las personas y de la solución de cada caso particular’.
En su comunicado el portavoz vaticano recuerda, no obstante: ‘Unas cuantas situaciones negativas no pueden hacer olvidar la fidelidad con frecuencia heroica de la gran mayoría de los religiosos, religiosas y sacerdotes’.
Dos semanas de retiro por violar a la novicia
EL PAÍS – Madrid
Algunas de las denuncias del informe de O’Donohue, publicadas en la revista National Catholic Reporter, son:
– En ciertos niveles, las candidatas a la vida religiosa tienen que prestar favores sexuales a los sacerdotes para acceder a los certificados necesarios y/o recomendaciones para trabajar en una diócesis.
– En algunos países, las monjas tienen que afrontar las dificultades que implica el verse obligadas a abandonar la congregación si se quedan embarazadas; en cambio, el sacerdote implicado puede seguir desempeñando su ministerio. Más allá de la rectitud, se plantea una cuestión de justicia social, ya que la monja tiene entonces que cuidar al niño como madre soltera, a menudo estigmatizada y en circunstancias socioeconómicas de suma pobreza. Como han perdido su estatus en la cultura local, algunas se ven forzadas a convertirse en la segunda o tercera esposa en una familia. La alternativa es prostituirse.
– Algunos sacerdotes engañaban a las monjas haciéndolas creer que la píldora anticonceptiva evita el contagio del SIDA.
– En varios países, los miembros de los consejos de las parroquias están poniendo en entredicho a sus pastores por sus relaciones sexuales con mujeres y muchachas. Algunas de ellas son esposas de feligreses que están furiosos por la situación, pero se hallan desconcertados a la hora de denunciar al sacerdote.
Una parroquia llegó a ser atacada por feligreses con armas de fuego, muy exaltados por el abuso de poder y las traiciones de los sacerdotes.
– Se sabe que algunos curas se relacionan con varias mujeres y tienen hijos de más de una de ellas. Muchos testimonios citados por el informe manifiestan que los feligreses esperan la oportunidad de presentarse voluntarios para hablar en una homilía dialogada y denunciar públicamente a algunos curas por su doble rasero entre lo que predican y lo que hacen.
– Una mujer recién convertida del islam al cristianismo fue aceptada como novicia en una congregación local. Cuando fue a solicitar al párroco los certificados correspondientes, éste la violó como requisito previo. Como ella había sido repudiada por su familia por abandonar el islam, no podía volver a casa, por lo que se unió a la congregación. Poco después supo que estaba embarazada. No le quedó más remedio que huir y pasó diez días deambulando por la selva. Por fin decidió ir a ver al obispo, que llamó al cura. Éste aceptó la acusación y fue castigado con un retiro de dos semanas.
– Desde los años ochenta, en varios países, las monjas se niegan a viajar solas en coche en compañía de un sacerdote por miedo a sufrir abusos.
http://www.cesarsalgado.net/200103/010321.htm
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=56838
Escándalos sexuales y los destinos del catolicismo actual…
Bernardo Barranco V.
Los numerosos escándalos de pederastia que acosan a la Iglesia católica en diferentes lugares del mundo, como Estados Unidos, Irlanda, Suiza, Holanda, México y Argentina, amenazan su autoridad institucional e incomodan sus inflexibles discursos sobre la moral, las buenas costumbres y el disciplinamiento que el católico debe guardar en materia sexual. El escándalo alemán amenaza no sólo al hermano del Papa, sino que está tocando, al parecer, al propio Benedicto XVI al haber sido permisivo, voluntaria o involuntariamente, en 1977 cuando era arzobispo de Munich. Tenemos en México el caso cercano de Marcial Maciel, cuya patología no sólo alcanza a la orden de los legionarios, sino que también contamina y empaña la imagen del conjunto de la Iglesia mexicana. Lamentablemente las respuestas eclesiásticas no son, socialmente, satisfactorias y pareciera que la Iglesia protege ante todo su casta religiosa; surge entonces el fantasma del naufragio como amenaza, se ensombrece la proclama de salvación que, de manera desafiante, Benedicto XVI extiende a la civilización actual tan globalizada como relativista.
Pareciera que los signos explícitos apuntan a que la Iglesia a escala mundial se ha alejado ya del espíritu del concilio, que en los años sesenta del siglo pasado reivindicaba aggiornare su diálogo con el mundo moderno y, por tanto, ha venido cancelando irremediablemente las rutas reformadoras en la Iglesia. Diferentes vaticanistas diagnostican los síntomas de una Iglesia en fase de atrincheramiento dogmático, envenenada por su propio narcisismo eclesiocéntrico y temerosa de abrirse a la complejidad de la historia y de reconocer en ella valores espirituales
(Giancarlo Zízola, Vientos de restauración, 2007). Dicha prescripción sitúa un prejuicio cada vez más extendido de que Ratzinger padece un conservadurismo crónico e incurable. Sin embargo, ¿podemos afirmar que esta tendencia sólo se da en la Iglesia católica?, como respuesta a una modernidad globalizada que exalta la diversidad cultural y matiza, por tanto, los discursos y doctrinas totalizantes. Lo cierto es que resurge como fuerte tentación la reafirmación tradicionalista, es decir, una notoria inclinación por proclamar la identidad católica tradicional y, al mismo tiempo, exaltar esta identidad a nivel político en el ámbito público. Las posturas opuestas se podrían estar debatiendo el futuro cercano, entre un catolicismo relativista o light frente a un catolicismo talibán. Precisamente, el texto de Oliver Roy, La sainte ignorance. Le temps de la religion sans culture (Editions du Seuil, 2008) argumenta que no sólo los católicos pasan por una fase de tradicionalismo, a escala global, Roy destaca el crecimiento explosivo del pentecostalismo, el éxito del salafismo, Tablighi Jamaat y el neosufismo dentro del Islam; el retorno del movimiento Lubavich dentro del judaísmo, así como el surgimiento del Partido Bharatiya Janata en India, el budismo Theravada. En suma, diversas religiones proclaman su identidad tradicional en la esfera de lo público como una característica distintiva de la religión en el siglo XXI. Reconociendo diversidades y diferencias, Roy compara rasgos comunes en estas tendencias; sobresale el malestar y rechazo a la cultura contemporánea; el énfasis en la salvación personal e individualización de la fe, así como ardorosas actitudes antintelectuales.
Hace unas semanas acaba de aparecer un libro de John Allen, destacado vaticanista católico estadunidense, titulado: The Future Church (Random House, 2010), donde afronta aquellas tendencias que están cambiando la vida de la Iglesia. Por ejemplo, al abordar la geopolítica de la Santa Sede, cuya doctrina se forjó en los tiempos de la revolución industrial frente a enemigos ideológicos como el liberalismo y el socialismo, el autor señala que la Iglesia debe afrontar desde la cultura el mundo globalizado y multipolar del siglo XXI, en el cual la mayoría de los polos importantes no son católicos, ni siquiera cristianos. Frente al concilio, el autor opina que la Iglesia está reafirmando oficialmente todo lo que la distingue de la modernidad; sus tradicionales características católicas de pensamiento, discurso y prácticas. Esta política de la identidad es en parte una reacción contra una cultura cada vez más secular e indiferente a la autoridad e institución. Además del envejecimiento de la enseñanza social de la Iglesia, siguiendo a Allen, existe una nueva geografía de la fe, es decir, la dramática disminución numérica de los católicos europeos y la creciente gravitación de los católicos del llamado tercer mundo que asciende a escala global a dos tercios. Esta cifra desproporcionada contrasta con una curia romana que, si bien es cada vez más internacionalizada, sigue siendo dominada por los propios europeos.
Otro libro sobre prospectiva católica. A fines del año pasado, el periodista José Catalán Deus publicó: Después de Ratzinger, ¿qué? Balance de cuatro años de pontificado y los desafíos de su sucesión (Península, 2009). Ahí el autor español afirma que el futuro del catolicismo actual se antoja incierto. Los primeros años de Benedicto XVI, dice, dejan una sensación de crisis creciente en la Iglesia católica. Quizá porque se fracturó el consenso que llevó a Ratzinger al trono de San Pedro. Nunca antes los desacuerdos y disensiones fueron tan sonoros dentro y fuera del Vaticano. Un análisis crítico del pontificado dibuja cómo la Iglesia católica ha pasado de ejercer una posición dominante a estar amenazada y hasta sojuzgada culturalmente, y casi perseguida mediáticamente por su ideología. Este cambio histórico trascendental se ha manifestado con absoluta claridad en los primeros cuatro años del pontificado de Benedicto XVI, aunque venía incubándose durante todo el pontificado anterior. Conclusión sencilla: todos estos textos y reflexiones indican arteriosclerosis múltiple y la necesidad de una nueva gran síntesis cultural entre religión y cultura.
La Jornada.mx